48

457 62 3
                                    

Lo que había platicado con yiren fue sobre una pequeña sorpresa para soobin, regalarle un cachorro, ya no hablaba tanto de éso pero no se me olvidaba las veces que me contaba sobre los perritos abandonados o cuando por error creyó que yo le había dado uno el día que le propuse matrimonio. Tenia que remediarlo.

El plan consistía que ella iría a traer "esa sorpresa" a un refugio de animales, claro también se encargaría de traerlo limpio y presentable.

- ¿quieres que le ponga un moñito o algún otro accesorio? será más lindo -dijo antes de salir discretamente.

- ponle lo que quieras pero traelo sano y salvo

- esta bién -afirma antes de tomar aquel taxi, espere a que se fuera y luego regrese adentro.

Tuve que esperarme algunos minutos ya que soobin hablaba con sus padres en la habitación, no quería interrumpirlo. Deambule en la planta principal hasta salir al jardín, pensando en lo agradable que sería el ver su rostro cuando recibiera al cachorro, podía imaginar su sonrisa alegre y eso me motivo ayudarlo con su cuidado.

Paso un rato, soobin aún no bajaba, busque mi celular y vi mis redes sociales, no era más que entrar a twitter, ver videos en instagram y ver memes, lo demás eran asuntos relacionados con mi trabajo y amigos.

➡ Hey yeon, vas a decir que como jodo pero voy hacia tu casa en estos instantes, jungkook me invitó a una fiesta y quisiera que soobin y tú me acompañaran.. ¿que dices?

Decia él reciente mensaje de beomgyu, pensaba que era un tarado y completo idiota, pero era ese primo que todos amabamos y yo lo confirmaba. Abri el mensaje y estaba a punto de responderle, pero ví a soobin bajar de las escaleras, en verdad no supe que es lo que sentí, al verlo con sangre brotando de su nariz.

- y-yeonjun, tengo miedo - la sangre se me congeló después de mucho al ver como su cuerpo cayó al suelo, inmediatamente corrí hacia él y lo tome entre mis brazos deseperadamente, no sabía lo que estaba pasando.

- ¡soobin! ¡Cariño por favor!- no me respondía, estaba inconsciente, rápido tome mi teléfono y llame a beomgyu para que se apresurara.

📞

¡No lo sé maldición, él está en el suelo! -dije llorando mientras veía la sangre en mis manos.

¡¿Que!? ¡Si si .. .ya llegó!



Mis manos temblaban, todo mi cuerpo lo hacia, un gran temor recorrió cada uno de mis sentidos, podía estar en shock pero era soobin a quien tenía abrazando, tratando de mantenerlo lo más cerca de mí, suplicando que despertara. Beomgyu no tardo en llegar, me ayudo a subirlo a su auto con cuidado, sin perder tiempo se apresuró a conducir.

- ¡¿que fue lo que sucedió?!

- ¡no quiero que nada malo le pase! ¡Beomgyu y-yo..! - si siquiera podía hablar con claridad, tenía demaciado miedo, tenía a mi mundo entero ausente en mi regazo.

- ¡calma, iremos al hospital más cercano!

Tan pronto llegamos pedimos ayuda, unos médicos se acercaron para llevárselo en una camilla, les seguí el paso y quise entrar con él pero me detuvieron antes de hacerlo, me dejaron detras de aquella puerta con el alma hecha pedazos, con un dolor que jamás había sentido, asustado y deseando estar junto a él. Beomgyu me tuvo que sacar de ahí para llevarme a la sala de espera.

- Yeonjun tranquilízate.. - si bien no actúe como lunático fue porque me sentía sin fuerzas, sin ganas de hacer otra cosa más que llorar en el suelo.

Esperaba que todo esto no se tratara de algo grave, que a esa persona que tenía por esposo saliera de ahí lo antes posible, que ahora mismo estaba inconsciente sin saber lo que sucedía al igual que yo.

Yiren se enteró pronto cuando llegó a casa, beomgyu se encargó de avisarles a los padres de soobin y dijeron que harían lo posible por venir.

Y esque los minutos, las horas pasaron y no había noticias de él, cada segundo me torturaba como nadie tenía idea.

- ¡¿por qué mierda no nos dicen nada?! -hable incapaz de continuar otro rato ahí sin saber de soobin - ¡¿que clase de hospital es este?!

- dios yeonjun deja que los médicos hagan su trabajo, él estará bien- contestó Yiren que se mantenía en silencio junto a beomgyu, ellos no entendían por lo que estaba pasando.

Nadie iba a mover las manos más que yo, así que me acerque a una enfermera que recién salía de aquel pasillo y le pregunté sobre soobin.

- mantenga la calma, el doctor vendrá en seguida - me miró pacientemente y se fué.

Unos minutos después, un médico de unos cincuenta años o más se dirigió con nosotros. Con el corazón agitado me acerqué, su rostro no sabria descifrarlo, o más bien no quise hacerlo.

- familiares del joven..

- ¡díganos que es lo que sucede!..se lo suplico - interrumpí desolado, es por eso que se tomo unos segundos para responderme, por otro lado quería escucharlo pero por otro, simplemente quería desaparecer.

𝐒𝐌𝐀𝐋𝐋 𝐃𝐎𝐒𝐄𝐒 ༐ 𝐒𝐎𝐎𝐉𝐔𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora