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Boruto nos había traído a una parte alta donde se podía ver caminar a los habitantes de Konoha, él nos había traído hasta aquí con el propósito de investigar los casos del Ghost.
—¿No te estás excediendo demasiado? —le preguntó Shikadai mientras veía como Boruto se esforzaba—. Llevas de esa forma durante unas horas.
—Mis ojos son la esperanza —le mencionó con seriedad—. No permitiré que el Ghost se me escape.
—¿Qué es eso del "Ghost"?
—Es el nombre que le puse a la sombra.
—¿No se te ocurrió algo mejor?
—Yo creo que es algo genial —mencioné provocando así que Boruto sonriera—. ¿Todavía no has visto nada?
—No. Absolutamente nada.
—Cada vez son más los casos del Ghost —habló Mitsuki de manera calmada—. Hasta ahora se limitaban a las cercanías de la academia, pero últimamente su radio aumentó de repente.
—¿Es un contagio o será otra razón?
Al preguntar eso no he podido evitar pensar en Sumire, en este último tiempo he sentido que su chakra había aumentado cada vez más.
—Nuestros padres también lo están investigando. —mencionó Shikadai, refiriéndose así a su padre y el de Boruto.
—Por eso mismo debo de resolverlo antes —nos dijo Boruto de manera seria—. No dejaré que mi padre lo resuelva ante que nosotros.
En ese momento Boruto me llamó desesperado y Shikadai le preguntó si había logrado encontrar algo, pero desafortunadamente solamente se trataba que a Boruto se le habían secado los ojos.
Últimamente, él se estaba esforzando demasiado y sus ojos se secaban con más frecuencia, por eso se me había pedido llevar conmigo unas gotas para los ojos en caso de que eso sucediera.
—¿Estás mejor? —pregunté en el momento en que terminé de colocarle las gotas en sus ojos. Él parpadeó un poco para luego sonreírme, pero en tan solo segundos comenzó a alejarse—. ¿Boruto?
—Se colocó nervioso por tu cercanía.
—¡Silencio, Shikadai! ¡Eso no es verdad! —exclamó el Uzumaki de manera nerviosa mientras volvía a dirigir su mirada a las personas que pasaban por el lugar donde nos encontrábamos—. Seguiré buscando.
—No te exijas demasiado, Boruto.
Cuando mencioné aquello él se tensó, pero en ningún momento dejó de ver a la gente que paseaba por ese lugar. Y así se mantuvo durante un buen tiempo hasta que la noche comenzaba a hacerse presente.
—Al final no hemos logrado encontrar nada —decía Boruto muy desanimado—. Y yo que quería ser un héroe.
—No te desanimes tan pronto —le decía Shikadai mientras soltaba un suspiro—. Ya tendremos más suerte.
