Secreto de la Rosa. Guardianes 5. Gato Mágico

Desconfianza

Capítulo 25: Desconfianza

Cat

Entre abro los ojos y la luz me ciega de momento. Intento moverme y siento que me duele todo. Quizás las heridas se han cerrado pero el malestar persiste. Me muevo sobre un frío y duro colchón y con ayuda de mis brazos me siento. La habitación es pequeña, con espacio para la camilla donde me encuentro y tres visitantes.

Mi primo, Eloy y Arcángel.

- ¿No tienen nada mejor que hacer que vigilar a un gatito malherido?

Los tres me dedican miradas de reproche. Por lo que reflejan sus rostros no han descansado mucho, y hasta puedo jurar que hay muchos problemas.

-Quiten esas caras, es broma -digo sonriendo.

Eloy ladea la cabeza, y pregunta: - ¿Cómo te soportan tus amigos?

-No tengo idea. Al igual que tampoco me explico que hacen aquí. ¿De verdad, no hay nada que hacer con todo el caos que hubo?

- ¿Cómo saliste de la celda? -pregunta Arcángel tajante.

Me reclino contra la pared. Con todo el caos que hubo, las muertes, solo piensan en interrogarme, o evita mi pregunta apropósito para que no me entere de nada.

-La golpee hasta que se desencajo.

Me cruzo de brazos.

-No comprendo cómo sigues con vida -expresa mi primo realmente asombrado.

- ¿Por qué? No es la gran cosa, son celdas fáciles de romper.

-Ya lo sabemos. Y por eso están selladas con magia. Toda bestia que intente salir muere, ¿porque crees que los carcelarios de esa zona en específico no han intentado escaparse? -explica el tigre.

Lo que me recuerda que el beso, ¿qué pudo haber pasado por su mente en ese momento? traer el tema no es una buena idea. Aunque sería muy entretenido. Sin embargo, ¿las rejas con magia? Yo por lo menos debería estar inconsciente por un par de horas más.

-Bueno eso lo explica -digo. Ellos me observan con desconcierto-. No lo sé, tuve suerte de salir con vida.

¡Claro lo olvide!
Los calabozos en la ciudad de las sombras están divididos, un área para las bestias, un área para brujas... Cada espacio tiene su peligro de muerte dependieron del área. Lo que me devuelta al hecho de estar aquí solo un poco magullada por las golpizas. En mi estado de ser solo una bestia romper las rejas debería haber sido imposible, con toda la fuerza del animal

que llevo por dentro. Esa reja no tenía que haber cedido. La magia no me afecto en nada. Lo que me recuerda que los oscuros buscaban algo.

- ¿Qué buscaban los oscuros?

-No es de tu incumbencia -responde Arcángel con prepotencia.

Bien olvidemos esa pregunta, pasemos a la siguiente.

- ¿Por qué estaba yo encerrada?
-Ya que no lo sabes, te quedaras con la duda -responde él.

En ocasiones como esta, él consigue que olvide lo que causa en mí y quiera golpear su cabezota contra esa pared, ¿qué le cuesta ser un poco amable? Claro, luego recuerdo que a pesar de todo debo cuidar de su integridad por razones que Marta no me dio. Y la curiosidad me mantiene en la línea recta sin desvíos.