Cuando La Sangre Seduce | Lucifer x Alastor

♦️#10♦️

"Penas y tragos"

Veía como a mi alrededor poco a poco todo aquello que había planeado días atrás con suma delicadeza tomando en cuenta todos los puntos débiles, se caía sobre mí arrasando con todo incluyendo mi código moral, joder porque si ya no era un maldito humano me sentía como uno, todas estas emociones y sentimientos me hacían sentirme débil aunque a final de cuentas lo era en realidad...

¿Que como iban las cosas en el hotel después de que Vaggie lo supiese?, sentía todas las miradas por encima mío como si quisieran sacarme la verdad a la fuerza penetrando en mi orgullo que de alguna manera ya estaba hecho mierda desde aquella noche con Lucifer. Una semana había pasado exactamente desde ese incómodo momento, no sabía nada de "él" lo cual me inquietaba, quizás solo estaba muy ocupado con sus asuntos reales, pero es que... Maldita sea ni un mensaje suyo tenía, ni una llamada, ni una sola señal de ese hijo de puta que se había metido en mi frió y muerto corazón.

No tenía idea del porqué tan repentinamente parecía que ya no era importante para él en lo absoluto, los días transcurrían volviéndome loco, el primer mes fue el peor. Lo soñaba, lo deseaba, sin embargo, a cambio solo podía conformarme con Charlie y sus travesuras de adolescente, sonara mal pero ya habían reclamado su piel sin sentir absolutamente nada por ella, recuerdo como mis manos recorrían su cuerpo desnudo después de una "romántica" cena, lo peor era que en cada maldito tacto era consolado por las ganas de que fuese Lucifer quien recibía mis caricias.

Jamás había llorado y no, no lo hice, simplemente me ganaba el coraje haciéndome golpear aquel espejo donde tuve mi primer roce con él, ¿¡joder a caso no soy lo suficientemente bueno para ti Luci!?, jaja... Pensar que en solo a días de conocerlo había sido capaz de lograr hacerme cambiar de tantas maneras que ni yo mismo era capaz de reconocerme ya, extrañaba su aroma tan cercas mío, esa dulce colonia que sudaba su cuerpo haciéndome perder la decencia porque en si la dignidad ya la daba por perdida desde esa primera noche...

Estaba hecho una mierda por dentro, claro que mi imagen nunca cambiaba porque era un maldito perfeccionista al que le gustaba cargar sus problemas por si solo, aun así me miraba en ese odioso espejo, veía mis ojeras a causa del insomnio, era un total asco... "toc toc" al parecer alguien tocaba a la puerta de mi departamento interrumpiendo mis miserables lamentos inmaduros provocados por ese asqueroso sentimiento que llevaba por nombre "amor."

- Quien sea lárguese, no estoy para recibir visitas de nadie... - alegaba con voz entre cortada como si fuese a morirme en cualquier momento al pasar por tanta "soledad."

- ¿Ni siquiera de tu novia? - pero claro que reconocía a la persona que estaba detrás de la puerta, siendo aquella chiquilla de cabellos rubios me veía obligado a abrir la puerta para dejarla pasar.

- Oh... Dame un momento Charlie - podía haber disimulado aquel desastre que había por todo mi departamento, pero me sentía agotado como para usar mis poderes por más mínima que fuese la tarea a cumplir.

- Oye Ali, tengo dos días sin saber nada de ti... Y me preocupa tu estado de ánimo tan... bipolar - hablaba preocupada mientras entraba buscándome con la mirada, cuando se dio cuenta que estaba detrás ella casi muere del susto al verme.

- Disculpa querida mía no te escuché, ¿qué fue lo que dijiste? - la tome entre mis brazos dejando un tierno beso sobre su frente, ese tipo de cosas siempre la hacían quedar colorada, se veía linda de cierta manera.