CHILDREN OF THE MOON; Uzumaki Boruto.

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Últimamente, los ataques del Ghost habían aumentado y no solamente eso, el chakra de Sumire comenzó también a aumentar y eso me aclaraba cualquier duda que tenía antes.

A pesar de que me servía demasiado que su chakra haya comenzado a aumentar, no podía dejar que las cosas siguieran como ella las planeaba. Sumire intentaba atacar Konoha con una especie de monstruo extraño y debía de encargarme de ella para que así no arruinara mi plan.

—Hiciste un gran trabajo el evitar a esas personas, Sumire —mencioné al momento de aparecer detrás de ella, provocando así que se colocara en modo defensa—. Así que el chakra que tomaste era para esa cosa de allá.

—Su nombre es Nue —mencionó con el ceño fruncido mientras tomaba unos Kunais—. No te metas en mis asuntos. No me contendré contigo, aunque seas la alumna nueva.

—Oh. En ese caso no debería de contenerme, ¿verdad? —pregunté con una sonrisa, provocando así que ella comenzara a lanzarme sus Kunais—. Estás arruinando todo, delegada.

—¿Qué quieres decir con eso? —me preguntó al momento en que su Kunai rozó mi mejilla—. ¿También tienes órdenes de alguien?

—Eso no tiene nada que ver contigo.

Miré a Sumire de manera seria, antes de activar mi byakugan, pero antes de poder dar un paso he visto como Mitsuki aparecía y comenzaba a atacar a la delegada.

—Yo me ocuparé de esto —me ha dicho Mitsuki mientras me rodeaba con su brazo para así comenzar a alejarme—. Esa persona me pidió que me encargara personalmente de este asunto.

Él comenzó a ocuparse de la delegada y creí que terminaría con su vida en el momento en que la acorraló, pero desafortunadamente apareció Boruto interrumpiéndolo y provocando así que la delegada se salvara.

—No lo hagas Mitsuki —le pidió Boruto al ver como su amigo comenzaba a acercarse de manera amenazante a la delegada—. ¡Oye! ¡Mitsuki!

—Te he dicho que te arrepentirías si venías.

Boruto al ver que ninguno de los dos se detendría decidió detenerlos con su fuerza, en ese momento pude ver como el ojo de Boruto había cambiado. Aquel ojo llamó demasiado mi atención, aquel ojo me recordaba bastante al Byakugan, solamente que era distinto.

Aquello no era el byakugan, era un poder ocular distinto y posiblemente más fuerte.

—Interesante —murmuré y una pequeña sonrisa se formó en mi rostro—. Esto va a encantarle.

Cuando iba a acercarme para poder tener más información acerca del ojo de Boruto, he visto como él junto a la delegada eran absorbidos por un portal; el cual fue producido por la invocación de Sumire.

Aunque no solamente habían desaparecido ellos, también lo había hecho Mitsuki; quizá fue a encargarse de Sumire y salvar a Boruto.

—Me pregunto si debería de ir —murmuré mientras veía la luna para luego sentir una sensación extraña en mi interior—. Ya veo. Así que debo hacer eso.

Al cerrar mis ojos por un momento comencé a pronunciar unas palabras para luego aparecer en el lugar donde se suponía que debían encontrarse Boruto, Mitsuki y Sumire, pero todo estaba comenzando a destruirse.

—Me divertí en la academia. Con los estudios y los ejercicios... —oí la voz de Sumire. Ella se encontraba de rodillas en una parte llorando mientras todo a su alrededor comenzaba a destruirse—. Por primera vez en mi vida...

—Entonces sigue divirtiéndote, Sumire —pronuncié detrás de ella, provocando así que se sorprendiera—. Yo me encargaré de este chakra.

—¿Por qué? ¿Por qué piensas ayudarme? —me preguntó sollozando—. ¡Yo intenté matarlos a todos! ¡Intenté destruir Konoha!

—Porque hay gente que se colocaría triste con tu partida —le he dicho sin mirarla—. Deberías volver con ellos.

Además, si la dejaba morir sería un desperdicio en el futuro. Ella poseía consigo una bestia con demasiado chakra, y eso era una excelente noticia para nosotros.

—¿Cómo piensas encargarte de ese chakra? —me preguntó a lo cual sonreí y al ver mi mano derecha quedó atónita—. ¿Qué es eso? ¿Qué piensas hacer?

—Pronto olvidarás esto —la miré con una sonrisa, provocando así que ella me mirara aterrada, pero a los pocos segundos caía al suelo inconsciente—. Duerme, Sumire.

El chakra a mi alrededor poco a poco comenzaba a desaparecer, pero al ser demasiado me era un poco difícil controlarlo. Todavía no era lo suficientemente fuerte como para llevar conmigo una gran cantidad de chakra.

—¡Sumire! ¡¿Dónde estás?! —el oír la voz de Boruto provocó que me detuviera, él apareció junto a la invocación de Sumire y al verme se quedó sorprendido como también confundido—. ¿Qué haces en este lugar, Tsukiko?

—No lo sé, tú dime —mencioné mientras le mostraba una pequeña sonrisa—. También fui traída a este lugar.

—Bien. No hay tiempo para seguir charlando —me decía mientras cargaba en sus brazos a la inconsciente de Sumire—. Debemos de salir de este lugar rápido o terminaremos muertos.

Cuando íbamos corriendo he tropezado y casi caí con aquellos escombros que se estaban deshaciendo, pero afortunadamente Mitsuki apareció y me salvó.

—Deberías de tener más cuidado —me ha dicho mientras me mostraba una pequeña sonrisa—. No me gustaría perder a mi compañera de cuarto.

—Gracias por tu ayuda, Mitsuki.

—¡Ustedes dos dejen de hablar y ayúdenme a buscar la salida! —exclamó un Boruto malhumorado y paranoico—. ¡No podemos morir aquí!

Con Mitsuki ayudamos a Boruto a encontrar una salida y antes de irnos he mirado hacia atrás logrando ver como el Nue se acercaba a esa gran cantidad de chakra que no logré obtener. Aunque no me preocupaba demasiado, ya que, más adelante podría obtenerlo y todo sería gracias a Sumire.

La utilizaría más adelante.

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