Secretos del pasado

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Capítulo 35: Secretos del pasado

Cat

     He perdido la noción del tiempo mirándolo tendido en esa cama. Tan frágil que sigo pensando que es irreal. Mi padre podría morir en cualquier momento. Lo que sea que hayan hecho los oscuros para mantenerlo con vida durante todos estos siglos ya no está funcionando, haberlo sacado de esa celda ha mermado su vida.
Desde el momento en que piso la Ciudad de las Sombras la muerte lo reclama.
     Selt ha intenta descubrir que lo ha mantenido con vida durante tanto tiempo pero no tenemos tiempo, lo han
conectado a aparatos para que pueda respirar. No sé cómo sentirme al respecto, tengo una mezcla de sensaciones que no puedo explicar.
     —No quieres preguntar nada —su voz es débil y cansada.
     — ¿Cómo es que aun sigues con vida? —pregunto acercándome al pie de la camilla. Él sonríe, y niega con un suave movimiento de cabeza como queriendo decirme que he hecho la pregunta incorrecta.
     —No tengo mucho tiempo, y tenemos un tema más importante que mi propia existencia por tratar —concuerda con mis pensamientos.
     — ¿Sobre qué?
     —Tu madre —aprieto mis manos contra el metal de la camilla. Siento que el pasado se burla de mí—. Hay muchas cosas que nunca llegaste a conocer de tu madre, y que yo descubrí demasiado tarde.
     Rodeo la camilla y me siento en el borde. La primera vez que morí abrigada en mi propio fuego para evitar condenarme al círculo de sangre mis padres seguían con
vida hasta ese momento, y una vez que regrese a la vida muchos años después asumí que habían muerto, en cambio, en mi segunda vida esas dos personas que me
dieron la vida de nuevo, fueron asesinados antes de mí ya escrito final.
     — ¿Qué ocurrió con ella? —mi pregunta le saca una carcajada fuerte que lo deja fatigado en segundos. Con los labios extendidos en una sonrisa respira despacio tomando impulso para hablar.
     —Te conozco tan bien Camila. Todavía te preocupas por ella sin saber la verdadera monstruosidad que es. Sé que mataras a alguien, y no te va a importar quién es.
     —Comienza de una vez, por favor —suplico muy segura de que todo lo que dirá no me gustara en nada.
     Él da un suspiro.
     —Después que se supo lo de la destrucción de la cueva, y que obviamente nadie sobrevivió. Las cosas tomaron otro rumbo y secretos salieron a flote. Una vez
que la noticia de tu muerte llego a nuestra puerta tu madre se encerró en su habitación por días sin salir a la luz del sol. Mis padres permanecieron ese tiempo en
casa. Me sentí tan culpable de perderte, hija.
     Una lágrima resbala por mi mejilla, mi padre fue un hombre muy difícil y las exigencias de su época no ayudaron mucho en nuestra relación. La última vez que nos vimos estaba tan molesto por las decisiones que tome, él me hecho de la casa lo que nunca se imagino es que en realidad jamás volvería. Él continúa:
     —Un día alguien toco a la puerta y para mi sorpresa era ese joven que te pretendía, el mismo muchacho que era parte de tu equipo y que debería estar muerto, perro
estaba frente a mí. Desde ese momento la desgracia tomo a la los De La Rosa. Marian salió de su habitación y no era la misma mujer frágil e indefensa, todo lo contrario, ella era y es un monstruo.
     — ¿Es? —le interrumpo. No puede ser que mi madre también este viva.
     —Es, en presente porque ella goza de una frondosa vida—confirma mi padre—. Entre ella y Alonzo, así se llama ese muchacho, asesinaron a mis padres y a cada uno de los sirvientes y, a mí me convirtieron en esto. Ella me juro que te volvería a ver, y que serias tú quien
acabaría con mi vida por todo el daño que les cause.
     —No voy a matarte —digo y me seco las lágrimas que sin permiso se han adueñado de mis ojos—. Pero, me cuesta creer todo eso.
     —Lo sé. Pero ya te encontraras con la verdad. Tu madre es hija de una de las Riquelme.
     Las lágrimas se secan al borde de mis ojos. No, no, no es posible que todo…
     —Tanils Riquelme es la madre de Marian, todo tu nacimiento fue meticulosamente planificado pero
hubieran cosas que se les escaparon de las manos como la intervención de Selt, la hermana menor que siempre ha buscado destruir todo lo que sus hermanas
construyen.
     —No, no, no —gritan mis labios. La mujer que tanto defendí, a quien admiraba tanto es un oscuro. Mi propia madre me condeno a esta existencia. La traición más
dolorosa que me impide respirar. Me deslizo al piso mientras mi pasado se burla de mí, cada verdad que creí es una mentira.
     —Lamento causarte tanto dolor.
     —No, que lo lamente ella —digo con todo la ira que me causa su traición.
     —Hay algo más que debo confesarte —me levanto del suelo. Él me tiende la mano anhelando el contacto después de tantos años. La tomo entre las mías, su piel
arrugada con cada hueso marcado intentan darme un fuerte apretón pero solo es una caricia.
     —Dime —murmuro. Lo miro directo a los ojos.
     —Los oscuros desde el primer fallo del  de círculo de sangre han estado buscando otra alternativa, otro heredero de Sonia Riquelme, alguien que pueda recibir todo su poder mientras ella regresa a este mundo. Me enterado de que tu madre en esta vida está embarazada de nuevo.
     — ¿Qué hay con eso? —pregunto aterrada por la respuesta que pueda darme.
     —No estoy completamente seguro, porque solo he escuchado susurros. Pero no está demás la advertencia. Ese niño podría ser el ancla que Sonia Riquelme necesita para regresar a este mundo. He escuchado que el niño que eligieron como ancla es un demonio que se liberó. Ahora necesitan otro, y ese niño que lleva tu madre en el vientre es la mejor opción que tienen.
     La poca fuerza de su agarre se desvanece y lo veo respirar por la boca con desesperación. Aprieto su mano con más fuerza, y dejo un beso en ella. No puedo hacer nada, mi padre se va.
     —Marian tiene la misma habilidad que su madre, ten cuidado —susurran sus labios como último aliento.
     Espero a que diga algo más, pero sus escasas respiraciones se han detenido y el monitor dispara un pitido molesto.
     —Camila —Selt entra a la habitación.
Coloco las manos de mi padre sobre su pecho con cuidado, y cierro sus ojos.
     —Descansa papá —susurro y salgo. Escucho los pasos de Selt detrás de mí pero no me detengo hasta estar lo suficientemente lejos de esa habitación.
     —Lo siento —una mano en mi espalda.
     — ¿Sabías que tienes una sobrina? —le pregunto.
     — ¿De que estas hablando Cat? —pregunta Selt desconcertada—. Ninguna de mis hermanas es madre.
     —Si yo creía lo mismo —digo tomando control de mis emociones. Es como un huracán de sentimientos que acabará con todo a su paso—. Supongo que recuerdas a
mi madre Marian.
     —Por supuestos, ¿y que con eso?
     —Es la hija de Tanils, y que crees esta tan viva como nosotras dos —suelto llena de impotencia.
     El rostro de Selt palidece ante la noticia. Parece que en ella muchas cosas comienzan a tomar sentido.
     —No lo puedo creer.
     —Yo menos, me acabo de enterar que mi madre planifico todo. Ella eligió mi destino—estoy alzando demasiado la voz. Pero necesito drenar todo esto de alguna manera—. Siempre ha sido así. Ella ha estado
detrás de todo porque es parte de la familia, siempre esperando a que regrese para que cumpla con su sueño, o lo que sea.
     — ¿Por qué estas gritando? —pregunta Maycol. Su novia esta con él. Mis gritos han llamado la atención de muchas personas.
     —Secretos que nunca faltan para variar —dice Selt en respuesta.
     —Vine a ver cómo sigue el señor —dice Zoe. Ella como sanadora recibió a mi padre y trato de sanarlo, pero no había nada que sanar.
     —Él ha muerto —digo secamente.
     —Lo lamento —dice ella apenada.
     —May necesito que vayas a buscar a mis padres y los traigas tan rápido como sea posible —ordeno.
     —Claro, pero ¿porque? —pregunta él.
—Arcángel era el ancla para Sonia Riquelme regresar bajo el círculo de sangre, pero ahora que es un demonio liberado necesitan a otro bebé. Mi padre dijo que quizás necesiten el de Cordelia, y no quiero correr riesgos. Así que tráelos a ambos. Ya he perdido demasiados padres.
     —Entiendo —dice May y le da un beso a Zoe como despedida.
     —Lleva a Frank y a Eloy contigo, solo por precaución —sugiere Selt.
     Él asiente y desaparece. Zoe se despide, va en búsqueda de otros sanadores para que se hagan cargo del cuerpo de mi padre. Mientras Selt y yo caminamos de al comedor me pone al tanto de la situación en la que nos encontramos.
     La Ciudad de las Sombras es oficialmente el refugio de los Guardianes. Nos hemos desligado por completo del consejo y de Pétalos de Oscuridad. Desde este momento nos enfrentamos a la familia De La Rosa que se han posicionado en el consejo, no me sorprende. Mi madre Marian es esa persona que ha estado siempre detrás de todo pero nunca habíamos visto.
     Sebastián y Nicol se han ido con Marta, ahora con el libro perdido en el infierno creado por la gran señora Riquelme es necesario que alguien vaya en su búsqueda, y el único buscador que tenemos es Nicol.
Por otro lado, Julieta y Bruno han regresado a la manada.
     Reichel sigue siendo nuestra prisionera, y ha llegado el momento de hacerle una visita.

***

     Un punto más para los oscuros.
Tengo que admitir que los muy desgraciados están dando buenas batallas y que me están destrozando el ego hasta más no poder.
     Entre los estudiantes que trajimos de Cirvius se encuentra mi adorada prima Ashlyn, y hasta ahora es que me entero de su presencia en la Ciudad de las Sombras.
     — ¿Por qué la trajeron? —pregunto molesta mientras avanzamos.
     —Es una estudiante Cat —me reprende Bladimir.
     —Sí, la misma estudiante que ha asesinado a sus compañeros y te lo voy a demostrar —alzo la voz y él retrocede, arisco pero retrocede.
     Tomo la manilla de la puerta y esta no cede, tiene pasado el seguro. Le doy una patada y se abre de par en par. Las pruebas están justo ante nuestros ojos. La habitación esta diseñada para cuatro personas, y dos de ellas están muertas en el frío piso, la tercera aterrada arrastrándose por el suelo hasta la puerta y la cuarta chica, Ashlyn con una filosa daga en las manos.
     Bladimir no reacciona ante la situación está paralizado ante la escena. Me muevo tan rápido como puedo para sacar a la chica de en medio antes de que la daga golpee su pecho, el frío metal atraviesa mi piel pero eso no me impide tirar hacia la puerta a la chica.
     Con la mano derecha extraigo la daga de mi espalda por el lado izquierdo. Una daga que ha sobrevivido siglos para derramar sangre inocente. Doy vuelta para
enfrentar a mi prima. Sus ojos han cambiado, el intenso violeta se pierde entre destellos rojos, con la mirada fría y calculadora, de sus delgados labios corre una gota de sangre.
     — ¿Qué has hecho Ashlyn?
     —Soy parte de la nueva especie, no solo tú puedes tener magia Cat, ahora todos podemos, y cuando ella venga tu no existirás.
     — ¿Mataste a tantos chicos por magia? No sé de qué te pueda servir la magia, mira donde termino Sasha por codiciarla tanto.
     — ¿Que has ganado con hacer el bien? Cat, ser un guardián para obedecer órdenes de unos ancianos que ni siquiera salen de su círculo para ver la realidad afuera,
en el mundo real. Nadie te creyó cuando me acusaste, ellos no confían en ti. ¿Porque te mantienes de su lado? No lo puedo comprender.
     —No es tu culpa, es que no tienes capacidad para comprenderlo —la daga en mi mano arde con un intenso fuego azul. Las llamas danzan sobre mi mano sin
lastimarme, Ashlyn retrocede y como ella misma ha dicho ahora es portadora de una negra magia. Su cuerpo comienza a consumirse, lanzo la daga hacia ella y antes de que pueda desaparecer por completo sé que la daga ha terminado incrustada en alguna parte de su cuerpo.

Secreto de la Rosa. Guardianes 5. Gato MágicoWhere stories live. Discover now