CAPITULO 26

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La maestra Cecilia comenzó a leer las listas con las habitaciones que le tocaba a cada uno.-17A.- Le dijo Miru, cuando vió que su amiga, no había prestado atención. Sol la siguió, pero su cabeza estaba pensando en otra cosa.Estaba a millas de allí. Se imaginaba a su hermana. ¿Sería exactamente igual a ella? ¿Qué cosas le gustaría hacer? ¿Bailaría?-Llegamos.- Dijo Miru abriendo la puerta. Pero cuando entraron a la habitación se dieron cuenta de que había 4 camas.-Debe haber un error. Comentó Sol.- ¿No era para dos personas?Miru abrió la boca para contestar pero alguien la interrumpió. -Ningún error, Mandovanni, no hay habitaciones para dos, este es un hotel estudiantil. Enseguida vendrá alguna compañera de otro colegio, que se aloja aquí.- Dijo la maestra Cecilia, antipáticamente, cuando terminó de hablar, pegó media vuelta y se fue.Miru y Sol se miraron sin poder creerlo.Habían planeado este viaje durante tanto tiempo y ahora les pasaba esto.Estar en la habitación con dos chicas extrañas no era parte del plan.-Bueno, elegí tu cama antes que vengan las otras y se roben las mejores. Yo quiero la e al lado de la ventana.- Dijo Miru, guiñándole un ojo.En ese momento, la puerta se abrió y aparecieron dos chicos de la dante, con dos valijas cada uno, y las acomodaron al lado del ropero. Justo detrás de ellos entró, su nueva compañera de cuarto, a al que no reconocieron, ya que estaba con lentes de sol y un gorro.Esta les pagó a ambos chicos, que le agradecieron y salieron de la habitación.Al final, las cuatro valijas eran todas de ella.Miru y Sol se miraron, se leyeron sus pensamientos al instante: Era una cheta, una nena mimada. ¡Lo que les esperaba!La chica, sin mirarlas, comenzó a desempacar y guardar su ropa en el placard.-Soy Celeste, su compañera.- Dijo de espaldas a ellas.-Miru, mucho gusto.- Dijo ella tendiendole la mano, la cual Celeste ignoró. Seguia de espaldas.-Y yo soy Sol.- Dijo la misma.Al oír esto, Celeste quedó paralizada.Luego de unos segundos, se dio vuelta y se quedó observándola sin poder creerlo. Cuando cayó en la cuenta se sacó los anteojos para que Sol pudiera entender de quien se trataba.Cuando Sol la vió, se quedó inmóvil. Su cabeza no creía lo que sus ojos veían.Celeste era exactamente igua a ella. Si no fuera por el pelo corto, hubiera pensado que se trataba de un espejo. Sus rizos dorados, su nariz pequeñita, sus pecas, su boca, sus ojos verdes brillantes... ¡Eran iguales!Ambas tenían lágrimas en los ojos. No podía ser real. Eran hermanas gemelas.Sol saltó la cama que las separaba, y corrió a abrazarla. Fue un abrazo muy extraño y hermoso. Era como si estuviera abrazandose a si misma, pero no. Estaba abrazando a su hermana.Celeste sentía lo mismo, era como que estaban conectadas.-Bueno, las dejo solas...Tienen mucho de que hablar.- Dijo Miru, quien agarro su ipod y se fue.Ahora si, estaban solas.

Nosotras (En correción)Where stories live. Discover now