16.- Infiltrados en "Y"

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Un helicóptero estaba listo para despegar desde el doceavo piso de un gran condominio, el vehículo privado llevaría hasta el aeropuerto nacional a la letra "E" con rumbo por tiempo indefinido fuera del país.

La mujer de elegante porte, mediana estatura, piel blanca llena de arrugas, cabello canoso por la edad y cubierta de joyas estaba lista para subir, pero una voz conocida le echó a perder los planes.

— Eleonor, acabo de enterarme de algo muy importante, debes escucharme — exigió la otra mujer de cabello negro y corto, más alta y de piel clara, vestida con un abrigo de piel de cocodrilo y un sombrero que cubría la mitad de su rostro.

— Ahora no tengo tiempo, Ashtah, necesito salir a otro lugar — evadió Eleonor caminando hacia el helicóptero.

— No estarás pensando en irte del país ¿o sí? ¿Acaso tienes miedo? — se burló la morena.

— ¿De qué tonterías estás hablando, Ashtah? — Eleonor aún tenía el descaro de mentir estando a punto de escapar pero sabía que en realidad estaba atrapada.

— Oh, nada, si llevas tanta prisa, adelante, espero que Kim no malinterprete tu obvia traición — dijo Ashtah soltando una leve risa hipócrita a su socia.

— ¿Me estás amenazando por tratar de ponerme a salvo? — se defiende Eleonor.

— Claro que no, sólo es un aviso, además iba a decirte algo que te interesaría pero creo que puedo disfrutar yo sola de mi secreto — alardeó Ashtah que conocía el lado débil de Eleonor por los chismes y la ambición material.

— ¿Qué secreto? — preguntó la mujer acercándose a su aliada inversionista.

— El que me hará quedarme con todo el dinero que le pertenecía a Nathan y probablemente también el de Yumei. — exageró Ashtah para llamar la atención de su estúpida socia. Lo logró tal como deseaba ya que hizo que detuvieran las aspas del helicóptero y cancelaran su viaje.

— Me aliaré contigo si me prometes no decirle nada a Kim. — dijo Eleonor tratando de mantener su intento de escape oculto.

— De acuerdo, justamente esperaba esa respuesta ya que yo tampoco confío en él desde que decidió quedarse con la fortuna de Nathan. — confesó Ashtah envidiando el poder de Kim.

— Entonces quieres decir que...

— Sí, querida Eleonor. — se apresuró a decir — Matemos a Kim.

Frenó de golpe al escuchar lo que acababas de decir, no sabía si lo había imaginado o estabas hablando enserio.

— un... ¿un qué? — preguntó incrédulo.

— Un bebé — repetiste logrando hacer que Kurapika te mirara sin entenderlo.

— Pero nos acabamos de conocer... — dijo sin pensarlo y luego se dió cuenta de su estupidez — ¡es decir! no conmigo, ¡claro!

— No, Kurapika. — continuaste diciendo mientras aguantabas tu tristeza — Yo tuve un hijo.

— ¿qué? — el pobre rubio estaba confundido, le sorprendía mucho que se lo dijeras en ese momento y no antes.

— No lo recordaba porque estuve sometida a drogas mucho tiempo, cada día era como un sueño, una pesadilla, recuerda lo que te dije, yo fui un juguete de todo aquel que pagaba por mi. Una de esas tantas personas me dejó embarazada, no me permitieron abortar pero tampoco quedarme con mi hijo, Rusk me convenció de que tendría una mejor vida y mencionó Happy Sunshine, no recordaba ese nombre hasta hoy.

— No puede ser... entonces... significa que...

— Sí, en ese lugar podría estar mi hijo.

— Sólo me habías contado que una vez intentaron obligarte a tener un hijo para saber si heredaban tus ojos escarlata pero que no habían tenido éxito, ¡jamás mencionaste que ese niño siguiera vivo! — dijo subiendo el tono de voz casi exaltado. Era casi como si te estuviera reprendiendo por no haberle dicho antes.

K.E.N.Y.AWhere stories live. Discover now