Tom Riddle: La Maldición

Cap 63 - Legalmente ¿viuda?

El 18 llegó cuando Ámbar tuvo que ir al ministerio de magia, por lo que completamente nerviosa llegó a la entrada de visitantes y minutos después se estaba dirigiendo al departamento. Vio que varias personas la miraban como si supieran exactamente lo que estaba pensando, pero eso era imposible, su mente estaba sellada, simplemente eran brujos con ganas de saber quien era la bella señora de ojos cielo que caminaba por el lugar.

-Ambar Peverell, hija de Karther y Servus Peverell, la única heredera viva en la familia, ¿Sabe usted por qué se le llamó a la audiencia? – hablaba la ministra de magia ya en el tribunal

- No señora ministra – Mintio Ambar, sientiendo ligeros cosquilleos en el estómago de los nervios que le causaba

- Bueno Señorita, El Mago oscuro de nombre original: Tom Malvolo Riddle, decidió a la edad de 18 años dejar todas sus posesiones a su cargo en caso de que algo llegara a pasarle. Sin embargo, no estamos hablando de una herencia normal, sino de la de un mago tenebroso, en la cual podría encontrarse cualquier cosa. También tenemos información de que usted salió con este individuo durante su estadía en el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Queremos saber por que piensa que este mismo podría haberle dejado su fortuna y posesiones y si luego de esa estadía siguió teniendo relación alguna con él en su momento de mago oscuro. – En ese momento Ámbar se sintió mucho menos presionada y por un instante pensó en relajarse pero automáticamente borro esa idea de su cabeza, todos la miraban con los ojos abiertos como si estuviera asesinando en ese mismo instante

- Señora ministra, puedo asegurarle que a la edad de 20 años, mucho antes de que el sr. Riddle pasará a ser... quien era, yo y él dejamos de tener relación alguna – hizo una pausa para respirar y pensar más sus palabras, los nervios la estaban consumiendo, en ese momento solo deseaba estar con Tom, que él le dijera que hacer... - Y sobre la herencia, creo que él decidió que sea así por que en ese momento nos... queríamos, y yo era la única persona que él tenía en el mundo –

-¿Y luego señorita? Si dejo de tener relación con el hombre ¿Qué fue lo que le impidió tener una familia? - Bagnold se la estaba haciendo difícil, Ambar sentía miedo, después de tanto tiempo comenzó a temer por sí misma

- Que también lo amaba, pero yo no podía seguir con el monstruo en el que se convirtió... y me aleje – contesto la rubia, y sintió que la ministra no estaba para nada convencida – Si no me cree, pido como derecho que usen en mi la poción Veritaserum – añadió para calmar. Entonce el murmullo se formó en la sala, Ambar no entendía ni una palabra de lo que decían las personas sentadas en el tribunal hasta que la ministra se paró y se hizo el silencio

-Como ciudadana del mundo mágico, la señorita Ámbar Peverell solicitó por sí misma que se use en ella la poción Veritaserum. – Entonces después de varias horas más y de declarar con la porción ingerida aunque sin hacerle efecto alguno, Ambar salió del ministerio con todas las posesiones de Riddle y sin ni un solo cargo, como si un golpe de suerte le hubiera pegado con todo. Ahora podría encontrar en la Mansion Riddle el hechizo para la resurrección del Horcrux, pero ese era el desafío, encontrarlo. Porque si algo hacía bien Tom era esconder las cosas, y más algo como ese hechizo que era esencial para sus planes, pero Ámbar estaba segura de que estaba allí, aun que encontrarlo le sea difícil en la enorme y complicada mansión.

Así pasó el tiempo, Ámbar y Luisa se mudaron juntas a la mansión Riddle y mientras buscaban el difícil hechizo reclutaban nuevamente a sus mortifagos en secreto, advirtiendo que cuando el señor tenebroso volviera su marca se los diría. Cissy y Lucius visitaban a la rubia casi todos los días, cuidándola como si fuera una indefensa niña, pero ella seguía lidiando con ser la ama de la muerte y descubriendo cosas nuevas de su gran poder, como que ahora, ella podía comunicarse con los muertos, pero esto le era muy fácil, por que después de hacerlo entraba en un estado de debilidad completo durante un par de días. Ambar comenzó a preocuparse luego de un año en esconder bien cada Horcrux de Tom, aunque ella sabía que habían un par que ya estaban escondidos perfectamente, pero seguía teniendo el anillo de Merope el cual Tom había dejado a su cargo hacía ya tanto tiempo el cual tenía adherido mediante magia negra la piedra de la resurrección. Ambar pensó que si algo le pasara y alguien tomara el anillo podría reconocer fácilmente que eso era un Horcrux y que la piedra se trataba de una reliquia, mayormente si ese alguien se trataba de un mago inteligente como Albus Dumbledore, por eso decidió esconderlo, pero no sabia donde, ella quería que fuera un lugar especial, no iba a dejarlo en cualquier lado así que pensó que si ese anillo se encontraba en la residencia de la madre de Tom, nadie sospecharía, ese anillo era de Merope, y seguro Dumbledore lo sabía.

Entonces la rubia buscó por todos lados a la familia Gaunt, ya que tom nunca le había comentado mucho de ellos y no sabia donde encontrarlos, pero luego de unos días descubrió que la escasa familia que quedaba y la residencia de los gaunt se encontraba en el mismo pueblito que ella y la mansión Riddle, en el pequeño Hangleton. Una tarde salió a buscar la casa, pero en la dirección que había encontrado sobre la familia había una casa completamente precaria, con paredes húmedas y techos de paja. Al entrar no encontró a nadie como ella ya esperaba, entonces enterró bajo el suelo de aquella casa el anillo y la piedra de la resurrección, a varios metros bajo tierra.

Así el tiempo y los años siguieron pasando, todos esos años sin su Lord había hecho a ámbar más débil, ella lo extrañaba, cada día en el que no le veía para besarle, y cada noche en que no lo tenía para abrazarla, le dolía terriblemente no encontrar la forma de revivirlo. Se marchitaba en vida con el pasar fugaz de la inmortalidad en espera de reencontrarse con su rey, con el dueño de su alma, con su Lord.