El arte que encuentro al mirarte.

03 • Sobre el cliché.

Mi teléfono vibra sobre la mesa, y la pantalla se enciende. Me acerco a él y lo primero que leo es el nombre de Savka. Admito que me emociona un poco recibir un mensaje de ella.

Savka, 4:56 pm.
"Arthur, he tomado una decisión, luego de pensarlo mucho. Saldré contigo. Pero no quiero nada cliché, porque me voy."

Yo río ante su respuesta.

Arthur, 5:00 pm.
"El cliché es lo mío, no puedes simplemente decirme que no quieres nada cliché...🙄 Pero bueno, pasaré por tí mañana a las 8:30 de la mañana y te llevaré a desayunar."

Arthur, 5:03 pm.
"Será el mejor desayuno de tu vida."

Savka, 5:10 pm.
"Sí, claro."

Arthur, 5:11 pm.
"No te quiero ver suplicando que te lleve a comer allí de nuevo, Savka."

Savka, 5:16 pm.
"Arriba la esperanza, abuelita."

***

Al día siguiente, estoy frente a la casa de Savka, y le envío un mensaje indicándole que ya estoy fuera. Dos minutos después, está en mi auto.

—Te ves linda. Tu cabello así se ve bien, deja ver tu rostro completo —digo. Ella me sonríe, y en ningún momento se sonroja. Me agrada eso. Lleva su cabello hecho una trenza descuidada, y va vestida con una simple camiseta verde pastel y jeans blancos.

—Gracias, supongo —se encoge de hombros y su mirada vuelve al frente, concentrándose en el camino—. ¿A dónde iremos?

—A un pequeño lugar llamado "Coffee, sweet coffee." Te juro que sirven el mejor café y los mejores waffles que pobrarás en toda tu vida.

—Ya lo veremos —pasan unos segundos antes de que volvamos a hablar— ¿A qué te dedicas?

—¿Eres de esas chicas que preguntan mucho y luego van y stalkean al chico en todas las redes sociales? —ella se ríe antes de responder.

—No, pero me gustaría saber un poco acerca del chico que me ha insistido tanto para que salga con él, algo debes tener de interesante, ¿no?

—Hmm, tienes razón. Aunque, no soy muy interesante. De hecho, soy profesor de arte y pintor, y dudo que te parezca algo interesante, a menos que te guste el arte —respondo—. ¿Y tú? —ella duda un momento antes de responder.

—Hay ciertos detalles de mi vida que no puedo revelar en este momento. Ese es uno. Pero, si puedo decirte que me gusta el arte.

Yo levanto una ceja y me encojo de hombros.

—Me pides que no diga o haga nada cliché, pero vienes tú en plan misteriosa. Eso es jugar sucio, Savka. Mal, mal —niego con la cabeza—. Aunque lo compensas al decirme que te gusta el arte.