19.1 • Sobre una crisis.

4 2 0
                                    

Mi teléfono vibra a un lado, pero no le presto atención. Sigo concentrado en mi tarea, que es trazar una bendita línea, que cuánto me ha costado trazarla. No sé que me pasa hoy.

El teléfono vuelve a vibrar, es como la quinta vez que lo hace. Me parece extraño, puesto que es un número desconocido.

Dándome por vencido, contesto.

—¿Quién es?

—¿Arthur? —pregunta una voz femenina, un tanto conocida. Puedo tantear los nervios, la tristeza y el miedo.

—Sí, ¿quién es? ¿qué sucede?

—Oh, Dios, Arthur, soy Bárbara, hermana de Savka. Nos conocimos el día de mi cumpleaños —dice rápidamente—. Te necesitamos.

Mi corazón se acelera.

—¿Qué ha sucedido, Bárbara? ¿dónde está Savka? ¿qué está pasando?

—Mi hermana tuvo una crisis. Y es grave. No puedo abrir la puerta de su habitación, y ya he llamado muchas veces, pero no me contesta. Necesito que vengas, Arthur. Ya.

Ni siquiera sé si cuelgo la llamada, lo que sé es que en menos de cinco minutos estoy dentro del auto, descalzo, porque siempre lo estoy en el estudio. Al menos llevo medias. Conduzco lo más rápido que puedo, siento que me estrellare en cualquier momento, Dios Santo.

Al llegar me bajo, y corro hacia la casa. Toco repetidamente la puerta y Bárbara me abre. Ella tiene sus ojos hinchados y la nariz roja. Sólo señala la puerta de Savka. Reúno fuerzas y con una patada la abro.

Lo que veo me destroza el alma.

El arte que encuentro al mirarte.Where stories live. Discover now