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Al día siguiente despertamos uno en los brazos del otro, su cabeza descansaba cómodamente en mi pecho, no quize removerme pero al parecer él ya había despertado.

- ¿como amaneció el amor de mi vida ? -dije en voz baja acariciando un poco sus suaves cabellos.

- ¿tú que crees?

- ¿quieres que prepare el desayuno? - sonreí al ver que se cubría con las sábanas, supuse que no quería dejarme ni mucho menos levantarse.

- aún no -cerro sus ojos buscando dormir, lo abraze y deposite un pequeño beso en su frente, si él quería quedarse un rato más en la cama ¿quien era yo para negarselo?

Efectivamente se quedó dormido, aproveché la situación para levantarme y buscar algo de ropa, la mañana era hermosa, el cielo estaba teñido de un azul vivo, el sol iluminando las flora y todo lo que llegaba a tocar. El viento ligero entraba por las ventanas y la entrada del patio trasero, que más bien era cubierta con una delgada tela, el clima era totalmente cálido, todo no podía estar más que perfecto.

En la pequeña cocina con comedor incluido encontré varios condimentos e ingredientes para preparar algo digno, tenía la oportunidad de preparar algo favorito de soobin así que me esforze para llevarlo acabo.

La cocina no era lo mío estaba claro pero con voluntad y un poco de fe podías lograr lo que sea, creo que fue así como terminé decorado dos platos de mafles y ensalada de frutas. También pude preparar algo de soju, claro, había hecho un desorden que parecía haber pasado un tornando ahí mismo, me apresure a limpiar pero me llevé un pequeño susto al ver a soobin observándome desde el marco de la puerta.

- ¿desde cuando estás ahí? - pregunté llevándome una mano al pecho, admito que soy un chico muy asustadizo.

- no lo sé, desde que tíraste a la basura una de esas franelas quemadas - sonríe burlon mientras se tallaba los ojos.

- tú no viste nada ¿okey? pensaba llevártelo a la cama - rodé los ojos apenado pero orgulloso de no haber incendiado la cocina.

- deberías tener más cuidado y esta bien así, no quiero causarte molestias - a este punto ya escaneaba los platos sobre la mesa, sin hacer algun otro gesto tomó asiento frente a uno de ellos y tomó los utensilios para probar, pero antes me miró - Yeonjun no pienso comer sólo.

Reaccione enseguida y me senté a su lado - binnie sabes que soy un asco en la cocina y esto que hize es nuevo si realmente no te gusta puedes..

- me encanta, esta delicioso - me interrumpe con un par de mejillas llenas masticando su primer bocado - que cosas dices, tú eres excelente en todo.

Sonreí tímido al ver que no le desagradaba para nada lo que comía, esto era un milagro debo decir.

- lo que me preocupa es que tu vida corre peligro dentro de la cocina, de ahí en adelante no hay problema - ríe con cuidado pues tenía razón.

Con finura bese una de sus mejillas y enseguida comprobé su teoría sobre el desayuno, esta bien, esto no estaba tan tan mal. Era un grandioso avanze para mí.

Ese día recibimos múltiples llamadas que se basaban en un interrogatorio sin fin, preguntando de nuestra estancia, sobre el lugar, nos dieron consejos, deseando que permanecieramos felices, y así era sin contradicción.

Fueron las mejores semanas de mi vida, la casa era testigo de lo bien que la pasábamos, jugábamos como dos niños, dormíamos tarde viendo series y dramas, saliamos incontables veces al exterior de la casa para disfrutar de la linda vista hacia el gran océano, hicimos de todo hasta pasar momentos en silencio leyendo uno que otro libro hasta quedar afuera mirando las estrellas.

[... . ]

- si uno de chocolate con menta y otro de frambuesas con nueces por favor - comprábamos un par de helados mientras estábamos de visita recorriendo a pie el pequeño poblado de la isla.

Estás personas tenían vidas diferentes, me refiero a que parecían vivir tan tranquilamente aislados de todo el mundo y sus problemas. Cada lugar que visitaba era totalmente distinto por obvias razones, ahora quería vivir aquí, eso si, con soobin.

- bien ¿ahora a donde vamos?- pregunte desinteresado porque yo podía quedarme en el mismo lugar o ir a sentarme bajo un árbol, recalcó, con soobin a mi lado.

- que te parece conocer esa tienda de cosas antiguas - no espero mi respuesta y me jaló de la mano hacia aquella dirección. Entramos tranquilamente como dos turistas, había otro par de personas inspeccionando el lugar. Seguí a soobin a un largo pasillo lleno de objetos viejos y atractivos.

Esto no era lo mío pero era interesante admito, camine y camine, había libros que parecían biblias, decían llamarse libros mágico o de hechizos. Tomé uno y me atrevi a mirar su contenido, tenías muchos capítulos y secciones.

-"tips para convertir a tu pareja en una máquina sexual" vaya esto es interesante- susurre para mi mismo, aunque me parecía demaciado gracioso - "como hipnotizar, mis primeros pasos" demaciado interesante..

Me hubiera terminado de leer casi toda la lección pero un comentario que llego a mis oídos me saco de aquello.

- ¿joven se encuentra bién? - hablo una señora y por el tono que usó me alarme un poco y decidí averiguar.

Mi enorme sorpresa fue encontrar a soobin totalmente pálido intentando sostenerse en el mostrador.

- ¡¿soobin que sucede?! - lo sujete del brazo y lo ayude a tomar asiento en una silla que la dueña nos brindó.

- ¿quieren que pida ayuda? - habló la señora amablemente.

- no, estoy bién, no es necesario gracias - contestó apresurado, su respiración me ponía más nervioso y su voz me dijo que no era así.

Los de ahí nos observaban con preocupación murmurando cosas, suficiente para que sin previo aviso él se levantara hasta la salida. Tuve que ir tras él no sin antes disculparme con las personas y la dueña del lugar. Soobin caminaba con dificultad, lo alcanze y lo ayude a sostenerse para ir hacia una banqueta.

- ¿por qué haces esto? Dime cómo te sientes - advertí realmente desconcertado al no saber como actuar- busquemos un doctor.. - me apresure a mirar a mis costados buscando un taxi o cualquier otra cosa que nos llevara a un hospital cercano.

- ¡que no yeonjun! Ya dije que estoy bien, es solo un mareo - su tono me hirió un poco que me quede callado - no se que me pasá, lo siento -mantenía la mirada agachada, se veía frustrado.

Suspire sin dejar de mirarlo, tome su mano e intente animarlo, decir algo que ayudara un poquito - tranquilo cariño - pensaba que esto ya no era normal aún después de llevar una dieta saludable, claro que no - pero es mejor que regresemos y consultemos a un médico, un buen médico y..

- no veo porque hacerlo - me miro de repente - solo necesito descansar un poco..

- ¡si claro! - quize no sonar molesto pero era un absoluto fracaso - ¿Por que no lo admites? ¡nada de lo que sucede esta bién! ¡Dices que es pasajero pero no es así!- me estaba alterando un poco, pero era la angustia, el miedo que sentía al verlo de esta manera, además parecía no importarle y eso me ponía mal - ¡deja de poner excusas de una buena vez por favor! ¿que no te das cuenta?

No me contestó, ni siquiera me miraba sin embargo vi un par de lagrimas resbalar por su rostro, mi comportamiento no habia sido el correcto, intente calmarme, cerré mis ojos unos segundos porque me sentí débil.

- lo lamento, no debí hablar asi..

- esta bién - soltó un largo y pesado suspiro-no quiero hablar de esto, iré con un doctor al llegar lo prometo - respondió de una manera que me hizo sentir el doble de mal, yo quería decirle muchas cosas e impedir que esto se nos fuera de las manos, más solo lo abraze, lo abraze fuertemente y le pedi perdón nuevamente.

Había algo que no encajaba bien en esta historia, y era éso, su falta de interés, su ignorancia o la mía tal vez, no lo sé, éramos demaciado egoístas y solo nos preocupabamos por nuestra felicidad, o era que ninguno quería interrumpir lo que tanto habíamos soñado y ya lo tenía más que sabido, no debía pasar de esta manera.

𝐒𝐌𝐀𝐋𝐋 𝐃𝐎𝐒𝐄𝐒 ༐ 𝐒𝐎𝐎𝐉𝐔𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora