Capitulo 6

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Hoy fue un día larguísimo, gracias a Dios ya estábamos en casa y lo mejor era viernes.

—Hola hija, Anny que bueno que ya llegaron— nos saludo mi madre con su inconfundible sonrisa. En esta casa vivíamos mi madre, una señora hogareña y feliz mas buena que el pan, cuando murió papa no quise que se quedara sola, así que compre esta casita y la traje a vivir conmigo, y he de decir que fue la mejor decisión tomada, se que ella extraña a papa pero es feliz viviendo aquí con nosotras.

También vive conmigo Anny; nos conocemos desde que estábamos en las panzas de nuestras madres, se que es un decir pero hemos estado juntas de toda la vida, así que cuando compre la casa la invite a venirse a vivir conmigo y acepto, así no estaríamos y nos haríamos compañía; y falta la persona mas importante que vive conmigo desde hace 7 años, es la alegría de la casa y por ende de mi vida entera.

—¡Mami, mami! Que bueno que ya llegaste— y con un fuerte abrazo me recibe mi hija, el regalo más grande que me ha hecho la vida.

—Pero que abrazo mas cariñoso me has dado hija— mi hija es hermosa y no lo digo porque soy su madre, es de tez blanca y cabello negro ondulado, es muy risueña y de grande quiere ser doctora, pero lo que mas llaman la atención son sus ojos, verdes cual esmeraldas… igual que su padre.

—Estoy feliz de verte mami, creí que llegarías mas tarde— ¿Cómo explicarle a mi hija que todo en el trabajo ha cambiado? Lo que no se es, si para bien o para mal.

— ¿Y a mi no me das un abrazo de bienvenida?— uff la tía Anny me ha salvado de responderle a mi hija.

—Claro que si tía— y corre hacia ella y la abraza, con todo el cariño que un niño puro de corazón puede dar.

 Me encanta llegar a casa y sentirme en mi hogar, oler a comida recién hecha y poder olvidarme de todo lo que pasa en el exterior.

—¿Por qué no van a refrescarse? La cena ya casi esta lista— dice mi madre limpiándose las manos en su delantal, mi mama adora cocinar y siempre esta innovando sus recetas, creo que tiene más de 50 libros de cocina entre los que compra y los que yo le regalo.

—Claro, realmente me urge un baño, la rato las veo— dice Anny antes de subir a su cuarto.

—Mami ¿Puedo ver la tele?— pregunta Sophia.

—Solo un ratito, ¿De acuerdo?—

—Si— responde emocionada, sentándose en el sillón y viendo una serie, por lo poco que he visto se trata de dos niñas que quieren celebrar su quinceaños, pero no tienen como hacer la fiesta y entran a un concurso, la verdad es que no le eh puesto mucha atención, y a mi hija le fascina esa serie.

A duras penas subo los escalones hasta mi habitación, entro directo en el baño y me desnudo para bañarme y dejar que el agua se lleve todo el estrés del día.

Después del baño y de ponerme un pijama cómodo, bajo al comedor y me siento, Sophia aun esta viendo la tele y mi madre estaba poniendo la mesa.

—¿Qué pasa hija? Desde que llegaste estas muy seria— jala una silla y se sienta a mi lado –Sabes que puedes decirme cualquier cosa— Mi madre, tan amorosa y linda, siempre me ha apoyado, incluso cuando salí embarazada.

—Es complicado mama… ¿Por donde comienzo?—

—Por el principio hija— y así comencé a relatarle lo sucedido en ese día, cuando termine observe su rostro, para adivinar que pensaba ella de todo lo que le había dicho —¿Y que piensas madre?—

—No entiendo cual es tu preocupación, él hombre que compro la empresa dijo que aun tendrían sus puestos y tu de la nada quieres renunciar ¿Qué estas pensando hija?—

Me frote las manos en la cara –Es complicado mama… no se como explicártelo, ese hombre me pone los pelos de punta—

—Jaja lo mismo decías de ese jovencito, ¿Lo recuerdas? Ese que tu tío te impuso para que lo ayudaras en su materia, decías que no te caía bien, que te molestaba, que te estresaba y quien sabe cuantas cosas más, pero al final se volvieron amigos— Observo a mi mama con sorpresa mientras camina hacia la cocina, ella sin darse cuenta acaba de recordar al joven que años después compro la empresa en la que trabajo. Estoy realmente asombrada jamás creí que lo recordara después de tantos años.

AmorEs De aquí a allá, un paso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora