Capítulo 31: Duelo

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Los deseos de Mika no se habían cumplido del todo, en la habitación donde descansaba Leanne se la podía ver aún dormida, sin embargo, su ceño estaba un tanto arrugado y en este empezaban a formarse pequeñas esferas de sudor que iban incrementándose poco a poco.

Se podía ver que buscaba a alguien con la mirada teniendo los ojos cerrados, sus manos se movían de una manera irregular y su boca intentaba sacar frases coherentes, pero simples ruidos bajos salían de ella, con esas características cualquiera podía deducir que Leanne estaba teniendo una pesadilla.

Despertó repentinamente con una leve sensación de miedo, con pereza se sentó en la cama dispuesta para levantarse, no sin antes restregar un poco sus ojos y pasar sus manos por el rostro para quitar su pereza. Salió de su habitación,  encontrandose con la oscuridad, caminó a paso lento, tratando de adivinar su camino por ese pasillo que le llevaba  al baño compartido que había en esa sección, para poder refrescarse un poco, pero cada vez que se acercaba a su destino escuchaba gritos que provenían desde afuera.

Su corazón empezó a latir desbocado cuando escuchó unos pasos acercándose a ella a velocidad, Leanne optó por retroceder esperando a que el desconocido desviara su camino por el otro pasillo, sin embargo, pudo ver como una silueta, a pesar de la oscuridad, se detenía un momento sintiendo que la miraba y retomaba su camino a su dirección, Leanne en el susto, se dio la vuelta y corrió intentando protegerse, pero vano fue el resultado, aquel sujeto había atrapado su mano, acercándola a su cuerpo.

—Soy yo, Leanne, soy yo —Murmuró Levent cuando su protegida empezó a sacudirse para evitar ser cautiva. Notó que su protegida se había relajado, pero no del todo, aún se mantenía en estado de alarma—. Debes seguirme rápido, Mika y Harry están peleando en el patio.

—¿Cómo dices? —Soltó preocupada tomando velocidad de su amigo para ir en ayuda para su amigo.

—Yo desperté hace poco, hay un tumulto ahí abajo, y por lo que me dijeron, Harry ordenó su captura.

—Mierda, no puede ser esto posible —Maldijo y tomó más velocidad de la que ya tenía y se dirigió al lugar de concentración.

Apenas llegó vio como un circulo, de ahora pocas personas, rodeaban a quienes estaban en un conflicto. No fue difícil apartarlos, y ver la escena. Harry estaba con la ceja reventada y con la ropa sucia, Mika tenía la comisura del labio bañada en sangre y de igual modo, la pulcritud de sus vestimentas había desaparecido.

—¡Déjalo en paz, Harry! —Ordenó Leanne intentando impedir que siga esa confrontación, pero sujetos de la misma secta sujetaron e inmovilizaron a Levent y a Leanne, preocupando a Mika— ¿Qué es esto, Harry? ¡Suéltenme de una vez! —forcejeó lastimándose un poco ante la presión que sus opresores ejercían. Levent soltaba maldiciones y juraba matar al bastardo que se atreviera a lastimar a Lea.

—¡Es un castigo, ángel mío, un castigo ante su deslealtad! —Gritó enfureciéndose aún más.

—¡Ja! ¿Lealtad? —Mika golpeó a Harry aprovechando su distracción— ¿Qué derecho tienes de hablar sobre lealtad, amigo mío? —Pateó el estómago de Styles y aprovechando su agonía caminó con normalidad hasta su chaqueta que estaba arrimada a una distancia no muy lejana de su cuerpo y sacó una navaja que desnudó de una funda oscura.

—¿Qué derecho tienes tú de reprocharme sobre eso, si tú también has caído en fallar a tu palabra, imbécil? —Se levantó a penas de su sitio y sacó su navaja del bolsillo de su pantalón—¡Sabes que es traición ponerse en contra de tu rey!

DEMONIC NIGHTMARE // Editando Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora