Cuando La Luz Se Oscurece. +18 [BillDip]

Cuando la luz se oscurece.

El rubio salía de trabajar, caminó directo al hospital sin detenerse, las enfermeras ya lo conocían y se llevaban bien con él a pesar de que nunca sonreía ni hablaba mucho, cuidaban muy bien del menor y su estado personal, limpiaban su cuerpo, cortaban su cabello y uñas, realizaban fisioterapia y le leían los libros que el mayor les pedía para cuando él no estaba, con el tiempo incluso habían puesto un sofá cerca de la cama para que él estuviera cómodo.

- Hola Pino, hoy logré salir más temprano para verte.

Bill puso música instrumental a bajo volumen, mientras revisaba unos papeles y echaba un vistazo al castaño de vez en cuando, en un momento se quedó dormido y una de las chicas entró a la habitación y puso una cobija sobre él, otra apareció en la puerta.

- Como alguien puede estar tan enamorado para esperar tanto tiempo? Es tan romántico y a la vez tan triste.

Murmuró la que organizaba los papeles del mayor sobre una mesa.

- Es cierto, ya es más de un año, incluso el doctor sugirió una eutanasia y él se negó sin siquiera pensarlo, además la familia lo apoyo en su decisión.

- Cuando veo tan cansado al señor Bill, en verdad me da mucha pena por él, deseo con todo mi corazón que el señor Dipper despierte y puedan estar juntos.

- Yo también en verdad lo deseo, no sé cuánto más pueda resistir ese hombre sin su amado.

Cuando el rubio despertó, el sol ya se estaba ocultado y solo algunos rayos entraban por la ventana, había dormido un par de horas así que continuó con su trabajo, de pronto, escuchó un sonido de movimiento en la cama de Dipper, observó detenidamente de arriba a abajo y al ver de nuevo el rostro del castaño, vio que la línea entre sus cejas se arrugaba un poco y que seguido de esto él abrió sus ojos, la luz le molestaba un poco hasta que se acostumbró.

- Bill?

El mayor sólo sonrió sin dejar de mirarlo, no podía creerlo, seguramente debía tratarse de uno de los tantos sueños como este que ya había tenido, que sueño tan cruel, extendió su mano hacia la mejilla del contrario quién puso la mano sobre la de él y aclaró su garganta.

- Me siento muy... Cansado, y como si hubiera despertado de... Un sueño muy largo.

- Aún en mis sueños luces tan hermoso Pino.

- No... Estoy seguro de si es un sueño. Me ayudas a sentar?

El rubio lo sostuvo con cuidado, el chico estaba muy delgado, cuando lo ayudó a sentarse se quedó mirándolo de nuevo.

- Quieres... Darme un... Abrazo?

Enserio Bill quería despertar, aquel sueño lo estaba haciendo sufrir demasiado, se acercó entonces al menor envolviéndolo en sus brazos.

- Te amo Bill... Estoy... De vuelta.

Le dijo al oído, el mayor lo abrazó más fuerte y cuando se apartó para mirar su rostro de nuevo, el castaño acarició su mejilla y trató de limpiar las lágrimas que caían sin cesar, inevitablemente él también lloró, cuánto había sufrido Bill para llorar de aquella manera? Se abrazó a su pecho sin dejar de llorar y entonces acarició sus cabellos dorados.

- Espere tanto este momento Pino.

- Yo también.

No se puede describir la dicha qué se desató en el hospital cuando todos se enteraron de la noticia, era increíble que aquel chico hubiera despertado, con total seguridad aquella era una historia digna de contar a los visitantes y pacientes que llegarán al lugar.