K.E.N.Y.A

24.- Desmantelamiento

Las nanas que trabajaron por años para Happy Sunshine fueron interrogadas una por una por los detectives del caso KENYA dirigido por la asociación de cazadores.

Lucy, ex empleada de guardería, víctima de secuestro, confiesa lo siguiente.

— Eleonor es dueña de una distribuidora de carne humana, disfrazada de asilo en las afueras de la ciudad.
Ashtah maneja una red de prostitución selecta en un casino en el territorio intocable de los bares.
Nathan exhibía y vendía partes humanas exóticas, fue el psiquiátrico destruído por Kurapika.
Yumei mandaba en el tráfico de órganos en el orfanato Happy Sunshine. Y...
El último pero no menos importante, Kim, es pastor de una secta de sacrificios en el templo de salvación de almas, queda cerca de aquí pero hace mucho que escuché que había cerrado.
Eso es todo lo que sé de KENYA, fuí empleada después de pasar años secuestrada, trabajé para Ashtah y después para Yumei.

— Muchas gracias por tu cooperación — dijo Kurapika antes de levantarse de su asiento — trataremos tu caso cuidadosamente para que no seas sancionada por ninguna causa y te pagaremos tratamiento médico psicológico.

— No merezco tanta atención, lo agradezco de corazón. — dijo mientras sollozaba con anhelo y felicidad, como muchos otros rehenes buscaba su libertad que le fue arrebatada y ahora estaba a salvo.

Izunavi llamó a Kurapika luego de que terminara el interrogatorio y expuso la cruda información que verificaba lo dicho con los hechos.

— Kurapika, hemos registrado a todos los niños que pertenecían a este orfanato y al hacer una investigación profunda descubrimos que estos niños no existían en ningún registro de nacimiento del país. Estaban reportados como desaparecidos incluso desde su nacimiento pero Happy Sunshine les cambió el nombre.

— ¿Cuál era la finalidad del orfanato? — preguntó Kurapika.

— Tráfico de órganos en todo el sur del país, temo que muchos de los niños que estaban reportados pudieron haber sido vendidos antes de ayer, el reporte indica que al menos 340 niños habían desaparecido en el estado durante los últimos 5 años, Happy Sunshine siempre había sido motivo de sospecha pero los padres no lograban reconocer a sus hijos cuando iban a visitar el lugar, quizás los ocultaban o alegaban que sus nombres no coincidían con la búsqueda. Seguiremos investigando. Buen trabajo, Kurapika.

— No soy yo a quien deben agradecer. — contestó seriamente guardando un poco de tristeza en sus palabras — Si no fuera por ella, jamás habríamos salido de ese lugar.

Detrás de una sala de espera estabas tú, llevabas 3 días dormida y Kurapika 3 días esperando tu despertar, te excediste y ahora pagabas las consecuencias de arriesgar tu vida.

— Ella ya ha sufrido bastante, es momento de mostrarle un poco de mi agradecimiento. — Kurapika compró un gran ramo de girasoles, el color amarillo representaba la alegría y la energía y por esa razón las escogió para ti, estaba ansioso por verte, estar ahí en el momento que despertaras.

Sumergida en un profundo sueño, con el último recuerdo de la sangre entre tus dedos, un poder exorbitante que salió mal pero a final de cuentas funcionó para salir todos a salvo. Te desmayaste y Kurapika te salvó a tiempo antes de que las columnas fracturadas del sótano echaran abajo toda la estructura.

Entre tus sueños, recuerdos se mezclaron con ellos, un pasado que apenas se integraba de sonidos, sentimientos e imágenes borrosas.

Flash back:

— Ponganla a dormir — aclamó Eleonor como cada noche cuando caminaba por el pasillo exterior a la celda blanca que te pertenecía.

Producto K-005 era tu nombre, obligada a olvidar el tuyo pero nunca lo hiciste. Lo que sí querías borrar de tu mente era todo aquello que pasó a partir de que dejaste a tu pueblo.

Creciendo dentro de una habitación vacía, atrapada y la mayor parte del día dormida a la fuerza. Cómo atracción de un zoológico.

Los visitantes te miraban como a una bestia, excepto él. Kim Tao.

Sus visitas fueron pocas, sólo lo viste un par de veces. La primera fue aquella donde perdiste tu inocencia. Él te prometió la libertad, volver al lado de los tuyos y ser protegida. Lo recordaste como un joven peligroso y manipulador.

Después de haberte jurado todo aquello te pidió a cambio tu cuerpo, siendo una niña de 12 años frente a un chico de 20 no entendías lo que significaba eso.

Rozó su mano por tus piernas hasta llegar a tu vientre y susurró en tu oído.

— Tendrás que cuidar algo por mi durante unos meses, confío en ti — dijo mientras acariciaba la piel de tu estómago.

Resististe todo porque creíste que él cumpliría su parte, tus ojos escarlata brillaban con intensidad cada vez que él entraba en ti. Estabas furiosa, pero no podías defenderte, eras una niña, tenías miedo a morir, a no ver nunca más a tu familia, a ser esclava de aquella oscuridad.

Fin del flashback

— No me lo puedo creer, amiga — exclamó una mujer a su compañera mientras bebían café en un pequeño local — ¿escuchaste las noticias esta mañana? el orfanato Happy Sunshine era un sitio de venta de órganos infantiles.

— Lo acabo de ver en los periódicos, qué desgraciados mounstros eran los dueños de ese lugar, ¿y porqué nadie les puso un alto antes? — contestó la otra mujer para después sorber de su taza.

— Lo hicieron, dicen que anoche estallaron los sótanos de la edificación y rescataron a más de 100 niños con vida reportados como extraviados desde hace 5 años.

— Me alegro que esa gente asquerosa haya sido descubierta, que los encierren a todos. Esos no pueden llamarse humanos.

La amena conversación de las dos mujeres llegó a oídos de una peculiar comensal, vieja y de mirada fría, vestida como clase baja, aparentando pertenecer a la sociedad, la poderosa Ashtah, una de las fundadoras de KENYA.

— Estúpido Yumei — susurró con aquella decepción — ojalá estés muerto en este momento. — finalizó para luego encender un cigarrillo, el estrés la había carcomido aunque no lo demostraba, empezó a tener miedo por primera vez.