Capítulo 38

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Ben el conductor resultó ser Kyle Sanders, el hermano mayor de Cameron. Al parecer tras uno de los tantos conflictos en los que estaban envueltos el ejército Fitzalan y Bowyar, el padre de ambos y Kyle fueron terriblemente heridos. Él manifestó de inmediato arrepentirse de haber estado de acuerdo con los ideales de los Bowyars en algún punto de su vida, pero confesó sentirse totalmente fuera de lugar una vez que se vio envuelto realmente en el conflicto desde dentro. 

No supimos mucho de la conversación entre Cameron y Kyle. Tampoco supimos el por qué Kyle nunca fue a buscar a Cameron. Probablemente fuera por miedo a que condenasen a Kyle en ambos bandos — tanto Fitzalan como la enemiga. Quizás ambos hermanos tuvieron sus diferencias, no lo sabíamos.

Aquella situación me recordó a la de Briseida. En cuanto descubrí que el soldado al que cuidé y que, desgraciadamente, no pude salvar fue su propio hermano, no podía quitármelo de la cabeza. El simple hecho de que, la vida, me hubiese dado una oportunidad de disculparme y darle a la única familia que le quedaba algo de él, era algo que me traía paz, y sabía que debía ocuparme de ello. 

Jared me dijo que tanto Briseida, Nathan, Hugo y Reed se encontraban en la base. Cameron junto a Jodie y Adam eran los que estaban a cargo de entrenar y orientar a los soldados. Prácticamente las personas de mi antiguo escuadrón estaban allí para asegurarse de que todo estuviese bajo control, y me hizo sentirme orgullosa de aquello. Llevaban años entrenando para este tipo de situaciones (no de la manera más favorable, debía admitir) y lo estaban haciendo de la manera más admirable posible. 

Me incorporé rápidamente a la tarea de organizar el contraataque a Liam y su ejército. Jared lo había planeado junto a Cameron. Me alegró mucho saber que trabajaban muy bien en equipo y que estaban bien. Lo último que quería era provocar mal rollo entre ellos dos, pero también era cierto que era una situación diferente, ya que cualquier cuestión personal se veía eclipsada por una causa mayor y es que Liam nos iba a llevar a otra guerra civil... y ya teníamos suficiente.

Ambos nos dijeron que no todo el mundo estaba obligado a participar en el ataque al castillo. Sabían que había más probabilidades de que fracasáramos a que ganásemos, pero lo más sorprendente fue que mucha gente se ofreció voluntaria igualmente. Me emocionó mucho que la gente se sacrificara por una mejor Euresis.

La noche antes del asedio al castillo, me juré a mí misma que debía hablar con Briseida sobre su hermano. Nunca me quedé tranquila sabiendo que yo había sido la última persona en verlo vivo y que ella no lo supiera, además de que quería darle la chaqueta del Soldado Smith (que ahora sabía que se llamaba Noah) en cuanto lo recuperase.

Me senté con ella a tomarnos un té en la zona común, cuando las otras personas estaban yendo a dormir, por lo que había un poco de tranquilidad y silencio en el sitio. 

—Briseida, quería comentarte algo —comencé a decir, mientras le daba el último sorbo a mi taza.

—¿Mmm?

Sentí un nudo muy fuerte en la garganta. No sabía cómo decírselo, ¿y si reaccionaba mal? ¿Y si me reprochaba no haber hecho lo suficiente? Era una de las cosas de los que más me arrepentía, y era que no pudiese salvarlo pese a mis esfuerzos. 

—Conocí a tu hermano Noah.

Noté cómo Bri se quedaba petrificada y cómo giraba su cabeza hacia mí con los ojos muy abiertos. Los dos eran realmente parecidos, tenían los mismos ojos y el mismo color de pelo. Mirarla a ella era como verle a él, y yo sólo podía recordar cómo vi que él exhalaba su último y yo no podía hacer nada para impedirlo. 

—¿Cómo...?—ella frunció los ceños y parpadeó mucho, como si intentara procesar lo que había dicho—. ¿Cómo es posible...?

—Yo fui la última persona en verle con vida—contesté, aún con el nudo en la garganta que se intensificaba a medida que pronunciaba las palabras—. Yo... fui... la que intentó salvarlo. 

The Final Reign (#TCIM 2) ©Where stories live. Discover now