— Te ves feliz. — susurró Seokjin sobre el oído de Jimin. Estaban por montar en la montaña rusa más grande del parque y había demasiado ruido alrededor, así que el más alto le habló desde lo más cerca que pudo al estar parado detrás de él —. Tienes que agradecer, ¿no? Fue mi idea. — riendo, posó su mano derecha sobre la cintura de Jimin y tiró del chico hacia su cuerpo.

— No te agradecería nada, ni siquiera que me salvaras la vida. — rodó los ojos, pellizcando la mano de Seokjin para que la quitase. El rubio rió divertido, haciéndole caso a Jimin y apartándose.

— No sé por qué eres así conmigo, seríamos un dúo sensacional. — parándose ahora a su lado, le guiñó un ojo —. Sólo piensa en ello un poco.

— No me hagas pensar en ti durante las vueltas en la montaña rusa o saldré vomitando de allí. — Jimin le golpeó el pecho, esta vez usando más fuerza que cuando lo pellizcó. Aquella acción sólo hizo que Jin sonriera con diversión.

— Me gustaría ver eso. Así que hazlo, rubio. Piensa en mí.  

— Juro que voy a tirarte de la vagoneta. — Jimin finalmente lo miró a los ojos, y todo lo que pudo ver Seokjin fue una mirada enfadada y unas mejillas sonrojadas.

— Recordaré no subirme a ninguna atracción contigo hoy. — sonrió victorioso cuando Jimin se quejó, cruzándose de brazos.

— No verás venir la siguiente, pequeña tarántula peluda y fea. Te lo juro.

— Me parece que seré yo el que te tire de una vagoneta, mi querido Jimin. — riéndose, lo tomó del cuello de su camisa y lo impulsó hacia él —. Hoy vas a morir.

— A mí me parece que tienes más ganas de besarme que de matarme. — burlón y pícaro, Jimin lo miró con aires de superioridad mientras lamía sus labios.

— Pues yo también noté que te gustó el beso. — Seokjin también se burló, haciendo a Jimin fruncir su entrecejo.

— ¡Fue tan espantoso cómo tú! — empujándolo, logró apartarlo.

— ¡Tú no besas bien! — le respondió Jin, devolviéndole el empujón —. Tus novias no te lo decían por lástima, seguramente.

— ¡Te voy a cortar la polla y haré que te la tra-

Antes de que terminara de decirlo, Seokjin le tapó la boca con su mano. — shhh, hay niños aquí. — intentando controlar sus risas, Seokjin observó a su alrededor y finalmente se dio cuenta de lo mucho que habían llamado la atención.

Hey, vamos. — pidió Taehyung, que estaba abrazado al brazo de Jungkook, quién sólo intentaba quitárselo de encima. Seokjin rió al verlos — ¡Ya casi llegamos!

Con Jimin entre sus brazos y aún tapándole la boca, Seokjin fue hacia sus amigos. Y entonces sintió los dientes de Jimin clavarse en su mano, y gritó.

— ¡Maldito come gente!

Sería un día interesante para los cuatro, ya que jamás habían pasado toda una tarde juntos. Seokjin no solía unirse a las salidas de Taehyung y Jungkook, y Jimin era nuevo en el grupo.

COFFEES AND BOOKS 桜狩り; kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora