CAPITULO 10

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Sol se encontraba en el estudio de danza, preparada para ensayar. Sin embargo, el lugar se sentía más vacío sin la presencia de su compañero de baile. A pesar de haber esperado pacientemente, las manecillas del reloj avanzaban sin clemencia y la hora de inicio del ensayo había pasado hacía mucho tiempo.

Con un suspiro de resignación, Sol decidió tomar las riendas de la situación y ensayar por su cuenta. Se acercó al centro del salón, donde los rayos dorados del sol filtrados por las cortinas bailaban en el suelo pulido. Aunque deseaba profundamente que Sebastian estuviera ahí para, estaba decidida a dar lo mejor de sí misma y demostrar su talento.

El sonido de su respiración entrecortada llenaba la sala mientras ejecutaba cada movimiento con precisión y gracia. A medida que sus músculos se estiraban y su cuerpo se movía al ritmo de la música, su mirada se posó en el espejo que adornaba la pared. Eran las cinco y media cuando Sol decidió que ya no iba a continuar. Agotada pero satisfecha, se dejó caer en el suelo, sintiendo cómo el frío del piso se filtraba a través de su ropa, mientras se estiraba para aliviar la tensión acumulada en sus músculos.

—El principe no va a venir hoy, parece.— Dijo Miru rompiendo el silencio.

—Aparentemente no.—Dijo Sol con tristeza. Ya le había contado a Miru,  todos los detalles de como se habían conocido, de como le había gustado desde el minuto uno, de cómo le hablaba y de que se había vuelto con la canadiense también.

—Quizás viven cerca y por eso se volvieron juntos. — Comentó Miru pensativa.

—No. Para mi hay algo mas. Seguro que le gustó. 

— Callate, nena. Si se le re nota que tiene onda con vos. Vamos a tomar un helado así te despejas ¿Queres? — Propuso Miru.

— Bueno. Vamos a cambiarnos.

Al mismo tiempo, Nico se encontraba en el edificio donde vivía, subió al ascensor y presionó el piso 4, que era el de Celeste. La verdad es que estaba tan cansado, que no iba a bajar las escaleras. Hacía un calor insoportable, como era común en Santa Fe. "¡Que suerte que habían elegido ir a la heladería hoy!" Pensó.

 Por otro lado estaba preocupado. Si Celeste llegaba a ser la supuesta Sol...¿Cómo encaraba el tema? No entendía porque se inventaría otro nombre, pero era obvio que la situación era muy extraña. Golpeó la puerta. Lo atendió una mujer. Debía de ser la mucama por como estaba vestida. Lo hizo pasar al living para que la espere. Ahí Nico cayó en la cuenta de que Celeste no era una chica cualquiera. Ese era un departamento de lujo. El living estaba decorado de punta en blanco. Parecía que si se sentaba en uno de esos sillones los iba a ensuciar. Los muebles estaban decorados con algunos adornos en con detalles en negro, y estaban llenos de fotos de Celeste de chiquita.

—Acá estoy. — Dijo Celeste.

Nico se quedó con la boca abierta. Estaba hermosa con su vestido blanco que hacía juego con la decoración de su casa. Su pelo enrulado le caía por los hombros con unos increíbles bucles.

— ¿Vamos? — Preguntó Celeste observando que Nico se había quedado sin habla. 

— Eh... Si. Dale.— Dijo y comenzaron a caminar juntos.

—Estas muy... Linda. — Se animó a decir.

—Gracias. Vos...También. — Contestó Celeste.

Nico se río. Caminaron cuatro cuadras hasta la heladería hablando de todo un poco, nunca se sentían incómodos cuando estaban juntos. Pidieron los helados. Nico le pagó el helado a Celes, quien no quería aceptar pero tuvo que ceder por la insistencia de él. Entonces cuando se sentaron decidió atacar.

—Una amiga mía hace ballet. Ganó una competencia. Es re grosa. ¿A vos te gusta el balle— Preguntó.

Celeste se tomó su tiempo para contestar. Estaba muy concentrada en su helado.

—Hice un año de clásico en Buenos Aires, pero después dejé. No es lo que más me gusta hacer, sinceramente.— Dijo entre risas.

Nico lo miró a Sebastián perplejo. ¡Algo raro estaba pasando! Pero en ese momento Sol y Miru llegaron a la heladería y pidieron sus helados ajenas a todo esto

—Enserio. No creo que haya que preocuparse de nada, Sol. Seguro que se volvían juntos porque son amigos y van a la misma escuela y...— Miru no pudo continuar porque Sol le clavó las uñas en el brazo haciéndole señas para que se de vuelta. Ahí estaban. Sentados afuera. Lucy y sebas justo en frente de ellas, y hablaban muy entretenidamente con otra pareja, que por supuesto no sabían quienes eran porque estaban de espaldas. Sol se paró.

—¡Pará! ¿Qué pensas hacer?— La frenó Miru.

— Lo voy a saludar a ver si me dice que es la novia.— Contestó Sol.

—¡Ay, Sol! No seas tonta. Vas a quedar re mal. Hacete la que no lo viste mejor.

— Pero...Al mismo tiempo Sebas se había dado cuenta de que Sol estaba ahí. Y  trató de llamar la atención de Nico para que se diera vuelta. Entonces Nico mismo decidió ir a verla más de cerca inventando la excusa de que iba al baño. Tuvo que ir sin Sebas, porque eso de ir al baño de a dos no se los iban a creer las chicas. Pero entonces Miru lo vio acercarse y le pidió a Sol que se vaya al baño, su amiga obediente se fue enseguida.

Nosotras (En correción)Where stories live. Discover now