Axel (Terminada Y +18)

Capítulo 27 (Sara y Bastián)

Hola, aquí yo de nuevo, con el capítulo del día... Me siento algo rara con esto jajaja, pero aquí les dejo su capítulo final del maratón.

3/3

(((Sara)))

Acuesto a ambos pequeños en su cama, hace dos meses que sucedió lo de Ares y se ve muy bien, se supone que mi niño si había muerto pero por algún milagro está vivito.

Axel ha estado estos dos meses con nosotros y por más raro e increíble que parezca, él y Bastián hicieron las paces pero me faltó, yo, sí a intentado ayudarme con mis hijos, pero... No soy muy afín de que me ayude con mis pequeños.

Félix no se separa de Ares, poco a poco empieza a caminar para alcanzar a su hermano y estar con él, entre ambos se ayudan.

Me siento contenta por eso, y por mil cosas que tienen que ver con mis hijos.

Mi relación con Bastián se mantiene normal, todo va normal. Solamente que en lo sexual... Somos Amo y sumisa.

A veces se le antoja que seamos sólo nosotros, pero en otras el Dominante le gana y termina tomando el control y lastimando algunas partes de mi cuerpo.

No me quejó por qué lo adoro en esa parte, nunca me a lastimado de más, pero sí lo ha hecho, se lo he hecho saber al día siguiente que es cuando aparece el dolor. Me ayuda a aliviarlo, ya sea con masaje o con medicamentos.

En estos días del mes... No puede ayudarme. Ni tener sexo conmigo. Los peores cinco días del mes.

Todo se resume a una sola palabra.

Menstruación.

Es horrible, y pobre de las chicas que la padecemos, debería existir una operación que nos quite ese tipo de malestar.

Bastián regresa con la taza de té, que preparo hace unos minutos, me la da mientras deja el trapito con agua caliente sobre mi vientre, que está muy inflamado, parece que tengo tres o cuatro meses de embarazo cuando son simples cólicos e inflamación.

Me relajo un poco sobre los brazos de mi esposo.

-¿Esta mejor?-niego sintiéndome mal.

-No..., Bastián...-No sé cómo demonios me pongo en el borde de la cama y dejo salí mi desayuno.

Suspira mientras sostiene mi cuerpo.

-Le hablaré a Stella, para que limpie.

Se levanta y me ayuda a incorporarme, vuelvo a vomitar en un trascurso, Axel entra, pero yo estoy concentrada en sacar todo mi desayuno.

Se sienta a mi lado y sujeta mi cabello, dejo salir todo. Tomó un poco de papel y me limpio la boca.

Me dejó caer de espaldas en mi cama, tomo un poco del té que me trajo Bastián. El sabor amargo surca mi boca hasta llegar a mi estómago, me dan arcadas y me inclino de nuevo para vomitar de nuevo.

-Al parecer el té no te está sirviendo.

-Ya lo...-la puerta se abre para mi esposo que se pone de rodillas cerca de mí, me da una pastilla. Y pide que me lo tomé con el suero que lleva en su mano izquierda.

Le quitó la pastilla y la dejo rodar por mi garganta para después ingerir el suero.

Stella se pone a limpiar lo que salió de mi cuerpo y lo limpia ella ya que la señora Rosa no le agrada limpiar el vómito, limpia lo que sea menos eso.

Con la pastilla me siento mejor, pero no voy a trabajar, Bastián me dejó en casa junto con mis pequeños, y a Axel, que desde aquí maneja su empresa. Está sentado en una de las sillas que hay en mi habitación. En este momento está realizando una junta con unos inversionistas japoneses por el idioma que trata.