Capítulo 34: ¿Quién es él?

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—No me dejes sola, por favor —Susurró apegándose a Harry.

En un movimiento dubitativo la atrajo a su cuerpo y la abrazó con urgencia poniendose delante del cuerpo de Mika.

Al divisar al frente vio cómo su secuaz, Xoen, llegaba tan pronto como terminó de escuchar la petición de su esposa.

—¡Cúbrelo, maldita sea! —Rugió con veracidad a su colega que era el responsable de cuidar a Lea. Harry dio unos pasos alejándose del lugar junto con Lea y siguió consolándola para poder obtener su atención y que su vista no vaya a lugares inadecuados—. Todo está bien, cariño —. Besó su coronilla y miró de reojo a su empleado que apenas llegaba de la habitación conjunta con una manta de cocina y la dejó caer sobre el cadáver de Mika.

Xoen, alarmado, tuvo que correr a prisa nuevamente hacia Levent que se encontraba a un par de pasos para llegar a Harry, cosa que no pasó desapercibido para Lea. Levantó la vista por debajo de sus pestañas y vio como aquel joven, que servía, a su esposo había reducido al muchacho maniatado y lo hizo caer al suelo estrepitosamente.

Sus rodillas chocaron contra la madera ocasionando un sonido estruendoso, la curiosidad de la asustada mujer pudo más que su miedo. Asomó su cabeza por uno de los costados de Harry sin ser obligada a volver a su anterior posición, miró intrigada al sujeto de ojos doraros demacrado, sometido y que la había llamado por su nombre.

—¿Lea? — la mencionada fijó la vista en él ocultando la parte inferior de su rostro en los brazos de Harry. Levent sonrió dejando caer una lágrima por su mejilla que transmitía alivio.

Cuando su verdugo lo levantó más grande fue su satisfacción al cerciorarse que era ella, que lo que veía no era una simple fantasía.

— Estas bien... Lea, vámonos de aqui —Imploró olvidándose por completo que era vigilado, creyendo que le obedecería, pero su sonrisa decayó a una expresión de confusión cuando vio la negativa de Lea a él cuando intentó vanamente acercarse a ella y se aferraba con necesidad a Harry.

¿Quién es él? —Preguntó una temblorosa Leanne solo para Harry quién la miró realmente asombrado, preguntándose si era una broma lo que había dicho. Sin embargo, una alegría inundó su corazón al percatarse que no mentía... Leanne ya no reconocía a su Stratum.

—¡No me hagas esto, Lea! —Gritó cuando vio que lo forzaban para alejarse de ella y ni siquiera pedía por él. La confusión lo dominó en su totalidad, no entendía el cambio radical de actitud de Leanne, ni las razones del por qué ahora estaba tan afectuosa con Harry. Su mirada iba y venía de Harry a Lea tratando de sacar alguna conjetura, sin embargo, la desesperación no ayudaba mucho cuando le alejaban de quien necesitaba proteger.

—¡Sácalo de aquí! ¡Va a asustar a mi esposa! —Intervino Harry llevándose a Lea de manera protectora.

—¿Qué le hiciste? ¡Lea, debes hacerme caso! —intentó sacudirse para obtener libertad— ¡ven conmigo!

—No, Levent, ella no va a escucharte nunca más y tampoco se irá contigo —Se detuvo para envenenar los nuevos conocimientos de Lea —. No te pertenece.

–¡No eres quien para decidirlo, ella sabrá escoger! —Gritó mientras era sacado de la casa

—Ella ya lo hizo, quiere quedarse conmigo— estiró el cuello y alzó la voz para que Levent se pudra de dolor con su comentario.

El sujeto de nombre Xoen lo forzaba sin gracia hacia los depósitos donde antiguamente cobijaban a Lea y a su familia cuando llegaron por primera vez.

DEMONIC NIGHTMARE // Editando Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora