Día 36

226 10 0
                                    

24 de Octubre de 2014

Solo iba apenas una semana de hablar con Cinthia, y era demasiado bueno para ser verdad todo. Pensaba que era un sueño del cual despertaría en cualquier momento y nada sería verdad.

Pero no.

Todo en verdad estaba ocurriendo, y me estaba pasando a mí.

Cinthia era real y lo que pasaba entre nosotros esperaba que también lo fuera. Solo había que aclarar el asunto de una vez para que no hubiera ningún malentendido.

Aquel lugar detrás de la escuela con césped y arboles rodeando se había convertido en nuestro lugar preferido para estar solo nosotros dos.

Al estar acostados en el césped, ella sujetando mi mano con fuerza y yo la de ella, hablé.

-Creo que ya es hora de decirlo. – dije.

-¿Decir qué? – preguntó ella.

-Que me gustas.

-Tú también me gustas.

Suspiré profundamente, porque, a pesar de que todo estaba bien en ese momento, seguía teniendo el temor de que algo malo iba a pasar.

-Aún tengo miedo ¿sabes? – dije.

-¿Miedo de que? – preguntó ella.

-De que yo haga algo totalmente estúpido que vaya a arruinar todo esto, siempre lo hago y lo que menos quiero es hacerte daño como lo he hecho con otras personas. No quiero hacer una tontería que lo eche todo a perder.

Volví a suspirar y cerré los ojos esperando su respuesta.

-Sé que no harás nada malo. Confío en ti.

Voltee a verla, hablaba en serio.

No quería defraudar su confianza, así que debía controlar mis acciones para no hacer algo que cause un mal en su vida. Quería hacerla feliz y eso era lo que iba a hacer.

-Gracias por confiar en mí.

Sonreí y ella me regresó la sonrisa.

Me dio un beso en la mejilla y yo me sonrojé.

Ella me hacía feliz, me hacía sentir bien. No tenía nada de malo, pero el problema era yo. Que en sabía que en algún momento lo iba a arruinar, y no quería que eso pasara.

Pero al mismo tiempo tenía el miedo de que ella también me hiciera algo, era un trauma que Sallie me había dejado después de su “error”.

Tenía que sacarla de mi cabeza porque solo me estaba perjudicando, pero aun así estaba muy preocupado por ella porque no sabía nada desde hacía días. Sabía que una persona como ella no me traería nada bueno, y no quería entenderlo hasta que me hizo todo por lo que tuve que pasar.

Pero podría ser que Cinthia fuera quien me salvara de caer más, quien haría que me dejara de cortar, solo tenía que ser paciente y que pasara el tiempo para estar completamente seguro.

Y sentía que ya era el momento para decirle lo que había pasado con Sallie. Pronto o no, si se lo decía antes mejor.

-Cinthia… - dije.

-¿Si? – preguntó.

-Hay algo que debo contarte.

-Adelante, dime. – se incorporó y se sentó en el césped. Yo hice lo mismo.

Suspiré.

-Bueno… Hace un corto tiempo tuve una novia, se llamaba Sallie. Ella y yo habíamos pasado muchas cosas los dos, ella me apoyaba cuando yo estaba mal, me hacía sentir mejor, me consolaba y yo simplemente me la pasaba muy bien cuando estaba con ella.

Mi encuentro con Amanda Todd ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora