Axel (Terminada Y +18)

Capítulo 16 (Sara)

Feliz Navidad Gatitos!!! Que su navidad este llena de amor y gustos con sus seres queridos!!!

Los adoro 🥰

Camino detrás de Bastián mientras vamos rumbo al avión, estoy nerviosa, tengo seis meses de embrazo y leí muchas paginas donde decía que viajar no ayudaba al embarazo. Subimos al avión y en esta ocasión bajo a todos los santos que conozco para que me protejan junto con mi hijos.

Bastián me sonríe y niega, sabe que tengo mucho miedo. Demasiado como para no soltar mi collar con la cruz de Jesús, no creo mucho en eso pero no esta demás calar mi fe para proteger a los que amo. El avión despega, prometo muchas cosas para que nada me suceda en el avión y que nada les pase a mis bebitos.

-Amor, ve que esté es el primer vuelo de nuestros pequeños-niego mientras aprieto las piernas-Sara no es la primera vez que vuelas en un avión...

-Pero sí la primera vez que llevo a personas importantes-se ríe en vez de tranquilizarme, ¿o será que estoy muy hormonal por el embarazo?

-Te amo.

-Ya lo sé.

El capitán avisa que ya nos podemos levantar, no dudo en ir a donde está Bastián y acostarme en sus piernas, me acurruco en ese lugar tan cómodo que es su cuerpo. Cierro mis ojos mientras respiro el perfume que tanto me encanta que use. Las hormonas no me ayudan, sólo hacen que quiera a Bastián para mí sola. Se pone a leer en voz alta, como si me estuviera leyendo las líneas del bello libro que tanto me gusta, es interesante saber que lee con emoción las palabras que hay en el texto. Abro los ojos para ver el libro digital que tiene en su teléfono y que me lee con detalle, me enderezo un poco mientras sigo su lectura. Vamos tan concentrados en la lectura que no nos percatamos del tiempo o de transcurso de las horas de vuelo.

Ambos estamos disfrutando de esto, de estar con el otro, cierro mis ojos cuando noto que mis bebés patean por primera vez en dos días, pongo la mano de Bastián en ese lugar, sonríe al sentirlas.

-Van ser que me muera de felicidad antes de cargarlos-lo beso un momento cuando nos anuncian que en unos minutos aterrizamos que nos abrochemos los cinturones.

Me regreso a mi lugar y me tranquilizó por el bien de mis bebés. Cierro mis ojos esperando sentir el momento en el que esta cosa metálica me deje en tierra.

Siento el chocar de las llantas en el pavimento, el rugir del motor mientras nos lleva a un lugar seguro, poco a poco la velocidad va disminuyendo. Mis sentidos están alertas a todo lo que haya a mi alrededor. Inhalo y exhalo unas veces hasta que todo se detiene. Llegue a Italia sana y salva con mis pequeños en su lugar todavía moviéndose y siendo alimentados por lo que les doy.

Bajamos del avión y soy la primera en abrazar a Dorian que nos espera junto a un coche negro, mis pequeños deciden que debemos bautizar el aeropuerto, me alejo de los demás para vomitar lo que comí en el avión. Expulso toda mi comida. Genial, allá va lo que quería que se quedará.

Las bellas calles de Italia son muy bonitas, pero lo que más me gusta son las extensiones de puestos que hay, pasamos por un parque con niños jugando en él, ya puedo ver trayendo a mis niños aquí, los gemelos y los que me preparé el futuro. Sin duda quiero más hijos con Bastián, tal vez dos más, si tuviera mala suerte me tocaría otro embarazo doble o puede que hasta triple, voy a rezar para que eso no me suceda. Dorian y Bastián platican algunas cosas en el idioma les entiendo casi todo.

Algo así como de una fiesta de Navidad o de una subasta de caridad, pero que será dentro de siete meses más, mis angelitos ya tendrían como tres meses para ese entonces.