Cuando La Luz Se Oscurece. +18 [BillDip]

☔Perdonando el pasado, cosas que nunca cambiarán.

Decidieron regresar al apartamento como Dipper había querido, en sí el camino de Gravity Falls hasta allí no era muy largo, al llegar entre los dos prepararon algo de comer y luego de lavar los platos, inesperadamente el castaño besó al rubio y sosteniéndose de sus hombros saltó para envolverlo con sus piernas como jugando, el mayor lo sujetó y caminó hacia el sofá para sentarse mientras le hacía cosquillas con su boca en el cuello.

—Bill, abrázame.

Le dijo el castaño cuando lo soltó para mirarlo, Dipper entonces lo besó de nuevo con más ansias, su amor y deseo por Bill no se desvanecían ni un poco, extrañaba aquella sensación placentera que lo hacía olvidar todo, y ahora en más quería olvidar todo por un momento, se acercó más a él mientras acariciaba sus cabellos dorados, suspiró al sentir la mano del contrario acariciando su torso y luego sujetando su cintura con suavidad.

—No sabes cuánto quiero hacerlo, pero, estás muy débil, no quiero hacerte daño.

—Te necesito Bill, por favor.

—Yo también te necesito.

—Estaré bien, te lo prometo.

Bill lo besó y lo acarició con ternura, lo llevó a la cama y allí le quitó la túnica y se tomó bastante tiempo para prepararlo, dejando marcas de besos y acariciando en todas partes, quería que el castaño sólo sintiera placer, y pronto escuchó su dulce voz rogándole que fuera más allá, tan gentil como pudo, se abrió paso en el interior cálido y estrecho del menor que lo abrazó gimiendo al tiempo que era penetrado.

—Te duele? Debería...?

—No...Es que... Ha pasado un tiempo... Se siente muy bien.

— Es cierto, no tienes idea de cuánto quería sentirme dentro de ti.

Bill terminó de entrar, y luego lo besó mientras empezó a moverse lentamente, escuchar los gemidos de su castaño con cada vaivén lo estaban enloqueciendo, en verdad se sentía bastante bien, se sentía como si no lo hubieran hecho en mucho tiempo, el placer los invadía cada vez más con cada roce de sus cuerpos.

Dipper le pidió que lo levantará para quedar sentado sobre él, de esta manera el mayor podía entrar más profundo y podían estar más cerca mirándose el uno al otro.

El rubio sujetaba la cintura del menor mientras que el chico sólo se derretía en placer besándolo y jugueteando con sus lenguas, luego abrazó a Bill y susurró en su oído.

—Te amo.... Y te amaré... Por siempre Bill.

— Yo te amaré por toda la eternidad Pino.

Cómo se sentían de a gusto sus cuerpos, tan satisfechos y felices de estar juntos de nuevo, hacer el amor siempre era un sensación indescriptible, era tierno y salvaje, era doloroso y placentero, y traía de alguna manera caos y tranquilidad a sus almas, almas que en ese momento también sufrían, sabiendo dentro de sí que esta podría ser la última vez que sus cuerpos se abrazaran.

—Creo que me vendré... Se siente increíble...Bill... Ngh... Ah.

—Yo también... Pino.

—Bill... Bill.

Mientras se miraban y sonreían, sus respiraciones se calmaron poco a poco, habían acabado muy rápido, estaban un poco sobreexcitados y ansiosos de coger y ser cogido, de amar y ser amado, de esconder una tristeza que se colaba de a poco en sus corazones. Y como despojarse del placer haciéndolo solo una vez era simplemente imposible, hicieron el amor varias veces más, con mucho cuidado y sin prisa, como si fuera cualquier día en el que no querían extravagancias, sino solo sentir que se pertenecían el uno al otro.