Capítulo 7

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Definitivamente, pasó lo que dijo mi madre.

Al día siguiente todos los consejeros de palacios se tiraban de los pelos por cada titular y cada noticia que veían en la televisión nacional, así como internacional. Cada vez que caminaba por los pasillos de palacios, me inundaban a miradas críticas, algunos de desprecio. Y ya ni hablar de los consejeros de Noresul.

Estaba empezando a pensar si realmente fue mala idea haber aceptado aquella cita, pero, ¿qué más remedio tenía? Aceptase o no iba a tener consecuencias. Y yo sólo me aferré al deseo de que no las hubiera.

Ilusa de mí. Por supuesto que sí las habría.

Me sentía tan mal que me mareaba. Me revolvía el estómago de tal manera que sólo quería hacerme un ovillo y desaparecer.

No reaccioné de otra manera que encerrándome en mi habitación, sumida en el silencio. Prohibí cualquier tipo de visita a mi zona de comfort e hice una burbuja a mi alrededor. Sólo permitía la entrada de aquellos que me decían sobre el estado de Steve, que lamentablemente seguía igual.

Estaba encerrándome en mi propia burbuja, y aunque sabía que no iba a tener buenas consecuencias, no sentí en ningún momento que estuviera siendo egoísta: era una manera de permitirme saber cómo me sentía; y podía afirmar que no era una manera muy positiva.

*****

Un día después, dormitaba en mi habitación intentando evadirme del caos en la que estaba sometida hasta que alguien entro en mi habitación interrumpiendo mi desesperado intento de tranquilidad.

—¿Qué pasa?—pregunté tras suspirar.

Era un soldado que no había visto antes. Parecía nuevo y algo perdido, a lo mejor hasta era la primera vez que hablaba con la (en teoría) Regente y se le notaba en la cara. También parecía joven.

—Alteza, perdone que haya desobedecido sus estrictas órdenes de no...

—Hable—le interrumpí, volviendo a suspirar—, por favor.

El soldado asintió con la cabeza rápidamente.

—La Corte solicita su presencia en la Sala Común. Es urgente.

Me levanté de inmediato. No sabía qué estaba pasando, pero que se saltaran una petición de alguien importante ya decía mucho. No sabía qué pensar. Recé porque no fuera algo grave.

*****

Lo primero que vi al llegar fue a Liam, con una mano apoyado en su mentón y con la mirada perdida, casi desesperada. A su lado estaba Stella.

En cuanto mi hermano me vio y yo me fui acercando, él me abrazó. Le devolví el gesto, pero estaba confusa porque no sabía qué estaba pasando realmente.

—Lo siento, Scar—me murmuró con la cabeza en mi pelo, para luego separarse y besarme en la frente.

—¿Qué está pasando?—pregunté, ya alterada.

Stella frunció los labios y me indicó que mirara para el frente. La televisión estaba encendida y cuando vi la transmisión, casi se me para el corazón:

Estados Unidos de América declara a Euresis como desertor y presiona al país a elegir bando.

Me llevé las manos a la boca, del shock. No.

No podía estar pasando de nuevo. No podía... Era imposible.

Dios, estaba pasando por mi culpa. Debí de haber aceptado aquel compromiso y así mi país no estaría involucrada de nuevo en una crisis tan grave.

The Final Reign (#TCIM 2) ©Where stories live. Discover now