05 • Sobre el padre de Arthur.

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Uno de mis momentos favoritos del día es cuando estamos mamá, papá, mi hermano y yo reunidos para desayunar. Son mis personas favoritas, y realmente me hace sumamente feliz estar con ellos, hablarles de todo lo que me plazca y que me escuchen sin quejarse.

Aunque, hace un tiempo ya que papá no está con nosotros. Tiene algunas semanas en el hospital, porque está gravemente enfermo. Su cáncer avanza cada vez más rápido y ya no podemos cuidarlo nosotros mismos. Sin embargo, lo visitamos constantemente, y siempre estamos al pendiente. Mamá va todas las tardes, Abel y yo unas tres veces a la semana.

—Hijo —me llama mamá—, ¿cómo va la pintura?

—Muy bien, mamá. Ahorita estoy haciendo un retrato, ya sabes cuánto me encantan. Cuando lo termine debo restaurar algunas obras del museo y luego, comenzaré las clases. Cada vez hay más encargos, y a la vez, más estudiantes. Tengo que buscar una manera de equilibrar todo.

—Lo lograrás, mi amor. Estoy muy orgullosa de ti, lo sabes, ¿no? —asiento—. No sé cuándo crecieron tanto, mis niños —dice mirándonos a los dos—. Tú siempre fuiste tan independiente, tan talentoso, tan brillante —me dice a mí. Sus ojos se cristalizan y le dice otras cosas a Abel, que aunque no lo admita, es su bebé.

—Mamá, ¿pasa algo?

Ella suspira pesadamente y toma una profunda respiración. Sé que está intentando contener las lágrimas que amenazan con salir.

—Tu papá... tu papá no está bien -hace una pausa y niega con la cabeza. Al hablar de nuevo, su voz se rompe—... el cáncer está haciendo metástasis... y no sé cuánto más esté con nosotros. Tengo miedo, porque no sé como seré capaz de sobrevivir sin él. Sé que los tengo a ustedes, pero... a Henry lo he tenido toda mi vida, desde mi adolescencia. Es mi compañero de vida y perderlo será perder una parte de mí. Es allí cuando les pido que estén conmigo, porque no sé si vaya a derrumbarme o a ser fuerte.

Lo que dice me pone pensativo. Mi hermano y mis padres son como pilares fundamentales en mi vida. Son las bases de todo lo que soy. Sin ellos sería alguien totalmente diferente, tal vez con otras ideas, otros pensamientos, otros gustos.

Si pierdo a uno de mis pilares, me derrumbaré.

Papá puede que sea el que más peso sostiene, porque es quien más me ha motivado a seguir con la pintura aparte de... Irene. Pero ella ya no está desde hace un tiempo. Y es papá quien se ha quedado conmigo en las buenas, las malas y las peores. Quien me compró mis primeras pinturas y los primeros lienzos, me financió mis primeros materiales y me ayudó a impulsar mi carrera.

Es de lo más importante, y si él no está... yo no estaré.

El arte que encuentro al mirarte.Where stories live. Discover now