Cayendo en tu red (Castiel CDM)

Capítulo 14 Fin de las Vacaciones

-Te amo Millhi, nunca he dejado de amarte. Te lo ruego solo quiero hablar contigo, solo necesito que escuches lo que tengo que decirte

-No quiero hablar contigo Jeremy, si de verdad me amas como tanto dices, me dejaras en paz, después de todo ya causaste demasiados problemas

-Esta bien, por hoy no pienso insistir más, pero no me rendiré contigo hasta que me escuches Millhi. Eso es una promesa -Jeremy se alejo después de darme una última mirada, dejándonos por fin solos a Castiel y a mí.

-Mira como estas Castiel -Con cuidado toque el lado izquierdo de su labio donde Jeremy lo había golpeado, él hizo una mueca cuando mi mano hizo contacto con su herida -Tenemos que ir a la enfermería

Castiel se limitó a dejarse llevar hasta la enfermería, pero durante todo el camino hacía el lugar no dijo ningún comentario al respecto de lo que había pasado, no sabía si debía sentirme aliviada o preocupada por ello.

Una vez llegamos la enfermera nos recibió amablemente y a petición de Castiel fui yo quien me encargué de curarles las heridas. La enfermera nos sonrió y me entregó un kit de primeros auxilios y me indicó lo que debía de hacer para luego darnos algo de privacidad.

Comencé a atender las heridas en las manos de Castiel para luego pasar a su rostro. Castiel hacía muecas y se movía apenas el algodón tocaba los cortes en su labio.

-Quédate quieto -Le dije mientras volvía poner el algodón sobre su labio, pese a lo que dije él se movió nuevamente, así que coloqué mi mano en su rostro para evitar que se moviese mientras desinfectaba la herida.

Una vez hube terminado comencé a guardar las cosas nuevamente en el botiquín de primeros auxilios.

-¿Quién era ese chico, Millhi? – Pese a que sabía que él tarde que temprano iba a preguntar eso, aún así me pillo algo desprevenida.

-No es nadie que importe ahora

-Sé que es algo de lo que te es difícil hablar Millhi -Castiel se acercó hacía mi y colocó sus manos sobre mi cintura para girarme hacía él. Su mirada era preocupación y cariño a la vez -Solo quiero entender lo que acaba de pasar para poder estar para ti de la mejor manera en la que necesites

Lo mire por unos instantes sabiendo perfectamente que cada cosa que él había dicho era cierta, y que lo único que le importaba a Castiel en este momento era mi bienestar, ¿cómo podía yo, negarle eso?

-Jeremy y yo fuimos novios antes de que yo llegará al internado. Estuvimos juntos por un año y las cosas marcharon bien durante un tiempo, hasta que por su culpa fui acusada de haber robado unos exámenes del despacho del director y por lo tanto también de allanar propiedad privada. De no ser porque mi mamá pago una generosa suma de dinero a mi anterior instituto para que no presentaran cargos, muy posiblemente ningún buen instituto me hubiera recibido y las cosas hubieran terminado mucho peor de lo que realmente fueron

-¿Y por qué diablos no me dejaste partirle la cara a ese idiota? –Sabía que eso iba a enojar a Castiel, pero la ira en sus ojos estaba a otro nivel. Muy rara vez he visto a Castiel así de enojado.

-Golpearlo no borrara lo que él me hizo, además de que te meterías en problemas por alguien que no vale la pena -Coloque ambas manos en el rostro de Castiel para que me viera fijamente y entendiera que le estaba hablando muy en serio -Tal como tu te preocupas pro mí, yo también lo hago. No quiero que hagas nada que te perjudique adrede ¿Me lo prometes?

Castiel dudo bastante antes de contestarme y por la mueca en su rostro supe que no estaba para nada de acuerdo con la decisión.

-Está bien, lo prometo. Pero si vuelve a pasar algo como lo de anoche no me pienso contener