| Fire & Love | [1]

S E I S

Luego de darse varias miradas, Olivia salió de ahí. Con la excusa de que debe terminar la cena. Lo cual era cierto, y Tony no pudo evitar mirarle las piernas cuando salió.

—Concéntrate, Tony. —se dijo a sí mismo, mientras que la chica trataba de relajar su respiración y su corazón acelerado.

Luego de unas horas ya estaba casi terminada la comida, cuando las puertas de la casa se abrieron, apareciendo Pepper Potts con una caja en sus manos.

— ¿Qué estás haciendo aquí?—pregunta confundida, Olivia sonríe divertida.

—Al parecer no usan la cocina.

—Pues estamos hablando de Tony Stark. —Pepper mira todas las ollas. — ¿Y qué estas preparando?

—Shawarma. Mi plato favorito.

—Se ve y huele riquísimo. Muero por probarlo.

—Y lo harás. —La castaña mira las carpetas y la caja. —Supongo que irás con Stark.

—Así es. Por cierto, alguien está por venir. Es amigo y compañero de Tony.

Olivia asiente y sirve otra taza de café. —De acuerdo. Llévale esto, no ha dormido en todo el día.

Ella asiente y se va al laboratorio. Y luego de unos minutos se escucha un disparo, la castaña frunce el ceño y voltea cuando la puerta se abre y entra un hombre con traje y calvo. Más conocido Obadiah Stane. "Supongo que es el amigo de Tony" pensó, bajó la mirada hacia la comida en cuanto lo ve caminar hacia ella.

—Me imagino que eres la chica que salvó Tony de la cueva. —En cuanto habló, la castaña frunció el ceño, desconfiada. Había algo en ese hombre que no le agradaba. — ¿Cómo es que llegaste allá?

—No es por ser grosera, pero creo que eso no es de su incumbencia.

Sirvió el Shawarma en los platos, sintiendo su mirada sobre ella. —Cierto, no es de mi incumbencia. Pero si estás aquí, con Tony, debe ser por algo.

La castaña al escuchar tal insinuación lo miró rápidamente. —No estoy aquí por dinero, ni nada de eso. Así que si me disculpa...

Salió de ahí con su plato, claro, antes de irse guardo la comida de Tony y el de Pepper.

Fue a su habitación y comió el Shawarma con un poco de molestia. "La presencia de ese calvo me daño la noche" pensó, cuando estaba por terminar; la voz de JARVIS la detuvo.

—Señorita Toub, el señor Stark la solicita en su taller.

—De acuerdo, gracias JARVIS.

Terminó de un bocado el Shawarma y se dirigió con pies descalzos al taller, y cuando pasó por la sala de estar le dio una mala mirada al hombre calvo.

—Stark. —Se giró masticando la pizza en su mano. —Me llamabas.

—Oh sí, quería saber tu opinión sobre algo—dijo girando en la silla, la castaña frunció el ceño realmente confundida y se acercó a él.

— ¿Sobre qué, o qué?

Tony suspiró, una parte de él creía que no era necesario saber que era lo que pensaba pero otra, la que estaba en deuda con su padre, sí.

— ¿Crees que debería dedicarme a otra cosa, en vez de crear armas de destrucción masiva?—soltó, y la castaña no supo que responder.

—Creo que no soy nadie para decirte que hacer, —se sentó en el escritorio, Tony se levantó de la silla y acercarse a ella. —pero, creo que eres mejor que todo eso.