♦️#4♦️

13.7K 1K 693
                                    

" Hablemos "

Su voz sonaba muy agresiva al finalizar con esa pregunta, tomó su bastón estirándolo hasta por debajo de mi cuello subiendo mi mirada lentamente hasta la de él, rió por lo bajo y colocó su sombrero a un lado del escritorio que estaba frente a ambos manteniéndonos uno lejos del otro en todo caso. Era como si disfrutase el tenerme de esta manera pero si aquello solo había sido un sueño yo no iba a quedarme atrás, aparte su bastón de mi cuello rápidamente jalándolo con fuerza para que se acercase a mi.

- Ya te habías tardado en venir a buscarme... - su voz sonaba seductora como si me insitara a hacer cosas indebidas.

- No lo buscaba a usted majestad.- dije entre dientes soltando su bastón mientras me inclinaba en mi asiento.

- ¿Y entonces a quien?, ¿A mi hija? - rio falsamente levantándose de su lugar rodeando el escritorio.

- Charlie es mi prioridad, hoy no se sentía del nada bien. - aparte mi mirada de él disimulando ver los cuadros que había al rededor de la habitación.

- Oh ya veo, ¿entonces por qué no estabas ahí cuando peleo con su novia? - se posó detrás de mi asiento recargando sus manos en el mismo - ¿tenias algo más importante que hacer acaso? - término por colocar su mano izquierda en mi hombro.

- Nunca escuche la pelea, siquiera sa... - sentí un dolor intenso que me impidió continuar hablando, había apretado mi hombro hundiendo levemente sus afiladas uñas en el.

- Mientes... - su cabeza pasó por mi lado derecho lamiendo mi cuello de manera lenta rosándome un poco con sus dientes.

- ¡¿Que mierda hac... - apartó su mano de mi hombro llevándola hasta mi boca para taparla a la fuerza evitando que pudiese decir algo más.

No iba a rendirme tan pronto así que reaparecí detrás suyo dispuesto a atacarlo sin pensarlo dos veces, pero antes de que pudiese ponerle una mano encima me detuvo con solo mover una de sus manos, estaba inmóvil y mis poderes no respondían haciéndome sentir tan insignificante a la par de él, se burló en mi cara llenándome de coraje, ¿pero que jodida necesidad de hacerme esto? pensé muy frustrado sin apartar mi mirada de la suya, no era nada en comparación con él, es que era el maldito gobernante del infierno por algo. "Solo a un estupido como tú se le ocurre intentar atacarlo encima estando en sus propios dominios".

- Que molesto, ¿no le tienes respeto a tu rey? - alegó molesto, se acercó nuevamente y me beso sin más de forma sorpresiva.

Oh no, eran esos labios de nuevo solo que esta vez era totalmente ¿real?, ya podía moverme, pero mis poderes se negaban a obedecerme en ese momento como en aquel sueño me sentía como si me hubiese drogado, me arrincono contra la pared dándose el lujo de tenerme completamente a su merced, lo mire una vez más a los ojos... Esos mismos por los cuales era capaz de observarse el universo entero, los besos iban poco a poco intensificándose, mordía mis labios exactamente como en ese sueño, pero el sabor de sus labios era único.

Sin detenerse en ningún momento me cargo para sentarme encima de su escritorio con delicadeza, se separó un poco solo para apreciar mi expresión perdida de gozo mientras se quitaba el chaleco de ese lindo traje blanco, mis ojos me traicionaban queriendo apreciar cada detalle de lo que estaba sucediendo frente mío, algo que me llamo mucho la atención fue como mordió la palma de su mano hasta hacerla sangrar y después beber un poco de ese líquido rojo a la par de que impregnaba sus labios del mismo, volvió a terminar con la poca distancia entre ambos obligándome a probar su amarga, pero apetitosa sangre.

Se dio paso hacia mi cuello mordiéndolo por encima de mi ropa generándome uno que otro suspiro, me preguntaba como se sentiría si realmente pudiese tocar mi piel al desnudo, tiro de mi moño deshaciéndolo siguiendo con bajar un poco mi chaleco quitando uno que otro botón del mismo hasta que pudiese deslizar una de sus manos por debajo de mi camisa rosándome con sus filosas uñas de forma suave, busque sus labios de nuevo deseoso de su sangre como cualquier demonio ansiando probar una vez más su viciosa droga, me tenía tan mal.

Lucifer noto mi desesperada búsqueda y terminó riéndose con ternura sin olvidar complacerme al terminar, me jalo del cuello de forma brusca para besarnos, pero ese último fue un beso que perduró por un tiempo considerable hasta que la necesidad de aire nos obligó a separarnos, un fino hilo de sangre nos unía, nuestros labios estaban goteando sangre del contrario, la respiración de ambos estaba muy agitada con un cálido aliento que compartíamos...

- Suficiente, si continuó así podría matarte aquí mismo. - se separó de manera considerable acariciando mi mejilla con cariño.

- Eso no sería divertido... - hablé con dificultad, mi cabeza daba vueltas posiblemente por la presente falta de sangre.

- Pobre pedacito de algodón de azúcar, mira nada más como te dejé. - se estiró tomando su sombrero y me lo puso apreciándome como si fuese un niño.

- No me hables así, no soy un niño. - reproche molesto acomodando mi lente.

- No, pero quizás no sea la última vez que me divierta un poco contigo. - sonrío más que nunca apartándose por completo, me dio la espalda - Ahora ponte lindo porque quiero verte esta noche en la fiesta. - salió de la habitación dejándome solo.

¿Por que me deje?... No sé qué había en él, pero hacía que todos mis sistemas fallaran dejándome inmune solo con sus besos, me levante de aquel escritorio blanco finamente tallado en madera, tambaleaba mareado aún quizás era porque aún sentía el sabor de su sangre en mi boca, su veneno fluía por mi cuerpo todavía, con paso forzados me senté en el sofá que había en ese lugar tratando de calmarme. Sentado recorrí la habitación con mi vista y me percaté que había olvidado su chaleco, me estire para tomarlo y bueno... sí... Lo abrace oliendo su inconfundible fragancia.

- ¡Alastor!, ¡¿sigues ahí?! - era Charlie al otro lado de la puerta gritando por mi.

- Oh, pasa cariño aquí estoy. - rápidamente me acomode un poco la ropa y me deshice de aquella prenda color blanco sin olvidar retirar el exceso de sangre.

- ¿Como te fue con mi padre? - entro rápidamente para acomodarse a mi lado en el sofá.

- Bien... ¿cómo estaba tu madre? - intente evadir el tema porque en mi sano juicio me daba asco pensar en lo que había sucedido hace unos minutos atrás.

- Pues hasta eso normal, peleaba con los encargados de la decoración ya sabes - ambos reímos era verdad que Lilith era muy especial con las cosas que hacía.

- ¿Puedo saber qué pasó con Vaggie? - la mire de forma sincera porque no quería que volviese a llorar por esa estupida.

- Em... Trate de hablar con ella pero... - hizo una pausa apartando su mirada de la mía cabizbaja - Digamos que se me escapó decirle que me gustabas cuando no planeaba hacerlo. - pude escuchar toda su preocupación en un solo suspiro suyo.

- Hmm, no es tu culpa, solo quisiste ser sincera y eso está bien cariño. - le sonreí abrazándola con fuerza en mi pecho, ella solo escondió su cabeza.

- No quería que las cosas terminaran así, alguna vez fuimos buenas amigas incluso en tiempos difíciles. - pude apreciar cómo comenzaba a sollozar estando en mis brazos.

- Mírame, no quiero que llores más, ya verás que las cosas saldrán bien. - tome su pequeña cabeza levantándola hasta que me mirase nuevamente, con mi otra mano libre seque con delicadeza sus lágrimas.

Aquella niña rubia me miro con amor, de alguna manera agradecía que yo la estuviese apoyando desde un principio, si bien yo no era capaz de amarla como posiblemente ella lo llegaría a hacer, siempre la vi como una gran persona que piensa que todo va a salir bien sea como sea que esté la situación, al final es una gran amiga y es verdad que lo que le estaba haciendo no estaba para nada bien, pero vamos soy un maldito sin sentimientos después de todo.

Aquella inocente chica al sentirse mejor sugirió que volviésemos al hotel, ella estaba obligada a asistir a dicha fiesta, pero quería hacerlo vestida para impresionar a todos los demás demonios esa noche, no está demás mencionar que me rogó porque fuese yo su acompañante esa noche, no podía negarme, sin embargo, le dije que sería más razonable que por lo menos intentara convencer a Vaggie de ir con ella para que así pudiese intentar reconciliar su amistad con ella haciéndole ver que aún formaba parte de su vida, claro esta que ella no dio un no por respuesta de todas maneras la quería aun... sin mencionar que yo ya había quedado con alguien más.

Cuando La Sangre Seduce | Lucifer x AlastorWhere stories live. Discover now