Aprendiz de los doce magos | [Harry Potter Fanfiction]

James otra vez por acá

Nexo en el que James exige su protagonismo y yo no sé cómo demonios nombrar lo que este chico hace. Domina mi imaginación, lo siento. 

Soltó un último golpe a la puerta y bufó, exhalando toda la furia de su sistema. Nada de eso fue suficiente para liberarse de cómo le haría pagar esa a Christian Rudd's.

Era poco más de media noche y, tal vez si él hubiese vuelto temprano a su recamara no estaría en ese problema. Tenía la estúpida costumbre de vagar por el castillo luego del toque de queda, le gustaba arriesgarse un poco antes de irse a dormir, además le ayudaba a pensar en lo que sucedía a lo largo del día; aquella noche no iba a desaprovechar la oportunidad de despistar a los Hufflepuff que se encargaban de seguirlo a cada instante.

Y como mencioné, él quería pensar.

Porque ese último mes fue muy distinto, trajo cambios y también era complicado. Primero, el hecho de que cada día hacia una relación mas y mas fuerte con Raydan MacDougal, el Gryffindor solitario era muy agradable y le extrañaba que nadie además de Christian y él quisiera aproximarse a él. Eso, y el extraño acercamiento que tenía con la chica Sheathes. Su trato iba de un extremo a otro, y eso que, a ciencia cierta, no llevaban compartiendo muchos. Porque o estaban hechizándose, o terminaban en un armario prohibido más cerca de lo que se marcaría como completamente sano.

Y es que después de aquello no volvieron a intercambiar palabra. ¿Por qué en todo el planeta, la sola idea de hablar con Lena Sheathes sobre eso, resulta tan ridículamente difícil? Vaya que tenían asuntos personales que resolver.

¿Cómo demonios le hacía para aproximarse a Lena luego de lo que pasó? No podía evitar el retroceder al encontrarla por los pasillos. Siempre iba de un lado a otro, con ese aire de misterio del cual nadie, según él, se había enterado. Pero bien podría hacer una pequeña excepción para aclarar su problema. James no era un pervertido, debía decirle que solo fue una reacción natural, de adolescentes con hormonas. También, si de plano no quería eso, bien podrían hablar respecto al tema principal de por qué estaban ahí en primer lugar.

No era cosa de otro mundo la amistad que Rose Weasley, Natalie Nott, Thomas Sheathes, Bastian Nott y la otra chica tenían, pero lo que sí era de extrañarse, era el lio que traían con el dichoso amuleto. Todo ello mas el ataque en las gradas... Había algo muy sospechoso.

— ¿Potter?

La grave voz de Aleksander Storm lo sacó de su ensimismamiento. Sus pies lo habían conducido a la Sala Común que por lo visto, ya no estaba tan solitaria como cuando recién llegó. Pero lo que lo hizo acercarse más a Aleksander, fue su nuevo aspecto. Pasó de presumir una cabellera larga y sus rastros de barba, a tener el cabello completamente rapado de los lados, mientras en la coronilla era solo un poco más largo y, sin un solo pelo en el rostro. Parecía otro.

—Buenas noches, Storm.

— ¿Ahora que ya no le hablo a Lena pasé a ser Storm?

James rió, pues no estaba al tanto de aquello pero una acusación de ese tipo, viniendo de él, le parecía divertida.

—Yo solo devuelvo la misma moneda, Aleks. —Se encogió de hombros y pasó a sentarse en el sofá frente al castaño, la poca iluminación de la chimenea ofrecía un buen lugar para relajarse—. ¿Y qué haces despierto acá?

—El insomnio hace cosas que uno no se espera.

— ¿Por Lena?

—Algo así... no solo ella, ¿tú qué haces por acá? —Se cruzó de brazos y analizó al azabache, con la idea de no tocar el tema de la pelirroja.