Capítulo 17. H | Amigos

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Hero

Cuando estaciono el auto frente a la casa de Sam, el ambiente se torna turbio e incómodo. Desde que subimos a este, Sam no ha parado de sollozar mientras aferra su pequeña mochila hacia su torso. No puedo dejar de verla y sentir lástima por lo que ha pasado, me siento fatal. Sin embargo, ella no puede saberlo. Realmente no sé que hubiera pasado si yo no hubiera estado presente cuando Travis la encontró. Probablemente yo me hubiera enterado después y entonces habría un problema mucho más grande. Sé que Travis en estos momentos se encuentra buscándome, porque durante el trayecto, mi móvil no dejaba de sonar en mi bolsillo, pero jamás lo tomé.

Me siento mal por la chica que se encuentra a lado mío. Supongo, que el remordimiento a que le suceda algo, es porque es amiga de Gael. Aun que me cueste admitirlo, yo no soy su amigo. Muchas veces me lo ha repetido y me ha quedado lo suficientemente claro. Sin embargo, no deja de aparecer en mi vida. A cualquier lugar a donde voy, ella está y terminamos hablando de alguna u otra forma.

Sé que me odia desde esa noche, y ella no sabe realmente lo agradecido que estoy porque no me haya delatado aún. Ha tenido un montón de oportunidades pero jamás ha cruzado esa idea por su cabeza. Estoy casi seguro que cualquier otra persona lo haría, pero sé que Sam me da el beneficio de la duda.
   Cosa que no sé cómo mierda he ganado.

—Creo que será mejor que entre.— ella habla.

Interrumpe todos mis divagues para tomar toda mi atención.

La miro y lo que me detengo a observar son sus ojeras. Unas largas bolsas se cuelgan bajo sus ojos y dejan ver una mirada perdida y desolada.
   Por un momento la veo indefensa, aun que sé que no debería. Todos los días, se encuentra a borde y con una mirada retadora aun que llena de vida. No obstante, en estos momentos era todo lo contrario.

—No creo que sea buena idea que mañana vayas a la universidad.— sugiero.

—Estoy bien— miente. —. No ha sido nada.

—Estaban a punto de violarte, Sam, claro que ha sido algo.— suelto.

La forma en cómo me expreso, deja ver todo el coraje que llevo dentro después de esta noche.

Sus ojos se humedecen y entonces comienza a llorar silenciosamente contra su mochila. Me golpeo mentalmente por hacerla llorar, sin embargo, aun que trato de arreglarlo, ninguna palabra o acción sale de mí.

—¿Tú haces eso?— me mira ahora con los ojos inyectados de sangre. —. ¿Has violado o has intentado hacerlo, a alguna mujer?

Mis ojos se abren de sorpresa.

—¡No! Mierda, ¡claro que no!— exclamo mientras me llevo ambas manos al cabello y lo estiro.

Su semblante se relaja y entonces regresa la vista al frente.
   Estoy molesto por su pregunta, ¿cómo puede...? No obstante, me calmo cuando recuerdo que ella no sabe nada sobre mí. En lo absoluto.

—Mañana vendré por ti e iremos con la policía.— digo.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Para que denuncies a Travis.

Ella se mueve en su lugar y comienza a negar con la cabeza seguidamente.

—Te harán algo...

—No me interesa— me apresuro a contestar. —. Travis es un maldito hijo de puta que no merece salirse con la suya.

Ella escanea mi rostro con su cansada mirada y entonces alza una ceja.

—¿Por qué haces todo esto?— musita.

—Porque aun que no lo creas...— me cuestiono si responder o no, y entonces simplemente lo hago: —, eres mi amiga. No sé nada sobre ti más que tu carácter es horrible... pero eres mi amiga ahora, y voy a ayudarte.

No sé si lo digo en serio. Tengo mucha mierda encima que no me gustaría que cayera en ella algún día. No obstante, aun que trate de negarlo, esta chica terca y testaruda es mi amiga.

Ella esboza una sonrisa ladeada mientras trata de permanecer despierta.

—Sabes que no me caes bien... ¿verdad?— dice

—Sí, bueno... no todos los amigos se caen bien.— me encogo de hombros y ella se ríe.

Por un momento el silencio vuelve entre nosotros, pero ya no lo siento tan incómodo como antes.

—Tengo que entrar.— dice, cuando una luz se enciende dentro de su casa.

Esta vez no pienso detenerla, tiene que descansar y asimilar lo que le ha pasado.
   Yo asiento y ella abre la puerta del copiloto mientras yo enciendo el motor.

—Muchas gracias.

—No fue nada.

Me regala una sonrisa para después cerrar la puerta y caminar hacia la entrada de su casa, en donde su madre la recibe entre sus brazos.

Esta mierda tiene que acabar.

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N/A: Capítulo especial, PORQUE ACABAN DE CONFIRMAR LA SEGUNDA PELÍCULA DE AFTER, CHICAAAAAS, SERÁ PARA MAYORES DE EDAD Y ESTOY SÚPER EMOCIONADA GGGGG xx.

Toque de queda | Hero FiennesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora