| Fire & Love | [1]

Provincia de Kunar, Afganistán.

La castaña miraba el lugar donde tenían atrapado a su padre. Sabía que estaba ahí. Con los binoculares observó como sacaban a un hombre malherido de una camioneta con la cabeza tapada.

"¿Quién será?" se preguntó, se acomodó en la arena y vio cómo lo metían en una carpa verde. Gruñó y se levantó de la arena sin que la notaran. Debía sacar a su padre sea cómo sea.

Sacó el calendario y marcó otro día. Otro día que su padre sufría ahí.

Nadie se preocupó por rescatarlo, pero ella estaba dispuesta a dar su vida para sacarlo de ahí.

Tomó su arma y empezó a disparar a varios terroristas. Cuando supo que había llamado la atención, dejó el arma y colocó las manos en su cabeza.

Esperó pacientemente y cuándo cinco terrorista llegaron apuntándole ella sonrió, sacando su arma de la espalda, disparó al que tenía al frente y se levantó rápidamente tomando a uno cómo escudo, les disparó en la cabeza a los restantes. Cuando acabó, tiró su "escudo" a la arena y tomó las armas que pudo y se fue de ahí antes de que la atraparan.

°°°

Al día siguiente

Estaba vigilando como siempre el panorama pero cuando iba a disparar pudo ver a su padre salir al lado del tipo que desconocía con un saco en su cabeza. Dejo de respirar y sus ojos se llenaron de lágrimas.

Los terroristas le sacaron de la cabeza el saco y supo quien era el tipo. Anthony Stark.

—Papá—susurró mirando ahora a su padre, con los binoculares observó como ellos caminaban entre esos hombres con armas. No sabía que estaban diciendo, primero porque no entendía y segundo porque no escuchaba.

Luego de unos segundos Stark estrecho su mano con un terrorista.

Gruñó y se levantó dispuesta armar un plan para sacar a su padre.

°°°

20 días después

Era el día.

El día en el que se "entregaba" para poder sacar a su padre.

Respiró hondo y disparó a dos terroristas, como había estado haciendo para acabar con ellos, dejó el arma en el suelo y esperó a que fueran por ella.

Sabía que vendrían más, ya que siempre acaba con ellos. Cuando la rodearon, los miró con rabia y dejó que dos le agarraran de las manos.

Ya no había vuelta atrás. Sacaría a su padre de ese infierno.