Capítulo 1 (Axel)

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Otra hora pasa volando en mi oficina, miró por el ventanal de mi despacho en el más alto de los edificios de Manhattan, en este lugar yo soy el rey y nadie me quita mi corona, con solo tronar los dedos puedo dejar a más de seiscientos empleados sin trabajo y aplastar una que otra empresa de pasó.

Espero impaciente a que mi primo se decida por un maldito diseño para el nuevo hotel que emprenderemos en unos meses pero también espero a que se decida por una de las chicas que se inscribieron para el papel de mi nueva secretaria.

La anterior era una mujer muy funcional y trabajaba a mi ritmo pero tristemente para mí y su familia falleció de un infarto cardíaco hace unos días y necesito una nueva de urgencia, como dije soy uno de los empresarios con mayor poder en Manhattan y en el país, sin contar que el más joven, los demás pasan de los treinta o cuarenta, me da igual para ser exacto, mientras no afecten mis operaciones no los aplastó como cucarachas con mi zapato.

Me giro a verlo pero parece que no encuentra a la indicada para el puesto porque el color ya lo eligió y como siempre es el negro con blanco, me acerco al escritorio y cambio el negro por un gris claro, me mira con molestia pero una mirada mía basta para cambiar su opinión, yo mando, no él.

-No hay ninguna que se adapte a lo que pides-que rápido se rinde.

Me acerco y reviso las carpetas que él estuvo desechando durante unas tres horas. Abro y cierro carpetas, como una máquina que revisa el nombre y carrera además de la fotografía que pedí. Una tras otra van cayendo al lado vacío del escritorio, además de revisar, cuento cada carpeta pues sólo le pedí cien chicas de mil, y aquí parece que son más de esa cantidad.

Llegó a la número veinticuatro cuando veo la foto de la chica, cómo está a blanco y negro no veo su cara al cien porciento como me gustaría verla.

Sara Jackson. Administración en empresas, Negocios Internacionales. Veinticinco años.

Revise su edad antes que lo demás, le quitó la computadora para buscarla en el sistema y ahí está la chica de cabello color cobre, por lo que se ve ese es su color natural de cabello entre castaño y pelirrojo, ojos azules como el océano, piel blanca y sin rastro de alguna imperfección facial.

-Ella-le digo a Gabriel que pasa su mano por la cabeza.

-¿Seguro?-asiento sin dejar de mirar la foto de la chica en la pantalla.

-Completamente-asiente y manda el currículum a derechos humanos para darla de alta en el sistema.

Dejamos el tema del trabajo para otro momento y bebemos una copa del licor que guardo en la oficina, normalmente tengo vodka o whisky pero hoy me dieron más ganas de un tequila que de otra cosa.

-¿Irás al Club esta semana?-niego y le molesta-. Tienes mucho sin una mujer, y sin ir al Club, se te extraña por ese lugar.

-¿Y?-muevo el vaso en mi mano.

-¿Cómo que y?-lo hice enojar más-Axel, te recuerdo que no has tenido una desde hace un año o más.

-No me afecta no tenerla-bebo de mi trago y parece que eso le enfada aún más.

-Es otra cosa en lo que tienes el control-niego.

Cómo se nota que es principiante.

-Ellas tienen el control-bajo el vaso y me escucha con atención-. Ella decide hasta donde termina tu perversión y hasta dónde se termina la situación que tú desees. No tienes el control, ella lo tiene o él si te gustan los hombres.

Hace una mueca de disgusto pero capta quien tiene el control en esa situación.

En casa reviso mis documentos al lado de Anubis, mi perro labrador, aunque no quiera admitirlo en voz alta si me hace falta traer esa otra parte de mi persona que desea salir y una mujer logro que reviviera para atormentarme. Me levanto de mi cama y sin que se lo diga me sigue, abro la puerta de mi recámara y sigo adelante hasta la última puerta que tengo cerrada bajo llave y que lo ha permanecido así desde hace dos años casi.

Axel (Terminada Y +18)Where stories live. Discover now