Capítulo 59. H | La historia de Frank

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Hero

Miro mi reflejo frente al espejo y las ganas de tomar al hombre que se encuentra del otro lado para partirle la cara, solo se acumulan dentro de mí.
   Paso el rastrillo por mi mentón quitando la ligera barba de una semana que ha salido por mi descuido completo hacia mi persona. La luz amarillenta ilumina la habitación con tonalidad azul y una gran incomodidad me ahoga.

Siete días sin Sam... es como si le retiraran el alcohol a un alcohólico. Puede vivir sin él, pero no quiere porque ya se ha acostumbrado. La única diferencia con Sam, es que no es costumbre, es una necesidad de querer estar a su lado todo el tiempo para asegurarme de que está bien y que nadie le hará daño.

Hay noches en las que me abruma no tener respuesta ni avances sobre Emily, que solo quiero salir corriendo sin importar las consecuencias. Mucha gente depende de mí, así que no estoy para darme ese tipo de lujos.

No puedo segurar que todo va a estar bien, porque de solo pensar en las asquerosidades que Travis puede estar haciendo con Emily, me provoca un dolor de estomago interminable.

—Partimos a las cinco de la mañana, mantén herramientas y armas listas.— alguien del otro lado de la puerta toca y pronuncia las mismas palabras de todas las noches.

Todas las noches en busca de Emily.

Todas las noches en busca de la cabeza de Travis.

Retiro todo lo que ocupé y lo tiro en el bote de basura mientras quito el sobrante de la crema sobre mi barbilla con una de mis playeras sucias.

Cuando salgo, me topo con un pasillo corto que da en dirección hacia las habitaciones en donde duermen los hombres de Frank. Cada habitación es abordada por dos hombres y yo solo duermo donde hay espacio. Aunque debo admitir que ni siquiera duermo, no puedo hacerlo de solo pensar en todos los malditos problemas.

Cuando abro la puerta de la última habitación, veo que un hombre ya se encuentra dormido en una de las camas mientras hay otra sobrante. Sin pensarlo, cierro la puerta detrás de mi y tiro mi cuerpo en espera de caer rendido y por fin dormir. Sin embargo, observo el móvil cada media hora hasta que dan las dos de la mañana.

Otra noche sin dormir.

El hombre al otro de la habitación se encuentra roncando mientras se mueve en distintas posiciones que en cierta parte me da envidia. Necesito dormir y él solo presume que puede hacerlo.

En un último y fallido intento por dormir, decido ponerme de pie, salir de la habitación y recorrer todo el plantel en espera de terminar agotado.

Miro mi móvil por un segundo en espera de tener un mensaje o llamada perdida de Sam, pero no encuentro nada. Es como dijo, será como si nunca la hubiera conocido.

—¿No puedes dormir?

Una voz me hace soltar un brinco y guardar mi móvil de inmediato. Cuando me doy cuenta me encuentro en el centro del lugar con Frank frente a mí.

—No, en realidad no— respondo. —. Y por lo que veo, tú tampoco.

Mantiene una apariencia cansada igual que la mía, simplemente que es demasiado joven para su edad como para que se noten sus ojeras.

—En realidad nunca duermo, siempre espero que sean las cinco de la mañana para cazar a Travis.

Cazar a Travis.

—Ese debería de ser mi trabajo, ¿no crees?

—Ese debería de ser el trabajo de cada hombre en este lugar. Travis no solo te arrebató a tu hermano, arrebató muchísimas vidas y perjudico a tantos. Ese hombre debería de ser torturado por cada uno de nosotros.

Toque de queda | Hero FiennesWhere stories live. Discover now