Día 14 - 10:27pm

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10:27pm

-¡Estoy harto de tener que hacer esto, Alech! – gritaba mi madre.

-Yo no te dije que vinieras por mí. – respondía más tranquilo.

Íbamos en el auto, después de recogerme con mi abuela, estaba demasiado molesta por no haberle dicho que estaría ahí. No tenía como comunicarme con ella ya que mi teléfono celular había sufrido un accidente y estaba descompuesto.

Siempre discutíamos, bueno, mi madre gritaba y yo solo escuchaba y decía argumentos con más lógica que los que decía mi madre.

-¡Siempre es lo mismo!

-Ya cálmate, yo no te estoy gritando.

-¡Claro que no porque soy tu madre!

-Eso no tiene nada que ver, si no querías venir por mí no hubieras venido y se acabó, por mi mejor me quedo allá. – mi tono se alzaba.

Eso era verdad, siempre estábamos discutiendo y yo estaba cansado de esa mierda.

Lo que me hacía tranquilizarme era pensar en Sallie, y en Amanda. Ahora pensaba que eran a las únicas personas que tenía, porque por lo visto, mi madre no me apoyaba del todo. Por eso y otras razones nunca le decía mis problemas ni nada de lo que me pasaba, por el simple hecho de que con cualquier cosa insignificante se molesta. Y eso me estaba cansando.

Voltee a ver a mi hermano, estaba dormido en su asiento para autos.

Siempre que mi madre y yo discutíamos me preocupaba por él. ¿Qué iba a pasar cuando yo me fuera de la casa y se quedara el solo con mi madre? ¿También discutirían igual que lo hacemos nosotros?

Eso siempre pensaba cuando lo veía después de discutir, y en parte me preocupaba.

No quería dejarlo solo, pero tampoco podía llevarlo conmigo, no era su padre, pero era su hermano mayor.

Llegamos a casa y me baje sin mirar a ningún lado, abrí la puerta de la entrada y directamente fui a mi habitación cerrando la puerta tras de mi con llave.

Tomé la libreta de Amanda y escribí:

“Querida Amanda, mi día iba estupendo hasta que llegue a casa con mi madre. A veces las personas que tenemos lejos son las que están más contigo que las personas que tenemos tan cerca.”

Cerrada y guardada.

Mi encuentro con Amanda Todd ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora