CHILDREN OF THE MOON; Uzumaki Boruto.

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Boruto nos intentaba explicar lo que había visto en Magire en el momento en que comenzó a actuar extraño debido a un chakra extraño.

—¿El chakra podría tomar la forma de un monstruo?

—¿De un monstruo? —preguntó confundido Shikadai—. ¿Qué quieres decir?

—Esperen un momento —Boruto sacó de su mochila un cuaderno y un lápiz para luego comenzar a dibujarnos lo que había visto. Al ver su dibujo me quedé algo confundida debido a que no sabía que era lo que intentaba decirnos—. No sé si sería chakra, pero vi un monstruo así.

—Al parecer viste algo increíble. —mencionó Mitsuki a lo cual jalé un poco su ropa para que me explicara. Él me miró y negó con su cabeza mientras me sonreía.

—En todo caso, no he oído de nada parecido —mencionó Shikadai mientras dejaba su refresco de lado—. Entonces, ¿los casos están relacionados con el chakra?

Me pregunto si debería de decirles sobre el chakra de Sumire, que sentí su mismo chakra en Magire cuando comenzó a actuar extraño.

—¿Sucede algo, Tsukiko? —me preguntó Boruto a lo cual lo he visto sin comprender—. Me miras como si quisieras decir algo. Acaso... ¡¿Notaste algo extraño esta tarde?!

Ante la pregunta de Boruto negué rápidamente, decidí mantener para mí misma lo relacionado de Sumire. Quizá estaba equivocándome y no quería armar un alboroto por suposiciones mías.

—¿Tú no puedes ver aquella sombra como Boruto? —me preguntó Shikadai—. Digo, tienes el Byakugan y aquellos ojos pueden ver hasta el más mínimo detalle.

Noté como Boruto me miraba con algo de emoción esperando a que mi respuesta fuera afirmativa, pero al ver que había dicho que no colocó una expresión de decepción y prosiguió comiendo aquella comida denominada hamburguesa.

Finalmente, no hemos llegado a nada, por lo que tomamos la decisión de cada uno volver a su hogar, yo iba junto a Mitsuki al lugar que estábamos compartiendo, pero de un momento a otro él se detiene y me mira con una pequeña sonrisa.

—¿Sucede algo, Mitsuki?

—Tengo algo importante que hacer —me ha dicho sin quitar aquella sonrisa de su rostro—. Puedes volver sin mí.

—Está bien.

Preferí no preguntarle a donde se dirigía, ya que él no se metía en mis asuntos y yo no debería de meterme en los suyos.

Cuando volví a casa vi por la ventana que la luna se había hecho presente y en eso una luz brillante pasó rápidamente. Cerré mis ojos por un momento para luego abrirlos y mirar mi mano derecha donde se podía ver una pequeña línea.

—Poco a poco se cumplirán los días —mencioné mientras cerraba mi mano en forma de puño para así seguir viendo la luna—. Supongo que deberé de apresurarme al buscar aquella información.

Me pregunto qué sucederá una vez obtenga lo que tanto estábamos buscando. En este poco tiempo que he estado aquí en Konoha me ha hecho pensar de diferente manera, me he divertido y aprendido demasiado sobre este lugar.

A pesar de que me estaba gustando este lugar no podía acostumbrarme, no podía dejar que mis emociones me controlasen o de lo contrario el plan estaría en peligro. Solamente debo de buscar esa información y dar aviso, no debo de confiar en nadie en este lugar... no debo apegarme a nadie de este lugar.

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