Capítulo 15: Mirella

1.6K 163 41
                                    


La mirada dura de Harry no impidió el rechazo ante la idea de un hijo a Leanne, ¿cómo lo cuidaría? ¿Podría amar a una criatura que viene del ser más despreciable que pudo haber conocido?

—¿Cómo puede estar tan segura de que estoy embarazada? —Preguntó alterada.

—Es una estúpida suposición, mujer. Y además está muy ilusionada porque siempre se ha tenido partos en julio. No te asustes, que no te va a crecer el vientre de un día para otro— Alzó una galleta y se lo metió a la boca tratando de no enfadarse.

—Yo no quiero un bebé...Por favor.

—Eso no lo puedo decidir yo, es decisión de Él—. Cubrió su rostro con ambas manos y suspiró fastidiado, mantuvo por un momento la vista en el techo hasta que escuchó llorar a su esposa junto a golpes secos.

Su paciencia se había agotado, Leanne se daba puños en el vientre con rabia negando con la cabeza la posibilidad que le había deparado.

—¡Basta! ¡maldita sea! ¡No podrás hacer nada si eso es realidad!

—¡Yo no quiero un hijo! ¡Al menos no con alguien tan despreciable como tú! ¡¿Cómo crees que podría amarlo si sólo te vería a ti en ese engendro?!

—¡Cállate, maldita sea, cierra la puta boca de una vez! —Sujetó sus manos para evitar más golpes y la levantó—¡Me matas Leanne! ¡Me sacas de mis casillas y juro que ya no voy a poder resistir más y vas a hacer que cometa una locura contigo!

—¡¿Por qué no lo haces de una maldita vez, Harry!? ¡Así dejamos esta farsa, tú te quedas con tu maldito poder de inmortalidad y yo me pudro en el infierno lejos de ti!

—¡No me hables así, Leanne!

—O sino ¿Qué? ¿Cómo quieres que te trate, Harry?, me has destrozado. Has sido un vil desgraciado conmigo, te has ganado todo lo contrario de mí desde hace ya dos años... Entiende, por favor, que ya no somos los mismos, hemos cambiado de manera drástica. Soy tu pasado, un maldito pasado que sigues arrastrando a tu presente y que te lastima. Soy ese alguien que te abandonó para superarte, para nunca más sentirte, para no vivir lo que estoy viviendo ahora, y aún así con esas grandes señales, me seguiste, buscaste por mi...Enloqueciste.

—Si eso no es amor, entonces no sé lo que sea—Miró a otro lado y se levantó para marcharse.

—No es amor, Harry—Lo detuvo— Sabes que es todo, menos eso.

—y tú ¿Qué sabes? ¿Qué vas a saber de amor si ni siquiera te amas a ti misma? Oliver era un reverendo hijo de puta y ni siquiera con eso diste a reivindicar tu poder como persona. Preferías mantenerte callada para tener a alguien contigo, ¿Eso es amor, Leanne?

—Lo mío es distinto—. Intervino tajante

—¿Por qué lo sería? Es lo mismo que estamos viviendo aquí, nada más que con papeles invertidos, la única diferencia es que, si tú dices o haces algo, vas a obtener un castigo.

—Lo demostraste ayer, me castigaste duramente cuando me casé contigo... Pensé que serías un poco considerado conmigo...

—¿Porque tendría que haber sido considerado si ni siquiera tienes un gramo de respeto hacia mí? No me pidas algo que tú nunca me vas a dar, Leanne...

La mañana se había tan rápido como el canto de un cuervo negro en las altas ramas de ese árbol seco que había distraído a Leanne, mientras se cargaba de paciencia cuando Harry la dejó sola. La noche se apoderaba esta vez con la hermosa presencia de la Luna en el cielo y se disponía a alumbrar a los habitantes de ese lugar que parecía ser tan pequeño, pero que cobijaba a una enorme cantidad de personas leales a Harry.

DEMONIC NIGHTMARE // Editando Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora