Capítulo 36

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Me quedé boquiabierta en cuanto me reveló su identidad. No sabía muy bien qué decir o cómo reaccionar o siquiera creérmelo. ¡Eleanor Fitzgerald estaba muerta! Todo el mundo lo sabía, hacía más de veinte años de su muerte. Aunque no se conmemora este hecho, cada año la familia real dejaba fuera de palacio unas flores violetas en su memoria.

Y ahora tenía a una mujer en frente mía diciendo que era la princesa.

Estaba muy confundida

—Pero eso no es posible—dije al fin—. Eleanor murió hace veinte años.

Ella puso los ojos en blanco mientras dejaba salir un suspiro molesta.

—Me ofende muchísimo que siendo tan inteligente no veas que todo fue una farsa. Llevo viviendo en este castillo desde mi supuesta muerte, niña. Y ahora todo apunta que tú vas por el mismo camino—dijo mientras se pasaba las manos por el pelo, como si estuviera frustrada—. Me he cansado de esto. En un principio ni siquiera tenía que haber accedido a que me tratasen así. Se acabó.

Seguía sin saber qué decir. Una princesa que todo el mundo daba por muerta en realidad estaba viva y coleando. ¿Qué más mentiras nos habían hecho creer a lo largo de todos estos años? Parecía tan cierto que la familia real euresiana realmente estaba lleno de sucias mentiras y de corrupción. Todo esto tenía que acabar, pero, ¿cómo?

—Sólo somos dos princesas desterradas, Eleanor—respondí—. Liam tiene un ejército entero que responde a sus órdenes, y creo que nadie responde a nuestras órdenes ni está de nuestro lado ahora mismo.

Ella volvió a bufar de manera ruidosa. Parecía molesta, casi como si hablar conmigo fuese una molestia enorme. Parecía que no era muy de su agrado.

—Vamos a ser claros aquí: desde que llegaste a palacio ha habido gente que te ha apoyado. Que no apoyaba esa estúpida estrategia liderada por Liam para que los dos estuvieseis al frente con el trono—explicó, pacientemente—. Creo recordar que Jared me dijo que os escapabais de palacio para saber las diferentes opiniones de las personas sobre ti... y viste que no tuviste muy buena acogida, al igual que había gente dispuesta a apoyarte. Incluso había Bowyars que te apoyaban y produciendo un claro inciso en ese grupo.

Me quedé pensativa. Era cierto. Cameron me lo había confirmado, incluso él estaba de mi parte junto a Jodie y Adam. Los Bowyars tuvieron esa secesión precisamente desde que se supo mi existencia. No entendía el por qué, pero por alguna razón lo hacían.

—¿De qué conoces a Jared?

—Digamos que Noresul acoge a presos políticos—contestó con una sonrisa.

—¿Cuál es el plan?—pregunté.

Eleanor simplemente sonrió.

. . .

El lugar estaba plagada de soldados. Era una misión casi imposible salir o moverte por el sitio. Parecía que tuviesen todo la zona bien controlada, aunque como todo, no era imposible no hacer algo al respecto. Eleanor me contó que se pasó años memorizándose cada movimiento de esta gente, y que sabía cada cuanto tenían sus descansos o cuándo cambiaban de turno y de lugar. También consiguió hacerse amigos y cercanos de algunos empleados de palacio (no todos, ya que la mayoría le debía lealtad a la corona) así que consiguió que el hombre que llevaba la comida cada semana nos hiciera un favor: llevaba hortalizas, frutas y carne al Palacio Real Gailden y a este castillo una vez por semana, y podía llevarnos hasta Euresis. Lo malo era que a mitad de camino se cambiaba de conductor porque eran muchas horas y a veces revisaban la parte trasera del camión para ver si todo estaba en orden. Básicamente nos jugábamos ser pilladas si conseguíamos siquiera conseguir subirnos al vehículo.

The Final Reign (#TCIM 2) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora