Cuando La Sangre Seduce | Lucifer x Alastor

♦️#15♦️

"¿Pero a que costó?"

Ese primer mes fue el más doloroso de todos, en nuestras cenas familiares Charlie solía contarnos sin falta lo feliz que era con él, Lilith estaba feliz por ella, le gustaba mirar cómo sufría, ¿pero qué más da?, me lo merecía por serle infiel a la mujer más hermosa del infierno. Pensar que solo fue por curiosidad que me atreví a cruzarme en su vida, ese mismo día que me metí "en sus sueños", cuando lo invité a la fiesta, cuando comencé a visitarlo, ¡joder!, yo no podía seguir así, necesitaba de él para sobrevivir, mis ojos estaban comenzando a perder su brillo a causa de su ausencia.

Tenía que buscar la manera de olvidarlo, ya no dejaría que seguirá haciéndome daño, necesitaba salir adelante, pero eso solo hizo que terminase metiéndome con quien no debía... Un día como cualquier otro caminando melancólico por las calles que rodeaban esa casa, "nuestra casa", después de haber hecho mi desastre por intentar controlar el dolor que existía dentro de mi sin éxito alguno, me topé con un demonio en especial...

- Mirar el suelo no parece soy muy divertido, ¿no es así? - escuché una voz que me sacó de mis lamento haciendo actuar "natural."

- ¿Tu eres? - levante la mirada, un demonio de traje negro estaba frente mío, su aspecto no me terminaba de gustar en lo absoluto.

- Oh vaya... Soy Vox y si no me equivoco eres... ¿Lucifer? - su expresión parecía ser de sorpresa pero a la vez llevaba un poco de miedo en ella.

- En efecto... - comencé a caminar nuevamente, ese tal Vox parecía que me seguiría el paso.

- Jamás imagine tener el gusto de conocerle en persona majestad... - me elogiaba mientras seguía mi paso.

- El gusto es mío... supongo - estaba caminando sin rumbo alguno, le escuchaba hablar, pero en mi mente solo yacía la imagen de aquel ciervo pelirrojo.

- Em... ¿Hay algo que le molesta cierto?, ¿qué tal si vamos con unos amigos a pasar el rato? - se atrevió a colocar su mano sobre mi hombro para detenerme.

Suspire - No soy como cualquiera de esos que puedes llevar a tu cama así como así "Voxi" - lo mire con toda seriedad y este dio un paso hacia atrás por instinto.

- Oh majestad, me está mal interpretando - rio sarcástico - Acompáñeme, es solo para que salga de su rutina, no habrá sexo... Dudo que a la señorita Lilith le guste la idea - sonrío extendiendo su mano como invitación.

- Vale, solo aleja eso de mi - reí fingidamente para seguir - Porque si me tocas una vez más pondré tu cuerpo con las entrañas hacia a afuera - me reí con la expresión en su cara y simplemente lo pase de largo.

Termino por llevarme a la casa de uno de sus amigos, este se hacía llamar "Valentino." Se la mantenían hablando en su mayoría acompañado chistes sexuales, lo único que les pedí era que no dijesen mi nombre a nadie, ya que, no me imagino que pasaría si el infierno se entera que alguien como yo estaba en una de esas fiestas estupidas que estaba de por sí llena de actores porno...

Vox parecía querer sacarme conversación cada que se le presentaba la ausencia de Valentino, en esa "casa" había severo desastre, no era una gran cantidad de pecadores como lo habían sido en mi fiesta, pero con la música a todo lo que da y esas luces de neón que adornaban casi toda la casa era suficiente por así decirlo. Aquel demonio planeaba algo, yo lo sabía mucho antes de que él siquiera lo comenzase, después de todo soy el demonio más poderoso del infierno, mis habilidades eran de las mejores.

- Creo que la música está muy fuerte... ¿qué tal si vamos a un lugar menos ruidoso para poder seguir conversando? - cuestionó Vox levantándose de su asiento, normalmente me negaría, pero de igual manera podía desaparecer de ahí mismo cuando quisiese.