Nosotras (En correción)

CAPITULO 5

—Perdón seño, se me hizo re tarde. — Se disculpó Sebastián. 

El colectivo que tomó en Guadalupe se paró en mitad del recorrido y tuvo que esperar otro y eso hizo que, obviamente llegara tardísimo al colegio.

—No me interesan sus excusas, Montel Hanny. Su hermana llegó hace media hora. — Le dijo la maestra con cara de pocos amigos.

—Porque ella se quedó a dormir en la casa de Romina que vive acá a dos cuadras.— Se quejó él.— ¡Yo vivo re lejos Seño! – Protestó.

—Bueno. Visto y considerando la distancia en la que vive, solo por hoy no le voy a poner la media falta. Pero que no se repita.

—No se preocupe. Se lo prometo. – Dijo aliviado.

Se sentó al lado de Nicolás que lo miraba preocupado.

—¿Qué te pasó man? – Le susurró su amigo.

—Nada, enserio, se paró el cole en el parque de la locomotora, así que tuve que esperar otro y tardo un montón.

—Parece que no es el único que no respeta los horarios, Señor Montel Hanny. – Dijo de repente la maestra.

Vieron como entraba al aula una chica a la que no conocían aún con el uniforme del colegio.

— Ella es  Lucy  Smith...

Hubo una carcajada general.

—¿Se querían hacer los Yankees los padres? – Le dijo su hermana al oído tentada.

—Silencio, por favor. — Pidió la maestra. — Gracias. Ella es Lucy y viene de Canadá...

—¿Posta? ¿Venís de intercambio? — Preguntó Nico muy interesado.

—No seas bruto, Nico. Háblale en neutro que no te va a entender. — Dijo Luli, la hermana de Sebas.

—Entiendo perfectamente, gracias. – Se defendió Lucy. —Y si, algo así. — Dijo mirando a Nico.

—¿Cómo algo así?— Preguntó él más intrigado.

—Es que estoy acá, porque gane un concurso de Ballet en mi país y mi premio era una beca en una escuela de Ballet de esta ciudad. – Dijo ella.

—¿Por qué hablas como una argentina? – Preguntó Nico.

—Porque soy mitad Argentina.

—Bueno,  Lucy va a tener todo el tiempo del mundo para contarles su historia. Va a estar con nosotros durante todo este año. — Concluyó la maestra. Y le indico a donde tenía que sentarse. Le tocó junto a Luli.

—Digamos que yo sería Lucy en español. – Dijo la rubia sonriendo. — Lucía. Encantada. 

—Mucho gusto. - Respondió Lucy.

—Él es mi hermano mellizo, Sebastián y él es su odioso mejor amigo. – Dijo señalándo a los dos chicos que estaban sentados adelante de ellas.

—Lo de odioso estuvo de más. Nicolás. Un placer. — Dijo tendiéndole la mano.

Cuando salieron del colegio Luli estaba pegada a Lucy. Eran como dos compinches ya. ¡Que facilidad tenían las mujeres para hacerse amigas! Pensó Sebastián.

—¿Vos que haces? — Le preguntó Nico.

—Tengo que ir a... — Se detuvo. No podía decirle que iba a danza. Le daba vergüenza la situación. — Tengo que ir a ingles con Santi. — Mintió.