Cuando La Sangre Seduce | Lucifer x Alastor

♦️#19♦️

"Alas en llamas"

" Yo lo amo Lilith, le entregaría todo aunque quizás ya lo hice aquel día y ni cuenta me di..." aquellas dulces palabras estaban llenas de sinceridad a pesar de haberlas dicho con intenciones de lastimar, no estaban muy lejos de la realidad. Mi mujer golpeó la pared luego de lo que había dejado escapar de mis labios, había sido cruel, muy cruel para ella escuchar una declaración tan fuerte viniendo de mi... Cerré mis ojos y le dediqué una sonrisa, escuchaba atentamente cada paso que marcaban sus tacones, sin embargo, lo ultimo que escuché fue la puerta de mi habitación cerrarse luego de que Lilith la azotara con fuerza por el coraje e impotencia que sentía.

- Vas a arrepentirte... - fue lo único que escuché de sus labios antes de que se resignara a irse dejándome solo.

Yo continuaba en paz hasta que un dolor agudo me forzó a mirar de donde provenía el mismo, al abrir mis ojos mire mis alas las cuales seguían marchitándose de poco en poco, usarlas me hacía débil de una forma lenta, necesitaba más de su dulce y adictiva sangre si quería seguir con vida, pero no podía ir a buscarle ahora, iba a dejar que las cosas se calmaran un poco, luego me dignaría a unirme al show, ¿como?, por favor... Soy Lucifer, estaba completamente seguro de lo que haría a futuro después de todo, aun me queda pendiente pintar mis manos con su majestuoso néctar carmesí.

"De mi no vas a librarte tan fácil cariño."
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La semana había transcurrido muy rápido, como si el tiempo realmente quisiese verme sufrir, ¿qué donde estaba yo?... Me encontraba frente a ese espejo de la discordia, comenzaban a serme claras muchas cosas, pero sin duda una de ellas y la que más me dolía era que le necesitaba, mis ojos perdían su brillo, me costaba sonreír si mis gestos no eran para él, mirar a Charlie a los ojos sin que se diese cuenta que todo esto no estaba siendo más que una terrible pesadilla, una mentira silenciosa que degollaba a los partícipes de esta de una forma sutil, pero que solo yo estaba siendo consiente de ello.

Me daba más que coraje el solo mirar ese anillo entre mis dedos, ¿de que me servía ser un narcisista si al final no estaba pensando en mi?, ¿qué tal si simplemente no me aparecía el día de mañana a esa falsa boda?, podría espumarme así como así y nunca más volver. "Ojalá así de fácil fuesen las cosas" alegaba vagamente en mi cabeza mientras recarga mi frente con las manos apoyadas en ese espejo, repentinamente me pareció ver un segundo reflejo divisarse en el mismo, adivinen quien era...

- Te ves... tan mal, deberías estar sonriendo, mañana es el gran día y no quiero que se desanime la novia - hablo a mis espaldas la mujer alta de labios negros a la par que caminaba en dirección a mi.

- Ambos sabemos que todo esto está mal su alteza. - respondí cortante prestándole poca atención a la reina, aun miraba ese espejo perdido en las esperanzas de volver a verle, me arrepentía tanto de todo aquello que le dije ese día.

Lilith rio parándose justo detrás mío - No lo esperes... Él no va a salvarte de esto - la firmeza en su voz solo alimentaba mi desesperación, enserio quería forzarme a pensar que quizás sólo era un mal sueño y que debía despertar.

Suspire llamando su atención - Mi alteza, usted no entiende ni un poco la estrecha relación entre él y yo... - me di la vuelta quedando frente a frente con ella - No puede deshacer lo que esta hecho, mi reina - la estática estaba bien marcada en aquella oración, estaba jugándome la vida.

- ¿Crees que voy a dejarme intimidar por tu asquerosa apariencia y unas cuantas palabras? - rio con arrogancia cerrando los ojos - Si tanto te quisiera, ¿no crees que ya hubiese hecho algo?, oh espera... - abrió los ojos apuntándome con su mano derecha - Es verdad que le dijiste que no querías volver a verlo, su drama casi acaba con medio infierno... - hablo entre dientes terminando por bajar su mano.