Capítulo 10. S | Cena

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Sam

—¿Qué...? No— niego con la cabeza rápidamente y él frunce el ceño. —. Tienes que irte.

Él mete ambas manos en sus pantalones para después suspirar sin mover un sólo pié. No sé que demonios hace en mi casa justamente de noche. No necesito que me cause problemas.

—No me iré hasta que hablemos.— sentencia.

—No hay nada de que hablar.— susurro.

Hero me mira sin entender el por qué susurro. Sin embargo, sigue sin moverse. Lo miro desafiante, pero eso no sirve en lo absoluto. Ruego al cielo que tome conciencia y se largue de una vez por todas. Pero no lo hace. Mantiene la misma postura mirándome fijamente. 

—Por favor...— suplico.

—Tenemos que hablar.— repite.

Ruedo los ojos y sin maldecir mucho, accedo. No se irá si no lo hago, y en serio necesito que se largue ahora mismo.
   Cierro la puerta detrás de mí antes de que alguien dentro pueda interrumpirnos. Cruzo mis brazos frente a mi pecho en espera de que suelte todo un argumento del que no estoy consciente.

—Lo siento.

Abro los ojos, esperando a que continúe, pero no lo hace.
   «Maldición Hero... ¿por qué ahora?»

—Yo...— trata de proseguir.

No obstante, la puerta es abierta a mis espaldas con brusquedad y entonces aparece la figura cálida y autoritaria de mi madre. Me mira y después mira a Hero, quien le sonríe por lo bajo y ella le regresa la acción, pero marcando una sonrisa mucho más amigable.

—¿Quién es?— pregunta hacia mi dirección.

—Es un amigo.— miento.

«¿Amigo?» ¿En realidad, el chico que se encuentra frente a mí es mi amigo? No. Claro que no.

—Me llamo Hero... mucho gusto, señora.

Ambos se estrechan las manos y mi mamá le dedica una mirada linda y dulce.
   Maldición, conozco esa mirada, pues me mira con complicidad y cuando estoy a punto de pedirle que hablemos a solas, suelta:

—Hero, ¿quieres pasar a cenar? Todos los amigos de Sam son bienvenidos.

«Maldición, mamá»

Miro a Hero, pidiéndole —ó más bien rogándole— que se niegue a la invitación de mi madre, con una mirada fija y dura.

—Me encantaría.

«Me encantaría... pero tengo que irme» ¡Por favor! No necesito tenerlo cerca. Necesito que se largue y deje de intentar ser una constante en mi vida.

—Pasa... entonces.

Mi madre desaparece hacia el comedor nuevamente, dejándome a solas con Hero. Le dedico una mirada asesina y él se burla de ello extendiendo la mano hacia la puerta para indicarme que entre.

—Hablaremos después de la cena.— dice.

No puede estar hablando en serio. Después de la cena, se irá. No tiene nada que hablar conmigo, no tengo algo interesante que escucharle.

Cierro la puerta y camino junto a Hero al comedor. Él recibe la atención de toda mi familia junto a la de Jeff.

—¿Quién es él?— pregunta mi padre.

—Un amigo— vuelvo a mentir y me empiezo a incomodar. —. Se llama Hero.

Mi madre invita a Hero sentarse frente a mí, justo a lado de Ryan, quien lo mira con el ceño fruncido.
   Que lógico, tengo un «amigo» del que nadie sabía su existencia. El mismo que ahora comparte mesa con mis padres.

Toque de queda | Hero FiennesWhere stories live. Discover now