The Teacher's Son [Gay + Adultos]

80. "Todos los caminos me conducen a..."

80.

"Todos los caminos me conducen a..."

La campaña urgente de un cliente importante captura mi total atención, por lo cual los siguientes días fueron ajetreados, sobre todo en el trabajo. Llegando el viernes recibo una llamada del Director General para presentarme en su oficina. Recién llevo un par de semanas en la agencia y sin incidentes que pudieran haberle molestado, incluso la campaña del gobernador va más que bien, así que asumo será para darme la típica charla de bienvenida.

Me acerco y toco el marco sin asomarme del todo, pues a través de la puerta entreabierta de su oficina escucho voces provenientes del interior.

-Adelante. –Le escucho, y solo entonces entro.

Efectivamente, está acompañado de otras dos personas dando la espalda a la entrada, por lo que puedo ver están examinan lo que supongo es una maqueta colocada en la mesa más próxima a la ventana.

-Buenas tardes señor Xoxpa. –Saludo cordialmente a mi jefe, el aludido levanta un momento la mirada todavía concentrado en lo que tiene delante.

-Ah, señor Sayas, acérquese a nosotros y deme su opinión al respecto.

Me acerco para corroborar que están extendidos sobre la mesa de trabajo una serie de planos, bocetos y una maqueta del edificio con las remodelaciones sugeridas. Estudio en silencio las propuestas, ya que en realidad se trata de dos alternativas de proyectos. Después de unos minutos, elijo uno de ellos, el que a mi parecer tiene la propuesta más atractiva.

-De primera vista optaría por el segundo, aunque finanzas debería.

-Tienes razón, no los he presentado. –Es entonces que me presenta justamente a la Directora de Finanzas, al jefe de la misma área y al jefe de mantenimiento, ambos de la oficina local.

Levantando el teléfono de su escritorio el Director General llama a la recepcionista para que haga pasar una persona más. A todo esto, entablo una charla con los demás sobre el proyecto.

-Gracias por pensar en nosotros licenciado Sayas. Hemos estudiado el coste de ambos proyectos, y coincidimos en que el segundo se acerca bastante a nuestro presupuesto. –La Directora extiende su mano con un gesto de aprobación. Debo de reconocer que es agradable, a pesar de lo intimidante de su semblante.

Mi jefe recibe con entusiasmo al invitado. -Señor Gallardo, debo decirle que su propuesta nos ha parecido simplemente brillante. Tiene luz verde para comenzar a trabajar enseguida.

Una gota de sudor frío recorre mi espalda siguiendo el camino de la columna al escuchar aquel apellido. "Tranquilo, solo es una coincidencia" es lo primero que pienso.

-Gracias por el cumplido, le aseguro que quedará satisfecho con el resultado. –¡Maldita sea! No cabe dudas, es su voz.

- Lamentablemente. –continúa- ha surgido una situación en el exterior que requiere mi inmediata atención, pero no se preocupe, el señor Sayas aquí presente, estará colaborando con usted encantado.

Darle la cara en este punto resulta ser inevitable. –Señor Gallardo. –Saludo con exagerada formalidad.

Me devuelve el saludo con una de sus sonrisas encantadoras. Casi había olvidado lo guapo que se ve así. Para la directora tampoco pasa desapercibida su galanura, con naturalidad y confianza que da su cargo y experiencia, se acerca a él para saludarlo y presentarse ella misma.

Recordando el comentario de Said, observo con discreción su mano derecha. Ahí está, una lisa y dorada argolla matrimonial.

En este punto decido concentrarme exclusivamente en el trabajo, cosa que resulta difícil, sobre todo ahora que incluye coordinarme con Omar para las reformas que planean hacer. Lo peor llega cuando a mi jefe no se le ocurre mejor idea que invitarnos a cenar, después de pasar todo el día en junta ultimando detalles.