Toque de queda | Hero Fiennes

Capítulo 46. H | Noche

No sé si recuerdan lo último, pero les dejo un pequeño recordatorio; Alena está en el hospital por culpa de Travis, y ahora Hero sabe la verdad.

Hero

La veo frente a mí; tan impaciente y desesperada sin saber que hacer. Simplemente me dan ganas de abrazarla y aferrarla a mi pecho con fuerza. Y eso hago.
   La tomo y ella no parece querer resistirse, es algo que necesita. Que ambos necesitamos. Jamás en mi vida había tenido la necesidad de estar con alguien y proteger a esa persona aun y me costara la vida. Pero un día llegó Sam, con su indiferente e importante presencia, y volteo mi vida de cabeza.

No sé que mierda hacer con todo este problema. La quiero a mi lado, quiero cuidarla y besarla todos los días de mi vida. Seguramente si Dean estuviera conmigo en estos momentos, me golpearía y me diría que no la dejara sola jamás. Justamente lo que él trató de hacer por Emily.
   Carajo... me siento perdido.

El aire fresco de la madrugada desaparece cuando sus manos se aferran a mi espalda y yo escondo mi cara en su cuello. Huele a una combinación extraña entre frutas y vainilla, tan perfecta.

—Digas lo que digas no me alejaré de ti ahora— gruño y escucho su triste carcajada.

—Lo sé.

—Saliste corriendo como loca— me burlo y ella ríe ante ello. —, seguramente Alena estará preocupada.

Dicho esto, comenzamos a caminar con lentitud hacia el hospital, nuevamente. Paso uno de mis brazos por el cuello de Sam mientras ella abraza mi torso.

Cuando cruzamos las puertas de urgencias, el cálido ambiente se siente más acogedor que afuera. Sin embargo, la tención se complica cuando llegamos hasta la sala de espera y Jeff nos observa atónito.

—¿Se supone que debo aceptar esto?— él pregunta, llamando la atención de John y Gael.

—Jeff...

Miro a Sam por un momento, quien se ha separado de mi para caminar hacia su amigo de una forma lenta pero firme. Jeff ve su rostro por unos instantes con indignación, para después verme a mí.

—Olvídalo.

El moreno toma su chaqueta y desaparece de la estancia en tan sólo un segundo. Sam me da la espalda, pero puedo asegurar que la ha desanimado completamente. Coloco mis manos sobre sus hombros para después sentarnos en una de la sillas en espera de noticias.

—Marie entró a ver a Alena— Gael nos informa y Sam asiente. —, saldrá en cualquier momento.

—Estoy cansado de esta mierda— John masculle. —. Quiero dormir.

Sam recarga su rostro sobre mi hombro y suspira con pesadez. Tiene unas ojeras demasiado notorias y sus ojos rojos.

—Tienes que dormir— le digo. —, tienes un examen dentro de seis horas y seguramente tus padres están preocupados.

—No dejaré a Alena sola.

—Yo estaré con ella, y si pasa algo te avisaré.— Gael nos interrumpe con una sonrisa igual de cansada que el resto de los presentes.

Sam duda un par de segundos, pero al final accede poniéndose de pie con lentitud.

—Chicos, ¿pueden llevarme a casa?— John pregunta y yo asiento.

Todos nos despedimos de Gael y le prometemos que por la mañana volveremos para estar con él.
   Sam se adelanta y camina frente a nosotros con un paso cansado.