30

643 83 4
                                    

Dentro del auto no pude con mi inquietud, miraba a soobin de vez en cuando, me sentía culpable, porque ahora las cosas serían diferente después de mucho tiempo, podrían mejorar o empeorar.

- ¿que vamos hacer?... Debi haberme callado -me detuve en aquella carretera solitaria un momento, la preocupación, el miedo me invadía.

- calma, tarde o temprano alguno lo íba hacer - ambos estábamos sin creer lo que había pasado, él bufo triste, en cambio eso no evitaba mostrarme que tenía esperanzas, que habíamos dado un gran paso - se que es duro pasar por esto pero ya no tenemos nada que esconder, lo más probable es que mis padres se enteren de lo sucedido hoy mismo -exhalo pensativo, yo había dejado de llorar pero ahora soobin tenía esos ojos aguados, mi corazón se oprimía al notarlos así - pero como tú, no me importa y daré todo por los dos - me sentía aliviado de alguna manera, olvidando todo lo anterior de nuevo lo abraze, así nos mantuvimos varios minutos, éramos ya casi unos adultos, sin embargo una situación como esta nos volvía tan vulnerables, queríamos el apoyo de nuestros padres, de la gente que amábamos ¿Era mucho pedir?

- gracias, me tienes a mí y nunca te dejaré lo sabes - contesté besando su frente, logre sacarle una sonrisa, más relajados al saber que esto solo era el principio de una nueva etapa, comenze a conducir, nos dirigímos a mí casa, despues de todo no podía quedarme ahí, no hacía falta ser listo para saberlo.

Cuando llegamos era más de media noche. Soobin se quedó en el auto esperando mientras entré para subír a mí habitación y llevarme varias pertenencias , no lleve más que un poco de ropa, empaque el resto de cosas que valdrían la pena, incluyendo una caja donde tenía algunas de sus cartas, aquel álbum de fotos que recién empezaba a crear con ayuda de yiren, la tristeza se hizo presente, observe cada detalle de esas cuatro paredes, iba hechar de menos ese lugar.

- ¿hijo que es lo que sucede? - habló mí abuela junto a la puerta sorprendiéndome un poco.

- lo siento - fue lo único que pode responder, ella se dio cuenta de lo que pasaba y se acercó para abrazarme - les dije todo - lloré en su hombro -ahora me odian..

- no digas eso cariño, ellos te aman..

Habló conmigo, trató de consolarme y me dejó en claro que había tomado una buena decisión, estaba triste al igual que yo por la actitud de mis padres, dijo que iba arreglarlo y que no me preocupara.

- no podré quedarme después de todo, quiero vivir tranquilo con soobin.. lejos de aquí

- se que puedes vivir independientemente y me alegra de alguna manera, si eso te hace feliz hazlo - limpio mis lágrimas sonriéndome preocupada -¿saben a dónde ir?

- no abuela, no lo sé aún - reí de forma tonta porque en verdad no teníamos idea, ella al parecer esperaba esa respuesta, así que me tomó del hombro delicadamente.

- ohh ¿recuerdas las vacaciones en Shanghái? - alla tenía una casa pues se quedó en China varios años - quiero que tomen ese lugar, es toda suya si así lo quieren - Me sentía afortunado de contar con ella, en ese momento la abraze y le di las gracias felizmente. Se me hizo muy difícil el despedirme, no es una definitiva porque sabía que volvería a verla, eso estaba más que seguro.

Cuando entré al auto note que soobin había llorado, no hacia falta verlo detenidamente para darme cuenta.

- ven aquí - le extendí mis brazos, busque tranquilizarlo, le dije que lo amaba que lo iba a cuidar mucho a partir de ahora.

.

- antes tengo que hablar con ellos..

- esta bién -habíamos llegado a la casa del valle, dormimos el resto de la noche juntos, él pudo hacerlo al menos, en cambio yo estuve despierto horas, recordando todo lo que había pasado junto las palabras de mi padre, lloré de nuevo pero debía ser fuerte y más teniendo al amor de mi vida conmigo.

Por la mañana hable con soobin antes de que fuéramos con sus padres, ninguno tenía idea de si ya lo sabían, de cómo lo tomarían.

- pase lo que pase, recuerda qué no estás sólo en ésto ¿bien? -le dije antes de bajar del auto.

- lo tengo muy presente - me sonrió con ternura. Sinceramente esperaba que actuaran de forma diferente y que fueran más comprensibles, que por lo menos no odiaran a su hijo. No como a mi.

Cada paso hacia la entrada hacia que mi corazón se agitara, no sabía lo que nos esperaba. Al abrir la puerta, de inmediato obervamos a ambos parados como si estuvieran discutiendo, paramos en seco, ellos nos miraron y no dijeron nada hasta que lo hizo él.

- Mamá, Papá.. tengo algo que decirles -dijo con algo de nervios, su padre dio algunos pasos mientras su madre empezaba a tener los ojos húmedos.

- ¿por que no nos lo dijiste antes? - expresó fríamente, de una manera molesta pero no tanto como lo fue mi padre.

- porque nunca llegó el momento y no tuve el valor - agachó su mirada sin dejarse intimidar mucho.

- pero sí tuviste el valor para tomar esta decisión - me observo unos segundos luego puso la mirada nuevamente en su hijo, su madre se retiró de ahí al parecer llorando, eso no era una buena señal - y serás capaz de ver por ti mismo.. - el señor expresaba dolor y decepcion, pero no odio. - ¿sabes lo que dirán los demás de nosotros?¿Acaso lo pensaste?

- señor si me permite yo.. - quize interferir pero no me lo permitió.

- ¡no yeonjun!... No quiero escuchar nada más, es mejor que se retiren - nos miro por última vez y se fue a otra dirección.

Lo sabía, sabía que sucedería lo mismo, esta era una de las razones por las cuales temíamos mucho tiempo, agarre del brazo a soobin, él estaba tan herido como yo, no merecía pasar por ésto, ninguno lo merecía.

𝐒𝐌𝐀𝐋𝐋 𝐃𝐎𝐒𝐄𝐒 ༐ 𝐒𝐎𝐎𝐉𝐔𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora