07 • Sobre Savka y lo mucho que trota.

15 3 0
                                    

Me encantaría decir que me desperté a las seis en punto, con todas las ganas de correr y de ver a Savka. Que me duché y me vestí tan rápido que llegué con tiempo de sobra a casa de Savka y ella se sorprendió por mi puntualidad.

No fue así.

Desperté a las seis y cuarenta de la mañana, cuarenta minutos más tarde de lo que debía. Demás está decir que no soy fan de despertarme temprano. Incluso mis clases de arte son en las tardes.

Así que aquí estoy, luego de haber corrido por veinte minutos hacia la casa de Savka, porque Abel se llevó el auto, esperando que la misma abra la puerta mientras mi respiración excesivamente agitada se normaliza.

Escucho una risa, y levanto la vista, encontrandome con la mirada burlona de Savka.

—Si tu sonrisa y tu risa no fueran lindas, créeme que ya me hubiese quejado de tu burla —le digo.

—¿Te quedaste dormido, Arthur? —pregunta ignorando mi comentario.

—¿Tú que crees?

—Que no debes responder mi pregunta con otra.

Río y pongo mis ojos en blanco. Ella sale de su casa y comienza a caminar, asumo que debo seguirla.

—¿A dónde iremos? —pregunto.

—A un parque que está cerca. Espero que tengas buena resistencia, no voy a trotar quince o treinta minutos.

—¿Cuánto piensas trotar, Savka? ¿Quieres que me de un infarto? —pregunto un tanto asustado. Odio trotar, odio hacer ejercicio. Realmente no sé porqué acepté, no me llevo con estas actividades.

—Una hora —dice, y encoge los hombros. Yo dejo de caminar y la miro seriamente—. Vamos, ¿qué esperas? ¿Una foto?

En efecto, si me hace trotar una hora. Luego de veinte minutos sentí que iba a morir, pero no lo hice.

—Ya que trote tu hora, me merezco que pases conmigo el resto de la mañana —digo. Ella se resiste un poco, pero accede.

El arte que encuentro al mirarte.Место, где живут истории. Откройте их для себя