Capitulo 15

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¿Por qué la bese? Demonios no me pude controlar y como hacerlo si estaba a unos centímetros de mi y esos suculentos labios me gritaban que los hiciera míos otra vez.

Ahora estoy aquí sentado en mi nueva oficina, continuando con las entrevistas para mi nueva asistente y con una muy y bastante incomoda erección y todo por culpa de esa arpía.

Tengo que concentrarme, la señorita em Emma es la que esta sentada delante de mi y Dios santo creo que la estafaron, porque a la ropa que lleva le hace falta mucha tela.

—Dígame Emma ¿Por qué quiere el puesto? — ella sonríe y se sonroja.

—Pues creo que soy la mas indicada para ser su asistente, soy muy abierta… de mente y tengo muchas mas cosas que mostrarle… para ganarme su confianza— ¿Qué? Dios mío ¿Por qué a mi?

—¿Sabe manejar el paquete de Officce? ¿Cuál lengua domina? ¿Tiene conocimientos básicos de la bolsa? — Veo como su sonrisa se hace más amplia, oh no y ahora que me dirá.

—Vera Sr. Dankworth soy capaz de manejar cualquier paquete, sea chico o grande, la lengua es de mis fuertes, deme una oportunidad y se lo demostrare—

La corto antes de que siga diciéndome todo con doble sentido, la despido muy cortés sin dejar fuera el que se vista con algo que tenga más tela. Ella sale de mi oficina y reviso la lista que tengo frente a mí, faltan 10 personas antes de que pueda tener en mi terreno a Clarisa, esa deliciosa mujer que provoca una mala reacción a mi amigo inferior.

                                                                       …

¡Por fin! Creí que jamás llegaría a la siguiente de la lista, Clarisa Dicarpio, afortunadamente ella es la última, así que me puedo demorar todo el tiempo que quiera.

—Adelante— digo cuando tocan la puerta y ella se asoma con cara de no saber que esperar, cierra la puerta, camina con paso lento pero seguro y toma asiento frente a mí.

—Dígame srita Dicarpio ¿Por qué quiere el puesto? —

—Para ser honesta, no lo quiero— y hace una pausa —Vera, yo soy vendedora y he de decirle que me encanta mi trabajo y no lo cambiaria por nada, me gusta lo que hago y le reitero que no estoy interesada en la vacante— se levanta y yo lo hago con ella.

—Espera, platiquemos un poco si— señalo los sillones que tengo a mi derecha, son mas cómodos e informales que las sillas, además es una buena manera de acorralarla si quiere huir. Ella los observa dudosa y yo insisto —Por favor—

Ella toma asiento en el sillón más grande y yo frente a ella — ¿De que quieres hablar? — pero no le respondo ya que estoy comiéndomela con los ojos. Sin que sepa como rayos paso, me veo encima de ella devorando su boca y mis manos recorriendo su cuerpo.

—Espera, dijiste que querías hablar— dice con voz jadeante mientras sus manos recorren mi espalda y mi cabello.

—Luego hablamos— y la sigo besando, acariciando —Te deseo— se que ella también me desea, solo espero que no ponga peros.

—¿Y la prueba? Esto no se parece en nada a hablar— la callo con un profundo beso que la hace gemir y como me encanta escucharla hacer esos sonidos. Dios la deseo tanto, me acomodo entre sus piernas y pego a mi “amigo” a su cuerpo ya que quiero que sienta cuando deseo poseerla en este momento, ella gime y se reacomoda para quedar mejor debajo de mi, donde me gusta que este.

Con manos agiles, levanto su falda hasta la cintura y como puedo le quito los tacones, le abro la blusa botón por botón y esto se me dificulta mucho ya que no dejo de besarla; cuando logro mi cometido me retiro un poco para ver su delicioso cuerpo, ¡Oh Dios! Lleva un brasier blanco, creo que es de algodón porque se ve demasiado suave, bajo la mirada y me encuentro con unas pantis blancas, cierro los ojos y los puños para tratar de contener mi ansiedad de cogerla de la forma más salvaje que puedo.

—¿Estas bien? — me pregunta con su voz cargada de deseo ¿es que acaso se puede ver mas apetecible? Tiene el pelo enmarañado, esta medio desnuda y sus labios están rojos e hinchados por el beso de hace un momento. Me levanto tambaleando hacia la puerta y la cierro con seguro.

—Nadie sale, nadie entra— y con esta frase regreso a mi lugar favorito, encima de ella.

AmorEs De aquí a allá, un paso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora