Secreto de la Rosa. Guardianes 5. Gato Mágico

Epílogo

Epílogo

Selt

     De la secta que creo mi madre solo queda mi hermana Nariel que ha encontrado un nuevo cuerpo donde continuar su existencia, pero en esta ocasión no la ha moldeado a su rostro como lo hizo en el pasado con aquella pobre jovencita que usurpo. Un claro indicativo de lo débil que se encuentra y la pérdida de poder que sufrió con la fractura del círculo de sangre, ahora con el extravió del libro de nuestra madre dificulto que se pueda recuperar con rapidez, pasará algún tiempo antes de que vuelva a ver Nariel Riquelme levantando a los oscuros de las cenizas. También Reichel, después de tantos años no encuentro una explicación de su existencia. Ser el primer gato mágico no tuvo ningún beneficio para ella, ni tampoco para mi familia. Ella no es
alguien a quien temer. ¿Por qué mis hermanas cuidaron de ella y la mantuvieron con vida? ¿De qué le puede servir Reichel a mi madre?
     Alonso también sigue con vida pero quien sabe por cuánto tiempo, él se ha convertido en un medio para un fin. Cat lo
mantendrá con vida solo el tiempo necesario para encontrar a su hermano, después de eso no dudo que su destino sea el mismo de Marian.
     Cat me ha demostrado que puede ser tan cruel como mis hermanas desearon, sin ningún tipo de remordimiento. Hay una sed de venganza dentro de su ser que se ha acumulado por muchos años, con cada regreso de la muerte se ha vuelto muy firme y solo la muerte la liberara de ese tormentoso pasado que compartió con Alonso. No es el mejor camino pero es muy posible que sea el que tome.
     Los seguidores de la secta se han dispersado, se ocultan de los guardianes tras la caída de mis hermanas. Esto no ha
terminado pero de alguna manera, con todo y las tragedias que nos ha tocado vivir hemos ganado una batalla muy importante para el mundo y los guardianes.
     Hoy nos levantamos de una fuerte caída.
     — ¿Tienes idea de porque nos han llamado? —pregunta Sergio.
     Ha pasado una semana desde que nos enfrentamos a mi hermana, a mi madre en Pétalos de Oscuridad. Una semana que ha sido de duelo y al mismo tiempo de recuperar lo que nos oscuros nos quitaron con sangre. Cirvius se está levantando con más fuerza para preparar a los próximos
guardianes del mundo, hemos conseguido limpiar las calles de Pétalos de Oscuridad de carnivus pero eso no significa que estén extintos. Son una amenaza latente que de momento se encuentra dormida.
     —Supongo que quieren que estemos presente en el nombramiento de los nuevos ancianos del concejo —respondo.
     —No has pensado que quizás ¿te quieran integran al concejo de ancianos? —las puertas del ascensor se abren.
     Sergio tiene que sostenerlas para que no se cierren porque me he detenido en medio.
     —No, no —digo no muy convencida. Insistieron tanto para que estuviéramos presente que…
     —Sí. Lo mejor es que nos
regresemos.
     Doy vuelta al interior del ascensor. Sergio solo ríe a mis espaldas.
     —Me alegra que hayan venido —la voz de la anciana que condeno a Cat trunca mi escape. El concejo está integrado por seis ancianos, y ella es uno de tres de los que quedan. Los otros eran oscuros, por lo que hay tres vacantes—. Selt, no huyas.
     Me giro y salgo al pasillo. Sergio suelta la puerta del ascensor y toma mi mano. Nada se compara con la calidez de su cuerpo, me tranquiliza su cercanía.
—Me siento engañada —digo mientras la seguimos hacia
las puertas dobles.
     —Deberías habértelo esperado —dice.
    Entramos a la estancia, y la carga de todas las miradas sobre mí solo afirma las suposiciones de Sergio.
     —Tranquila serás una buena anciana —susurra él en mi oído. Llevo mi codo hacia atrás y le doy en el estómago. La anciana nos ubica lo más cerca del centro de la sala posible.
     —Hay tres sillas libres —lo miro sonriente—, también podrías sentarte en una de ella.
     Mi comentario cambia las facciones de su cara por completo pasa de burlarse de mí a verse trágico.
     —Serias un anciano muy guapo.
     —No es divertido —dice reclinándose contra el asiento.
     La voz de la anciana da por iniciada la reunión. La postura de mi esposo es la de querer salir corriendo, el lobo esta aterrado de la responsabilidad. Al igual que yo.