T R E I N T A Y U N O

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Suspiré viendo cómo bomberos, policías, ambulancias hacían acto de presencia. Sólo pensaba en lo tarde que habían llegado, miré los escombros de la mansión y caminé para encontrar algo de valor o simplemente una pista para saber dónde está.

Entonces, entre los escombros, veo el casco de Iron Man destruido. La acaricio y mis lágrimas vuelven a salir. —No ha pasado mucho y ya te extraño, idiota—dije pegando mi frente al casco.

Y entre mis lamentos escucho un pequeño sonido en el casco, y en un santiamén volteo el casco y me lo pongo. Este se enciende y hace un leve escaneo. —Servidor seguro Stark. Análisis de retina verificado.

Amor, soy yo—escuché la voz de Tony y sonreí aliviada al saber que estaba vivo. —Debo pedirte disculpas por muchas cosas y no tengo tiempo. Primero, siento mucho haberte puesto en peligro. Fui egoísta y estúpido y no sucederá de nuevo. Además, es navidad y el conejo es demasiado grande—dijo y reí bajo. —Sé que te gustó, pero es mucho. Lo reconozco y lo siento. Y perdóname pero no puedo regresar a casa aún. Necesito encontrar a ese sujeto y solo sé que debes estar a salvo. Le acabo de robar el poncho a un indio de madera, pero eso no importa. Por favor, no olvides que te amo.

—Yo también te amo—dije y me saqué el casco y salí de la mansión.

—Liv. —me giré y abracé a Pepper que acababa de llegar.

—Está vivo, Pep. Está vivo—susurre con una sonrisa. —Nadie debe saberlo.

—Oh por Dios—dijo asintiendo, me separé y busqué con la mirada a la castaña.

—Ella. Llegó minutos antes de que pasara esto—dije entrecerrando los ojos.

— ¿Crees que...?

—No lo sé, cariño. Pero, a estas alturas no sé en quién confiar. —mire a la pelirroja. — Además, ella vino a decirle algo a Tony, y quiero saber qué era. —me acerqué a la castaña y la tomé de su brazo.

—Tú vienes conmigo. —ella tragó en seco, pero asintió. —Pepper, tú manejas.

— ¿A dónde?

—Lejos de aquí.


°°°


— ¿Por qué fuiste a la casa esta noche?—pregunta Pepper manejando, yo por mi parte me encontraba buscando la ubicación del Mandarín.

Alcé la mirada y tecleé en el computador. —Sí, ¿qué era eso tan importante que debías decirle a Tony?

Ella se quedó callada y me alertó. —Creo que mi jefe trabaja para el Mandarín. —fruncí el ceño. —Así que si aún quieres hablar de eso, te sugiero que vayamos a algún lugar seguro.

— ¿Tu jefe trabaja para el Mandarín? según tú, pero Tony dice que eres botánica—dije confundida y dejando la laptop a un lado.

—Típico. En realidad, soy una codificadora de ADN biológico que lidera un equipo de 40 personas en un centro de estudios privado. Pero está bien, puedes decir que soy botánica—dijo y quedé sorprendida y desconfiada de esa mujer.

—Este jefe tuyo, ¿tiene nombre?

—Sí, Aldrich Killian—le responde a Pepper y miro a la pelirroja rápidamente.

—Bien, Pepper maneja hacia un hotel cerca. Cualquiera—dije y ella asintió. Tomé la laptop y seguí rastreando al Mandarín, pero miró por el retrovisor a Maya y algo de ella me hace desconfiar.

— ¿Sabes dónde está tu jefe ahora?—pregunto y ella negó un poco nerviosa. Asentí y seguí en lo mío.

°°°


Cuando llegamos al hotel, fuimos a la habitación y Maya entró a darse una ducha. Dejé la laptop en la mesa y miré a Pepper.

—Ella sabe algo. Algo que se le está pasando contar—susurré cruzándome de brazos, Pepper confundida mira el baño.

—A mí me parece una buena mujer, Liv. No veo nada para que dudar.

Suspiré y me acerqué a ella. —Saldré unos minutos hacer unas llamadas por lo que se discreta y trata de conseguir información.

—Liv...

—Confía en mí. Esa mujer sabe más de lo que aparenta—dije tomando mi chaqueta y saliendo a buscar una máquina expendedora para comprar algo de beber y llamar a Natasha.

Cuando estuve enfrente de la máquina, marqué la de una coca cola en la lata. Me abrigué y le marqué a Natasha esperando a que cayera la lata, pero Nat no respondía. Volví a marcar y nada.

Suspiré frustrada y por el vidrio veo a varios hombres, por lo que me alerto y tomo la gaseosa y la abro rápido para tomarla. Estrujo la lata y sonrío esperando algún movimiento de esos hombres.

El primero me engancho el cuello con su brazo por lo que tomo el impulso de la máquina para dar una vuelta sobre él y al final romperle el cuello. Lanzo la lata en el rostro de uno y saco mi navaja en el despiste de ellos y empiezo a moverla lanzándola en el rostro de uno. Corro y tomo impulso de la pared para golpear con mi puño su rostro, y cuando cae doy una vuelta hacia atrás golpeando su rostro con la punta de mi zapato.

 Corro y tomo impulso de la pared para golpear con mi puño su rostro, y cuando cae doy una vuelta hacia atrás golpeando su rostro con la punta de mi zapato

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En eso llegan más hombres. — ¿En serio? No tengo tiempo para esto, tengo que buscar al Mandarín y así estar tranquila con mi novio. —Un tipo se acerca logrando golpearme en el estómago. —Aunque él no lo sabe. —el tipo me volvió a pegar, está vez en la frente con la culeta de su arma. Gruñí molesta y tomé fuerzas de donde no tenía.

Golpe con mi antebrazo su cuello y tomé su brazo apretándolo y lo hice girar tumbándolo. Cuando estuvo en el suelo lo golpee en la nariz y me levanté dando una media luna sobre su barriga y corriendo hacia otro. Salte sobre él y golpee su cabeza con mi codo derecho varias veces, cuando noté que venía uno con un arma, giré sobre el tipo tumbándolo y aproveché para romperle el brazo saqué mi arma y no dude en disparar hacia el tipo.

Me levanté cómo pude limpiando el sudor y la poca sangre de mi frente. Me acomodo el cabello y saco la navaja del rostro del muerto y cuando me voy a girar veo a James mirándome serio.

—Hola, amor.

— ¿Qué haces aquí?—pregunto desconfiada, pero él no me responde, solo me da choques eléctricos con un Taser. —Hijo de perra.

| Fire & Love | [1]Where stories live. Discover now