Capítulo 38: Restricciones

526 52 8
                                    

Los tres primeros días terminaron muy veloces, el tiempo no dio siquiera un respiro para vivir de mejores maneras esas jornadas. Todos limpiaron y reconstruyeron las habitaciones y lugares exteriores que Mika había destruido a causa de su revolución. La situación se veía favorable para eliminar cosas que impliquen el retorno de las memorias de Leanne, sin embargo, aquella mujer parecía ser la sombra de Harry, le hacía compañía a cada instante y exigía sutilmente que le cuente algunos recuerdos de las cosas que veía.

Leanne y Xoen no podían darse el lujo de hacer sus deberes solos, al haber tan pocas personas cada uno resultaba indispensable para las labores de reparación de esa casucha. Xoen quería borrar evidencia que ayude a Lea a recordar, no obstante, Leanne buscaba alguna manera de saber su pasado. Su desesperación era a veces evidente, empezaba a tensarse cuando no obtenía datos que la ayuden a conocer a su anterior "yo".

Cuando las noches se veían extinguidas, y la casa estaba en un estado decente, los pocos habitantes de ese sitio ya empezaban a sentir el aburrimiento por la escasez de trabajo. Leanne miraba como aquellos pocos caminaban de un lado a otro por los rincones de la casa o bien simplemente hacían pasar las horas durmiendo. A veces algunos iban en un pequeño grupo a lugares lejanos para traer leña del campo simplemente para distraerse, pero eso resultó ser momentáneo.

Leanne estaba tan aburrida que vio aquella sensación pesada como una ventaja, gracias a ella podría ir a caminar a los alrededores de esa casa, curiosear los rincones de la casa que no le eran permitidos entrar, la biblioteca estaba cerrada, caminó hasta su anterior habitación y de igual manera, esta estaba cerrada con llave. Recordó que ella había destruido esa habitación, pero las demás, las otras estaban libres de su tacto, sedientas por ser exploradas por Leanne.

Una noche, esperó a que Harry durmiera y bajó hasta el salón, de un pequeño percherito tomó las llaves que vio a su esposo dejar allí. Fue a paso ligero hasta el cuarto que era como una biblioteca. Abrió la puerta con cuidado, mirando a sus costados con precaución, hasta que pudo cerrar la puerta y escabullirse dentro.

El lugar estaba oscuro, la luz del exterior solo ayudaba a indagar los perfiles de los objetos. Achinó los ojos mientras se acercaba a la mesa, esforzó la vista y en medio de esa mesa encontró un candelabro con una vela a medias y justo a su lado una cajita de cerillas que le ayudó a encender su foco rústico.

Se quedó estática por un segundo, su alegría y nerviosismo la habían dejado bloqueada ¿Por dónde empezaría? La respuesta apareció cuando vio un libro de tapa gruesa en cuero negro, parecía un álbum de fotos, así que sus manos la tomaron y decidió husmear.

Leanne estaba tan aburrida que vio aquella sensación pesada como una ventaja, gracias a ella podría ir a caminar a los alrededores de esa casa, curiosear los rincones de la casa que no le eran permitidos entrar, la biblioteca estaba cerrada, caminó hasta su anterior habitación y de igual manera, esta estaba cerrada con llave. Recordó que ella había destruido esa habitación, pero las demás, las otras estaban libres de su tacto, sedientas por ser exploradas por Leanne.

Una noche, esperó a que Harry durmiera y bajó hasta el salón, de un pequeño percherito tomó las llaves que vio a su esposo dejar allí. Fue a paso ligero hasta el cuarto que era como una biblioteca. Abrió la puerta con cuidado, mirando a sus costados con precaución, hasta que pudo cerrar la puerta y escabullirse dentro.

El lugar estaba oscuro, la luz del exterior solo ayudaba a indagar los perfiles de los objetos. Achinó los ojos mientras se acercaba a la mesa, esforzó la vista y en medio de esa mesa encontró un candelabro con una vela a medias y justo a su lado una cajita de cerillas que le ayudó a encender su foco rústico.

Se quedó estática por un segundo, su alegría y nerviosismo la habían dejado bloqueada ¿Por dónde empezaría? La respuesta apareció cuando vio un libro de tapa gruesa en cuero negro, parecía un álbum de fotos, así que sus manos la tomaron y decidió husmear.

DEMONIC NIGHTMARE // Editando Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora